30 agosto, 2006

El director de la primera revista masónica alerta sobre los peligros del nacional-catolicismo

30/08/2006
Ilia Galán, en El País
ELPLURAL.COM

Javier Díaz Galán más conocido como Ilia Galán alerta de los peligros del nacional-catolicismo en ciertos sectores de la jerarquía católica. En un artículo publicado ayer en El País, Galán, director de la primera revista de la masonería española, explica como la institución eclesiástica siempre ha querido influir políticamente en el rumbo de los pueblos.

Galán es el director de la revista Conde de Aranda. Estudios a la luz de la francmasonería, la primera revista de la Gran Logia de España. La publicación se lanzó el pasado mes de junio con el objetivo de informar sobre la masonería, pero también abordar cuestiones actuales de la sociedad bajo el enfoque del ideario masónico.

Asimismo, Galán es filósofo y profesor de Estética en la Universidad Carlos III de Madrid.

Como el abad de Montserrat
Galán empieza su artículo dándole la razón al abad de Montserrat, Josep María Soler, cuando, en una entrevista dijo: "Un sector de la jerarquía católica tiene nostalgia del nacional-catolicismo". Y como ejemplo de esta nostalgia recordó la preocupación mostraba por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, sobre la reforma del Estatut de Cataluña y por la unidad de España.

Y se preguntó: “Pero muchos cristianos católicos se preguntaron entonces y se preguntan hoy: ¿qué tiene que ver la doctrina de Cristo con la unidad de España, la de Yugoslavia o la del Reino Unido?”. Para Galán, esto demuestra que para ser buen cristiano, nada debería importar seguir una u otra política.

Una influencia negativa
Además, este filósofo dijo que cuando la Iglesia influye en la política se registran negativos resultados, tales como los periodos absolutistas o inquisitoriales. “Este planteamiento haya llevado en ocasiones a la Iglesia a torpes apoyos, como los que dio al absolutismo de los reyes y al sistema inquisitorial, y a torpes condenas, como las del liberalismo, las huelgas, la libertad religiosa y otros derechos humanos hoy reconocidos también por el Vaticano”.

La masonería
Asimismo, Galán culpó a este poder católico de condenar la masonería, sólo por el hecho de estar “ligada a los ideales de libertad, igualdad y fraternidad”. Por ello, fue que muchos católicos franceses, belgas y españoles que pertenecían a las logias las abandonaran o se hicieran anticlericales.

Pero que aunque este poder católico siempre trata de imponer sus condiciones a sus fieles, según explica el profesor de la Carlos III, existen muchos católicos que entendieron que su fe no estaba en contradicción con el hecho de ser masón, como “hay independentistas vascos o catalanes que no entienden que sus opiniones políticas vayan contra Cristo”.

Los cambios
Para Galán tanto la masonería como la Iglesia han cambiado en el pasado siglo. “Aunque aún interviene excesivamente en la política de Estados ajenos al Vaticano”. Estos cambios se observan, según el filósofo, en que la Iglesia ha aceptado institucionalmente los principios democráticos y la libertad e igualdad, así como “ya no excomulga a los masones y éstos no son necesariamente anticlericales”.

Igualmente, Galán dijo que la masonería “no lucha contra ninguna religión” y acepta todas siempre que sean “versiones tolerantes y no fanáticas” de la creencia. “En la masonería cada uno cree lo que quiere y la figura del Gran Arquitecto del Universo es, como el templo, sólo un símbolo, que el masón musulmán puede concebir como Alá, el cristiano como el Dios trinitario, el judío como Jehová (…)”, añadió.

Recen por los obispos
Ante este planteamiento, el filósofo aseguró que no debe extrañar a los ciudadanos españoles que “algunos masones” recen por los obispos, mientras otros desdeñan sus criterios políticos. O que Cataluña o Euskadi desarrollen sus destinos sin “proclamas masónicas” que apoyen una dirección u otra, concluyó.



Fuente: http://www.elplural.com/macrovida/detail.php?id=6416