12 mayo, 2006

El Credo De Un Humanista

Hasta donde sé Erich Fromm no fue iniciado en la Francmasonería. No obstante, por el fondo humanista y la alta calidad del contenido de sus escritos, bien podríamos considerarlo como tal. En efecto, para muchos Erich Fromm constituye un ejemplo claro de un "Masón sin Mandil".Se dice que el libro más "personal" de Erich Fromm es el titulado "Más allá de las cadenas de la ilusión". Comienza con un capítulo autobiográfico y termina con un "Credo" que redactó en 1965 bajo el título de "Some beliefs of man, in man, for man", en el que resume, en una especie de profesión de fe, su concepto del hombre y sus ideas sobre el dinamismo progresivo o regresivo de los procesos humanos y sociales.He aquí una síntesis de los conceptos más importantes, que dejo a vuestra reflexión para que juntos podamos analizarlos y eventualmente convertirlos en parte de nuestro acervo de normas directrices en tanto grupo que trabaja por y para la realización de los principios humanistas universales.

· Creo que la unidad del hombre se debe a que el hombre, a diferencia de otros seres vivientes, es la vida consciente de sí misma. El hombre es consciente de sí mismo, de su futuro que es la muerte, de su pequeñez, de su impotencia. Es consciente del otro en cuanto otro. El hombre está en la naturaleza y sometido a sus leyes, aunque la trascienda con el pensamiento.

· Creo que el hombre es consecuencia de la evolución natural; que ha nacido del conflicto de estar preso y separado de la naturaleza y de la necesidad de hallar unidad y armonía con ella. Este conflicto exige en el hombre la necesidad de buscarle soluciones, que a su vez crean nuevos conflictos que requieren nuevas soluciones.

· Creo que toda solución a estos conflictos puede cumplir realmente la condición de ayudar al hombre a superar el sentimiento de separación y a lograr en cambio, un sentimiento de concordia, comunidad y colaboración. En toda solución de sus conflictos, el hombre tiene la posibilidad de escoger entre avanzar o retroceder. Estas opciones, que se manifiestan en actos precisos, son medios para rebajar o para desarrollar la humanidad que llevamos dentro.

· Creo que la alternativa fundamental para el hombre es la elección entre "Vida" o "Muerte", entre creatividad y violencia, entre realidad y engaño, entre objetividad e intolerancia, entre fraternidad con independencia y dominio con sometimiento. Podemos atribuir a la "Vida" el significado de continuo nacimiento y constante desarrollo. Podemos atribuir a la "Muerte" el significado de suspensión de desarrollo y continua repetición.

· Creo que con la solución regresiva, el hombre trata de encontrar la unidad librándose del insoportable miedo a la soledad y a la incertidumbre, desfigurando lo que lo hace humano y lo atormenta. La regresión del hombre se desarrolla en tres manifestaciones, juntas o separadas:
1. La "Necrofilia", que es el gusto por todo lo que es violencia y destrucción; el deseo de dañar, de matar, la adoración de la fuerza, la atracción por la muerte, el suicidio y el sadismo, el deseo de transformar lo orgánico en inorgánico sometiéndolo al "Orden". El necrófilo por ser incapaz de crear en su impotencia encuentra más fácil destruir, porque para él solo una cualidad tiene valor: la fuerza.
2. El "Narcisismo", entendido como la distorsión del juicio racional hacia falta de interés auténtico por el mundo exterior y un intenso apego a uno mismo, al propio grupo, clan, religión, nación, etnia, etc. Por lo general, la necesidad de satisfacción narcisista deriva de la necesidad de compensar una pobreza material y cultural.
3. La "Simbiosis Incestuosa", entendida en el sentido freudiano de seguir ligado a la madre y sus equivalentes, la estirpe, la familia, la tribu, la nación; a descargarse el insoportable peso de la responsabilidad, de la libertad y la conciencia, para ser protegido y amado en un estado de seguridad dependiente, que el individuo paga con la anulación de su propio desarrollo humano.

· Creo que escogiendo avanzar, el hombre puede encontrar una nueva unidad mediante el pleno desarrollo de todas sus energías humanas, que se muestran en tres orientaciones, juntas o separadas:
1. La Biofilia;
2. El amor a la humanidad y a la naturaleza;
3. La independencia y la libertad.

