18 marzo, 2006

Una historia milenaria respalda al futbol como expresión de cultura lúdica popular

Una historia milenaria respalda al futbol como expresión de cultura lúdica popular


Pinturas rupestres apuntan su temprana presencia en Nueva Guinea en épocas prehistóricas y en Egipto, Grecia, Roma y China desde hace más de cuatro mil años

ÁNGEL TREJO

Juego infantil callejero con bolas de trapo, botes de hojalata, cáscaras de fruta o guijarros; deporte reglamentado, espectáculo de masas -el más exitoso a nivel mundial-, negocio de múltiples vertientes mercadotécnicas y eventual recurso de manipulación política, el balompié tiene una milenaria historia durante la que fue ritual religioso, juego de representación guerrera, arte de juglaría y motivo de fiesta popular en pueblos de África, Europa y Asia.

La referencia más remota data de Nueva Guinea, donde pintores rupestres dejaron constancia de una actividad lúdica parecida al futbol. Más recientemente en Egipto, hacia el año 2,500 antes de Cristo, se localizaron pelotas de lino y de cuero de venado rellenas con nervios de mamíferos y envueltas con telas de colores. Los arqueólogos suponen que estas bolas se usaron para jugar un tipo de balompié en ofrenda ritual a algún dios o diosa de la fertilidad del antiguo Egipto.

En Grecia se practicó hace dos mil años antes de Cristo el piskyros o phaininda, un balompié que se jugaba con una bola que primero se hizo de lino y cabello (¿influencia egipcia?), luego con vegijas de cerdo infladas y cubiertas con cuero de venado. Estas pelotas, denominadas follis, se hicieron también con esponjas envueltas con telas y cordeles. El piskiros era practicado al desnudo por hombres y mujeres. Los romanos lo adoptaron al someter a Grecia a su égida imperial.

El harpastum, la versión romana del piskiros, se jugó con balones más pequeños y duros (de ahí su nombre) entre equipos de cinco a 12 jugadores en un campo rectangular partido en dos por una línea central. Cada escuadra debía mantener la pelota en su propio campo y el rival buscaba quitársela y llevarla al suyo. Se usaban más las manos que los pies y se presume que de él derivaron el futbol multitudinario, el soule, el calcio y el rugby.

En 2004, con ocasión del Foro Mundial del Futbol celebrado en Pekín, China, el presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), Joseph Blatter, hizo algo que tuvo poca repercusión mediática: reconoció al cuju o tsu chu -un tipo de balompié surgido en la ciudad de Zibo, la provincia de Shandong, entre los siglos VIII y V antes de Cristo- como la versión más antigua del futbol y declaró a China como cuna mundial de este deporte.

En dicha oportunidad, Blatter recibió del Instituto de Investigación Arqueológica de la Academia de Ciencias de China pruebas que demostraron que el cuju -practicado con un balón de ocho a 10 gajos de cuero de buey en un campo rectangular con porterías y bajo el régimen de 25 reglas- data del periodo de los Estados Combatientes (475-221 a.C.) y que en la dinastía Tang (618-907 a.C.) gozaba de gran popularidad en el pueblo chino, prolongándose su práctica varios siglos después de la nueva era.

En un periodo ligeramente posterior (entre el año 300 a. C. y el 600 d.C.) en Japón se desarrolló el kemari o kenatt, un balompié en el que ocho personas o menos se disputaban un balón de cuero relleno de aserrín que tenía un diámetro de nueve a 10 pulgadas. El campo, de forma rectangular con un arce, un pino, un sauce y un cerezo en cada esquina, se llamaba kikutsubo. Fue muy popular entre los siglos X y XVI, algunos emperadores lo practicaron y hoy se juega como reminiscencia histórico-cultural.

