-El periodista Pepe Rodríguez relata la historia más reciente de una institución que ha sido perseguida con saña durante sus casi tres siglos de existencia.
-“La democracia le debe mucho a la masonería”, sostiene el autor de ‘Masonería al descubierto’.
Madrid, 13 oct. (COLPISA, Tomás García Yebra). “La ignorancia que los ciudadanos tienen sobre los masones ha conducido a que se les asocie con personas raras y siniestras”, asegura el periodista Pepe Rodríguez (Tortosa, 1953), autor de ‘Masonería al descubierto. Del mito a la realidad’ (Temas de Hoy), un ensayo que aborda la historia más reciente de esta institución. El autor catalán revela nombres de personajes que forman parte de alguna de las 21 obediencias en que se subdivide la masonería. La ex consejera de Cultura de la Generalitat, Caterina Mieras, el ex consejero de Agricultura de este gobierno autonómico Jordi Williams, el que fuera secretario de Estado de Universidades, Salvador Ordóñez, el ex banquero Mario Conde o el ex ministro socialista de Educación, Jerónimo Saavedra, son algunas de las personas que se citan en el libro. “Aparecen aquellos que han jugado un papel preponderante en el desarrollo de la masonería en los últimos años”, precisa el periodista. “Obviamente conozco nombres y apellidos de masones que son actores, deportistas, arquitectos, grandes empresarios, pero ellos no quieren que se sepa y yo no soy quién para romper el secreto”. Rodríguez estima en unos 2.500 el número de masones que existen en nuestro país. La Gran Logia Española, de tendencia tradicionalista y con influencia anglosajona, agrupa a unos 850 miembros; la Gran Logia Simbólica, más liberal y de influencia francesa, tiene unos 400 adeptos. El resto –algunas no llegan al centenar- tienen “poco peso”.
Perfeccionar el espíritu
Los masones se definen comos personas que “aceptan la precariedad de la materia” (simbolizado en la escuadra) y que desean “perfeccionar el espíritu” (símbolo del compás). “La democracia le debe mucho a la masonería”, sostiene Pepe Rodríguez, quien confiesa que no es masón ni tiene intención de serlo. La primera logia en nuestro país la fundó el duque de Warthon, un coronel inglés, en el año 1728. Su sede estaba en Madrid. A raíz de la Revolución Francesa se extendió por toda España. “Fue perseguida por la Inquisición y ni siquiera Carlos III, de perfil tan liberal, la admitió”, dice Rodríguez. “Ahora es fácil hablar de libertad, igualdad, fraternidad y racionalismo, pero durante mucho tiempo estos conceptos se asociaron a la influencia del diablo”. Franco, según sus investigaciones, nunca quiso ser masón. “Eso es un bulo como tantos que se han difundido; estaba obsesionado con ellos, pero nunca simpatizó con su ideario. Quien sí quiso entrar y no le dejaron fue a Gustavo Villapalos”. El libro saca a la luz –entre otros asuntos- el expolio patrimonial que el franquismo realizó a los masones, analiza el proceso político que se está realizando para indemnizarlos, informa sobre sus malas relaciones con la Iglesia católica y profundiza en el pujante papel de la mujer en las logias. “Cada vez hay más adeptas a la masonería; actualmente, en la Gran Logia Simbólica, más del 30% son mujeres”.
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2 comments:
El señor Pepe Rodriguez ha redactado un libro hinchándolo de anotaciones periodisticas y de valoraciones personales que , en muchos casos, no se ajustan a la realidad. Sobre todo cuando menciona a personas concretas se nota que se ha nutrido de rumores, suposiciones y de ahí ha extraido teorias propias. Me consta por que algunas de ellas de las que tengo conocimiento personal no son exactamente como las expone. Pero bueno digamos que es un producto que se vende y a eso es a lo que se decida este señor y su editorial.
soy masón. rodríguez ha mentido en su libro, es un mentiroso patológico, ya que no sigue aquellos que otros masones le explicaron, intentando sembrar el descrédito. además oculta informaciones de masones amigos suyos. vergonzoso
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