30 noviembre, 2005

25 ANIVERSARIO

GRAN LOGIA SIMBOLICA ESPAÑOLA. 5980-6005. 25 ANIVERSARIO.
Ascensión Tejerina S.·.G.·.M.·.

Queridos hermanos y hermanas


Hace 26 años que un grupo de masones, de retorno de un largo exilio del suelo patrio decidieron restaurar, al amparo de la recién estrenada democracia, la tradición masónica española que cumplía en aquel entonces dos siglos y medio. No iba a ser fácil su tarea.

Todo constructor sabe qué es preferible construir sobre suelo raso que sobre escombros; y eso es lo que quedaba de la masonería después del sistemático trabajo de demolición que el régimen franquista llevó a cabo de manera minuciosa, implacable y cruel. Esos escombros consistían principalmente en una imagen negra astutamente implantada en el subconsciente español. La simple mención de la palabra masón producía escalofríos en las personas más neutrales. Tan sólo en un pequeño sector más liberal, ilustrado y viajado de la sociedad, el concepto no levantaba esos "espeluznes". Era como si la población hubiese sido vacunada. Indudablemente, no era el mejor escenario para acoger el proyecto que estos viejos masones querían acometer con tanta ilusión.

Por suerte, entre esos escombros aparecieron valiosos tesoros como, por ejemplo, el Archivo Histórico Nacional (Sección Guerra Civil) de Salamanca, de triste memoria por su utilización. En la tenacidad que empleó la dictadura para llevar a cabo la aniquilación de la masonería, llegó a concentrar todos los documentos, actas, correspondencia, nóminas, y cualquier otro testimonio de la actividad de las logias masónicas, y que había secuestrado por el método de la patada en la puerta, en un centro de documentación para la represión. Ahora este fondo documental se ha convertido en una inagotable fuente de investigación en manos de estudiosos e historiadores que se interesan en evaluar la exacta importancia y trascendencia de la institución masónica en la vida social y política de nuestro país en el pasado. Esto ha permitido por una parte reconstruir la realidad histórica de la masonería española, y por otra, poner de relieve los valores altamente civilizadores por los que esta institución había trabajado en nuestro país.

Pero no serían los escombros el único obstáculo que encontrarían nuestros queridos masones.

La rica y fructífera tradición masónica española, laica y adogmática por más señas (hay que decirlo: en España no existió ninguna Obediencia masónica de filiación anglosajona), fue traumáticamente interrumpida y estuvo más de 40 años ausente del panorama institucional español. Pero, ahora que volvía a constituirse en opción, no bastaba con que se legalizara y se levantaran algunas columnas para que los españoles, súbitamente, recuperaran la memoria. Entre otras cosas, porque no eran los mismos españoles de aquella época. Los nuevos españoles, aunque le adjudicasen irracionalmente un valor, sencillamente, no sabían lo que es la Masonería, ni para qué sirve.

Así pues, para estos masones refundadores la tarea no sólo consistía en reunir a unos cuantos nostálgicos para levantar las columnas de tres o cuatro logias. Había también que realizar una puesta al día del discurso masónico y de nuestras formas de estar en el mundo. La cuestión de la creencia en Dios o la incorporación de la mujer en el trabajo iniciático, eran temas que tenían que resolverse para estar a la altura de una sociedad que había progresado significativamente. El "aggiornamento" era inevitable. Lo que las otras masonerías europeas habían hecho durante 10 lustros, nosotros teníamos que realizarlo de una sola vez.

NACE LA GRAN LOGIA SIMBÓLICA ESPAÑOLA

Al cabo de un año, es decir en 1980, surge del seno de este grupo una iniciativa que, teniendo claro esa necesidad de puesta al día, asume plenamente el compromiso de recuperar la tradición masónica española, adogmática y progresista. Nacía la Gran Logia Simbólica Española.

Hoy la G\L\S\E\ es una Obediencia mixta, la única de ámbito nacional que no depende de ninguna potencia masónica extranjera. Tiene suscrito convenios de adhesión con las principales organizaciones internacionales masónicas adogmáticas como CLIPSAS, SIMPA, ESPACIO MASÓNICO EUROPEO Y UNIÓN MASÓNICA MEDITERRÁNEA.

Desde entonces la G\L\S\E\ viene luchando por la normalización de nuestra institución en España. La recuperación de los trabajos masónicos con plena naturalidad pasa por la restauración de nuestra imagen en la sociedad. Además de las reivindicaciones administrativas y públicas que hemos venido realizando, este compromiso nos ha llevado a adoptar unas fórmulas de transparencia que podríamos concretar alrededor de dos ideas:

PRIMERA IDEA:

NUESTRA CONDICIÓN DE ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL, NOS OBLIGA A DECIR CLARA Y PÚBLICAMENTE CUAL ES NUESTRO ROL INSTITUCIONAL.

Una de las exigencias que nos plantea la interpelación a la que somos sometidos es la de definir el rol institucional que nos incumbe. Si argumentamos nuestra legitimación en que siempre hemos sido perseguidos por defender los valores fundamentales y universales de Libertad, Igualdad, Fraternidad y Tolerancia; si la Masonería es una expresión mundial de aspiración de progreso de la humanidad basada en la naturaleza misma del hombre en cuanto puro y completo hombre; estamos, con esta argumentación, haciendo manifiesta, públicamente, la dimensión institucional de la Masonería. A partir de ese momento y por simple coherencia con el nivel de exigencias instaladas en las sociedades libres y democráticas, tenemos que pronunciarnos abiertamente acerca de nuestro papel y tendremos que responder de ello, ante las expectativas suscitadas, con el producto social que corresponda.

