Un juez reconoce que un linense murió fusilado por ser masón
S. Fernández.
LA LÍNEA.
Honrar la memoria de su abuelo. Este ha sido el objetivo que ha movido al abogado Ricardo Fernández de Vera a emprender una ardua investigación que se ha prolongado durante cinco años y con la que ha logrado que un auto judicial reconozca que su abuelo, Bartolomé Fernández Andrades, fue fusilado a manos del bando nacional por pertenecer a la masonería.
Fernández de Vera decidió emprender acciones judiciales en 2004 en el juzgado número uno de La Línea para que fuera instruido un expediente de jurisdicción voluntaria para la perpetua memoria. El letrado aseguró que su abuelo falleció en La Línea el 15 de noviembre de 1936 y que no costaba en la certificación de defunción ningún dato sobre su muerte.
Bartolomé Fernández era comerciante de La Línea y pertenecía a la Masonería. Era un miembro activo de la misma hasta el punto de que en 1934 fue propuesto por la Gran Logia Regional de España para ser elegido Gran Maestre Nacional. Así lo acreditó su nieto en el juzgado mediante una copia del sumario facilitado por el Archivo Histórico de Salamanca. En su denuncia, Fernández de Vera señala que fue en 1936 cuando su abuelo fue encarcelado en la prisión que fue habilitada en el Círculo Mercantil. "Desde su detención, días antes de su muerte, fue visitado por sus hijos, que recordaron haberlo visto el 14 de noviembre pero cuando fueron al día siguiente a visitarlo les dijeron que ya no estaba y no les dieron más explicaciones, tan sólo les entregaron sus objetos personales".
Fernández de Vera, tras examinar los libros de registro del cementerio de La Línea, descubrió que consta cómo a las ocho y media de la mañana del 15 de noviembre de 1936 fueron enterrados siete cadáveres sin identificar por orden de la Autoridad Militar.
Fernández de Vera ha conseguido que se reconozca que la muerte de su abuelo fue violenta y llevada a cabo por la Autoridad Militar a instancias de las tropas de Franco debido a su pertenencia a la masonería. También pedía que así conste en la nota marginal del Libro del Registro Civil de La Línea. En su auto, el juez aprueba la información para perpetua memoria practicada a instancias de este letrado, que asegura que únicamente le ha movido una cuestión moral.
Fuente:
http://www.europasur.com/46129_ESN_HTML.htm
LA LÍNEA.
Honrar la memoria de su abuelo. Este ha sido el objetivo que ha movido al abogado Ricardo Fernández de Vera a emprender una ardua investigación que se ha prolongado durante cinco años y con la que ha logrado que un auto judicial reconozca que su abuelo, Bartolomé Fernández Andrades, fue fusilado a manos del bando nacional por pertenecer a la masonería.
Fernández de Vera decidió emprender acciones judiciales en 2004 en el juzgado número uno de La Línea para que fuera instruido un expediente de jurisdicción voluntaria para la perpetua memoria. El letrado aseguró que su abuelo falleció en La Línea el 15 de noviembre de 1936 y que no costaba en la certificación de defunción ningún dato sobre su muerte.
Bartolomé Fernández era comerciante de La Línea y pertenecía a la Masonería. Era un miembro activo de la misma hasta el punto de que en 1934 fue propuesto por la Gran Logia Regional de España para ser elegido Gran Maestre Nacional. Así lo acreditó su nieto en el juzgado mediante una copia del sumario facilitado por el Archivo Histórico de Salamanca. En su denuncia, Fernández de Vera señala que fue en 1936 cuando su abuelo fue encarcelado en la prisión que fue habilitada en el Círculo Mercantil. "Desde su detención, días antes de su muerte, fue visitado por sus hijos, que recordaron haberlo visto el 14 de noviembre pero cuando fueron al día siguiente a visitarlo les dijeron que ya no estaba y no les dieron más explicaciones, tan sólo les entregaron sus objetos personales".
Fernández de Vera, tras examinar los libros de registro del cementerio de La Línea, descubrió que consta cómo a las ocho y media de la mañana del 15 de noviembre de 1936 fueron enterrados siete cadáveres sin identificar por orden de la Autoridad Militar.
Fernández de Vera ha conseguido que se reconozca que la muerte de su abuelo fue violenta y llevada a cabo por la Autoridad Militar a instancias de las tropas de Franco debido a su pertenencia a la masonería. También pedía que así conste en la nota marginal del Libro del Registro Civil de La Línea. En su auto, el juez aprueba la información para perpetua memoria practicada a instancias de este letrado, que asegura que únicamente le ha movido una cuestión moral.
Fuente:
http://www.europasur.com/46129_ESN_HTML.htm
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