A propósito del Gran Arquitecto del Universo: ¿propone la Gran Logia Simbólica Española una masonería espiritualista?
Me plantea un hermano: el actual GM del Gran Oriente de Francia cataloga a la Gran Logia Simbólica Española como una Gran Logia espiritualista. ¿Es eso correcto?
Es esta una cuestión en la que al parecer es difícil hacerse entender en un contexto de inevitables simplificaciones.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado tal y como se practica en la GLSE, de acuerdo con el Supremo Consejo Masónico de España del grado 33 ( reconocido Ginebra 1977) -hoy- ha superado el dilema de espiritualistas y materialistas, tradicionalistas y modernistas, neoplatónicos y epicúreos porque propone una definición filosofista y abierta del simbolismo del Rito.
La Gran Logia Simbólica Española no es ni espiritualista ni tampoco lo contrario. El sentido del símbolo del Gran Arquitecto del Universo es en el REAA que practica la GLSE un concepto pro forma, es decir un concepto incoado pero no concluso, en el que se dejan abiertas posibilidades que han de ser cerradas por cada iniciado. En este sentido la Gran Logia Simbólica Española es una Obediencia que está abierta a los espiritualistas, y a las personas que profesan una fe determinada, pero está igual de abierta a los hombres y mujeres que hacen una opción agnóstica o atea, arraigada en una ética estrictamente humanista. Exige de unos y otros una fraternidad co-implicante con el Otro.
Un concepto pro forma, análogamente a un contrato pro forma, es un concepto, abierto, incompleto, definido funcionalmente pero pendiente de concretar definitivamente y/o a la que le falta algún dato y que sin embargo goza de validez en aquella parte que se ha convenido a la espera de la opción con la que cada uno "cierre" el concepto, provisonal o definitivamente.
La clave de bóveda del sentido que adquiere el simbolismo del Gran Arquitecto del >universo y todos y los símbolos del ritual masónicoa en la GLSE es la vocación filosófica -más aún, filosofista- de nuestra tradición. Filosófica en una sentido no académico sino socrático y existencial.
La GLSE no es ni una iglesia secreta, gnóstica o neoplatónica, ni tampoco una liga laicista, un ateneo librepensador o un club republicano, aunque puede haber hermanos y hermanas que interpreten su compromiso masónico en esos términos. La GLSE es una tradición iniciática, en la que iniciático no tiene ningún significado mágico sino que responde a un entendimiento filosófico y existencial, una iniciación que invita a cada masón a hacerse cargo de sí mismo de aquella manera que él o ella entiende que mejor corresponde a su propia originalidad. A partir de esa posición la masonería conecta y relaciona en el seno de las logias de la GLSE a personas de muy diferentes horizontes ideológicos, políticos o biográficos permitiendo que la logia sea, en efecto, el centro de la unión de aquello que está disperso.
¿Es tan difícil de entender esta posición?
Fuente:
http://colectaneamasonica.blogspot.com/2009/09/proposito-del-gran-arquitecto-del.html
Es esta una cuestión en la que al parecer es difícil hacerse entender en un contexto de inevitables simplificaciones.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado tal y como se practica en la GLSE, de acuerdo con el Supremo Consejo Masónico de España del grado 33 ( reconocido Ginebra 1977) -hoy- ha superado el dilema de espiritualistas y materialistas, tradicionalistas y modernistas, neoplatónicos y epicúreos porque propone una definición filosofista y abierta del simbolismo del Rito.
La Gran Logia Simbólica Española no es ni espiritualista ni tampoco lo contrario. El sentido del símbolo del Gran Arquitecto del Universo es en el REAA que practica la GLSE un concepto pro forma, es decir un concepto incoado pero no concluso, en el que se dejan abiertas posibilidades que han de ser cerradas por cada iniciado. En este sentido la Gran Logia Simbólica Española es una Obediencia que está abierta a los espiritualistas, y a las personas que profesan una fe determinada, pero está igual de abierta a los hombres y mujeres que hacen una opción agnóstica o atea, arraigada en una ética estrictamente humanista. Exige de unos y otros una fraternidad co-implicante con el Otro.
Un concepto pro forma, análogamente a un contrato pro forma, es un concepto, abierto, incompleto, definido funcionalmente pero pendiente de concretar definitivamente y/o a la que le falta algún dato y que sin embargo goza de validez en aquella parte que se ha convenido a la espera de la opción con la que cada uno "cierre" el concepto, provisonal o definitivamente.
La clave de bóveda del sentido que adquiere el simbolismo del Gran Arquitecto del >universo y todos y los símbolos del ritual masónicoa en la GLSE es la vocación filosófica -más aún, filosofista- de nuestra tradición. Filosófica en una sentido no académico sino socrático y existencial.
La GLSE no es ni una iglesia secreta, gnóstica o neoplatónica, ni tampoco una liga laicista, un ateneo librepensador o un club republicano, aunque puede haber hermanos y hermanas que interpreten su compromiso masónico en esos términos. La GLSE es una tradición iniciática, en la que iniciático no tiene ningún significado mágico sino que responde a un entendimiento filosófico y existencial, una iniciación que invita a cada masón a hacerse cargo de sí mismo de aquella manera que él o ella entiende que mejor corresponde a su propia originalidad. A partir de esa posición la masonería conecta y relaciona en el seno de las logias de la GLSE a personas de muy diferentes horizontes ideológicos, políticos o biográficos permitiendo que la logia sea, en efecto, el centro de la unión de aquello que está disperso.
¿Es tan difícil de entender esta posición?
Fuente:
http://colectaneamasonica.blogspot.com/2009/09/proposito-del-gran-arquitecto-del.html
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