Hoy, la sociedad reclama saber quién es quién. Aquello que pertenezca al dominio de lo privado habrá que defenderlo con decisión de la presión inquisidora de la sociedad, pero a cambio de ese derecho a la privacidad, se hace más exigible la servidumbre y el retorno social que en cada caso también corresponda.

No es el camino más fácil, ciertamente. Lo cómodo es el anonimato, y así nadie nos pide responsabilidades, pero esto no sería ni justo ni juego limpio, ni con la sociedad ni con los que se incorporen a nuestro trabajo, atraídos la mayoría de las veces por los mensajes que nosotros mismos vertemos al público. La alternativa a este posicionamiento es la marginalidad y la clandestinidad, y no son sendas éstas muy recomendables para una vía constructivista.

No se trata de coger las pancartas y salir a la calle a vociferar nuestra índole, sino de contestar con precisión y naturalidad, cuando se nos pregunta: "…Éstos son nuestros intereses, esto es lo que hacemos y he aquí las pruebas de ello…".

SEGUNDA IDEA:

NUESTRO ROL INSTITUCIONAL ES LA REFLEXIÓN ÉTICA:

Si, como decía el filósofo y masón alemán Krause (1781-1832), la Masonería es la única institución que se ocupa del "Hombre en su pura y completa humanidad, en su totalidad", en la reflexión ética hallamos la ocupación humana que mantiene permanentemente la vista puesta en ese objetivo de trabajo con las dos preguntas siguientes: ¿es así como me construyo plenamente como ser humano? ¿Es ésta la sociedad que permite el desarrollo integral del ser humano? Resolver la primera de las preguntas es emprender el camino iniciático de la masonería. Resolver la segunda es mantener, comprometidamente, un constante ejercicio de crítica y revisión acerca del hombre en el mundo.

La Ética es una parcela de intereses y conocimientos que incumbe a todo ser humano. Nadie debe abdicar de su escrutadora mirada ética hacia sí mismo y hacia la sociedad. Sin embargo, la tendencia de lo cotidiano es superficializar, trivializar, apegarnos a la apariencia. Por el contrario, el método masónico nos invita a penetrar en el interior de las cosas, a hacer visible lo oculto y en eso consiste la reflexión ética, en asegurarse que las cuestiones que abordamos van a quedar suficientemente profundizadas hasta ver en que aspectos y en que medida queda comprometido lo humano en la situación estudiada. Una vez que todos los elementos constituyentes del problema están sobre la mesa, cada cual que elija sus opciones como mejor le cumplan, porque no es tarea de la Masonería decirle a nadie como tiene que actuar.

El criterio de examen ético del masón es el hombre en cuanto puro y completo hombre. Su finalidad, la puesta en evidencia de lo que pasa desapercibido. Por eso la reflexión ética es previa a la reflexión política o religiosa, aunque la línea divisoria de estos intereses sea muy movediza. No es que haya una Política con "P" mayúscula y una política con "p" minúscula, o una Religión con mayúscula y otra con minúscula, como muchas veces oímos decir para justificar que estamos tratando temas fronterizos; lo que hay son miradas distintas a las mismas situaciones, y a nosotros nos interesa la mirada ética.

CONMEMORACIÓN

Para una institución como la Masonería, que cuenta su edad por siglos, celebrar los 25 años de existencia de nuestra Obediencia no denota desde luego nuestra solera, pero sí significa que hemos alcanzado nuestro primer puerto importante en el tiempo. Y esto es un signo de estabilidad, de fuerza, de acumulación de experiencia y de reconocimiento en el ámbito masónico mundial suficiente como para encarar nuestro futuro con una razonable confianza.

La arena del reloj cósmico se desliza inexorable e indiferente. Sin embargo nuestra trayectoria en el tiempo no debe ser un "continuum" sólo alterado por las circunstancias. Debemos crear ritmos que nos den conciencia de su paso para así aprehenderlo mejor y poder distribuir nuestra acción de manera sincronizada con los diversos acontecimientos que ocurren en nuestro entorno. Por eso debemos ir dejando testimonios de nuestros balances y de nuestros resultados. Ésta es la razón por la que hemos querido, en esta celebración de nuestros primeros 25 años, ofrecer una publicación que recoja lo que es la Gran Logia Simbólica Española (G\L\S\E\-G\O\E\U\), al día de hoy: cuales son sus Respetables Logias, sus estructuras y sus proyectos, de la forma más objetiva posible, para que pueda servir de referente para medir los progresos.

Dentro de 25 años, los que en ese momento tengan la responsabilidad de dirigir los pasos de nuestra Obediencia, harán un alto en el camino para reflexionar sobre el camino recorrido y evaluarán en que medida son deudores de un pasado y en que medida dependen de la correcta visualización del futuro porque es en el futuro que cobramos nuestro salario, es él quien verifica el valor de nuestra obra.

He dicho.