· Creo que el Amor es la llave principal para abrir las puertas al crecimiento del hombre. El Amor a lo demás permite trabar relación con otros, sentirse uno con otros, sin reducir el sentido de integridad e independencia. El Amor es una orientación positiva, para la cual es esencial que se hallen presentes al mismo tiempo, la solicitud, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento del objeto de unión. La experiencia del Amor, al igual que la razón, es el acto más humano y humanizador que le es dado gozar al hombre, y como ésta, carece de sentido si se entiende de manera parcial.

· Creo que "Libertad" es la capacidad de obedecer la voz de la razón y del conocimiento, en contra de las voces de las pasiones irracionales. Emancipa al hombre y lo pone en el camino de emplear sus facultades racionales y de comprender objetivamente el mundo y el papel que juega en él. La "Lucha por la Libertad" debe significar hoy liberarnos individual y colectivamente de la "Autoridad" a la que nos hemos sometido "voluntariamente". De esas fuerzas que exigen de manera expresa u oculta este sometimiento porque somos incapaces de soportar la Libertad. Cada paso en la vida del hombre que aumente su madurez, aumentará su capacidad para elegir la alternativa liberadora.

· Creo que por su propia naturaleza, el hombre libre no puede tomar la opción regresiva. El problema del libre albedrío existe para el hombre de orientaciones contrapuestas víctima de las contradicciones generadas por deseos inconscientes y por justificaciones tranquilizadoras.

· Creo que nadie puede salvar a su prójimo decidiendo por él. Únicamente podrá ayudarlo señalándole las alternativas posibles, con toda sinceridad y amor, sin sensiblería ni engaño alguno. La conciencia intelectiva de las alternativas liberadoras puede reavivar en un individuo sus energías ocultas y ponerlo en el camino en el que escoja la "Vida" en lugar de la "Muerte".

· Creo que la "Igualdad" se siente cuando al descubrirse uno por completo, se reconoce igual a los otros y se identifica con ellos. Todo individuo lleva a la humanidad en su interior. La "Condición Humana" es única e igual en todos los hombres, a pesar de las inevitables diferencias de inteligencia, talento, estatura, color, etc.. La Igualdad debe ser recordada siempre para evitar que uno se convierta en instrumento de otro.

· Creo que la "Fraternidad" es el Amor dirigido a nuestros semejantes. No obstante, se quedará en palabra hueca mientras no se hayan eliminado todos los lazos "Incestuosos" que impiden tratar y juzgar objetivamente al "Hermano".

· Creo que el individuo no puede entablar estrecha relación con su humanidad en tanto no se disponga a trascender su sociedad y a reconocer de qué modo ésta fomenta o estorba sus potecialidades humanas. La sociedad ha chocado siempre con la humanidad, aún teniendo una función a la vez estimulante e inhibitoria. La sociedad no dejara de paralizar al hombre y promover la dominación hasta que su fin se identifique con el de la humanidad.

· Creo que podemos y debemos esperar una sociedad cuerda que fomente la capacidad del hombre de amar a sus semejantes, de trabajar y crear, de desarrollar su razón y un sentido real de sí mismo basado en la experiencia de su energía positiva.

· Creo que podemos y debemos esperar la recuperación colectiva de una salud mental caracterizada por la capacidad de amar y de crear, por la liberación de los "lazos incestuosos" con el Clan y con la Tierra, por un sentido de identidad basado en la experiencia que tiene de sí mismo el individuo como sujeto y agente de sus facultades y por la capacidad de influir en la realidad exterior e interior a uno mismo, logrando el desarrollo de la objetividad y de la razón.

· Creo que mientras parece que el mundo enloquece y se deshumaniza, cada vez más individuos sentirán la necesidad de asociarse y colaborar con quienes compartan sus preocupaciones. Estos hombres y mujeres de buena voluntad no sólo deben hacerse una interpretación humana del mundo, sino que también deben señalar el camino y trabajar por su posible transformación: la interpretación sin voluntad de reforma es inútil; la reforma sin previa interpretación es ciega.

· Creo posible la realización de un mundo en el que el hombre pueda "Ser" mucho aunque "Tenga" poco; un mundo en el que el móvil dominante de la existencia no sea el consumo; un mundo en el que el ser humano sea el fin primero y último; un mundo en el que pueda encontrar la manera de dar un objeto su vida y la fortaleza de vivir libre y desengañado.

Fuente:
http://www.uninet.com.py/fraternus/credo_humanista.html