Existe la versión de que en el año 50 antes de Cristo hubo un encuentro internacional entre jugadores chinos de cuju y japoneses de kemari, el cual habría sido el primer intercambio mundial de balompié, del que hay otras versiones aproximadas como el pasuckuakohowog, una especie de simulación de guerra entre bandos de mil personas practicada por indios de Norteamérica (siglo XVI) y el asqaqtuk, un futbol esquimal ejecutado sobre hielo con bolas de pelo yerba y musgo envueltas en pelo de caribú.

La lista de prácticas de balompié puede ser muy larga, toda vez que existe la presunción de que en la antigüedad habría habido tantas formas de jugar con los pies como culturas y civilizaciones hubo en el pasado, cada una con objetos de juego diferentes -piedras, semillas, bolas de cuero, pelotas de goma, etc-, espacios de desplazamiento, metas, marcadores y reglas de juego.

La versión del balompié que prevalece hoy a nivel mundial -futbol soccer- se configuró en 1846-48 en el Trinity College de Cambridge, Inglaterra, cuando se elaboraron las primeras 17 reglas que debían regirlo y distinguirlo de expresiones similares -específicamente del rugby- que se practicaban en Gran Bretaña, Gales, Escocia, Irlanda y Normandía y que habrían derivado del futbol multitudinario y el harpastum y antes, por supuesto, del episkyros y el anónimo balompié egipcio.

El futbol multitudinario, al parecer el patrón básico e histórico del balompié británico, se jugaba con base en dos equipos con número ilimitado que se disputaban la posesión de un balón para llegar, a través de calles y plazas, al mercado o plaza central del pueblo. Era tan violento que los domicilios se pertrechaban con barricadas para evitar su destrucción y la vista de hechos de sangre entre los jugadores. En el siglo II se le llamó shrovide y con él se celebró el retiro imperial de los romanos de Gran Bretaña.

Otra conseja afirma que emergió del revanchismo británico contra el dominio vikingo y que el balón original habría sido la cabeza cercenada a un príncipe de Dinamarca. Una tercera lo vincula a un ritual que simbolizaba una ofrenda al Sol, representado por el balón, para propiciar buenas lluvias y cosechas. Entre los siglos VII y IX el futbol multitudinario fue intensamente popular en Gran Bretaña y hacia el siglo XI se mezcló con el soule, llevado a la isla por los invasores normandos.

Este intercambio lo hizo aun más agresivo y entre 1280 y 1312 sus jugadores se armaban con cuchillos al cinto, provocando encuentros mortales. Esta situación lo llevó primero a la prohibición y luego a una regulación estricta dictada por el rey Edward III en 1314. A partir de 1349 hubo nuevos intentos de los reyes Richard II, Henry IV, Henry VI y Jaime II por frenarlo, sin conseguirlo. En el siglo XVII Carew de Cornwall trató de desbravarlo con nuevas reglas de juego, pero fue hasta mediados del XIX cuando surgió su formulación moderna reglamentada.

Su nacimiento oficial ocurrió el 23 de octubre de 1863 en la Freemmason's Tabern, en la calle Great Queen de Londres, con la fundación de la Football Asociation de Inglaterra. La primera reglamentación del soccer -establecida con acuerdo de 11 de los 12 equipos pioneros en la Taberna de los Masones Libres- conservó mucho de lo que aún tenía del rugby (las escuadras podían integrarse de 15 a 60 jugadores) y fue hasta 1870 cuando se redujeron a 11 por equipo y se prohibió a los jugadores de campo tocar el balón con las manos.

El soule apareció en el siglo XI en Normandía, la Francia vikinga, y el calcio en Italia entre los siglos XIV y XV, ambos con notables similitudes con el juego británico que más tarde derivó en el rugby del que desprendió el futbol. El calcio se jugaba -aun se practica una vez al año en Florencia- entre bandos de 27 elementos mediante la disputa de una pelota de cuero rellena con crines de caballo, la cual tenía que ser llevada con pies y manos a la meta contraria.



Fuente:
http://www.noticias-oax.com.mx/
articulos.php?id_sec=10&id_art=
39965&id_ejemplar=1062