24 febrero, 2006

La amenaza nuclear vs. la tercera guerra mundial

Texto | Ernesto Melgar

Fotos | A.P

Conflicto | La amenaza nuclear es otra vez nota de tapa en los periódicos más importantes del mundo y un problema latente para las naciones envueltas.

Irán y Corea del Norte fueron contundentes y desafiantes a la vez, pues anunciaron que continuarán con sus programas nucleares pese a la censura de occidente ya que, según aseguran, ellos también “tienen derecho a defenderse”. En Europa, el primer mandatario galo, Jacques Chirac, durante una visita a Ile Longue, la zona donde están ubicados los submarinos nucleares en el noroeste de su país, dijo que Francia está preparada para lanzar un ataque nuclear contra cualquier estado o región que llevara a cabo una agresión terrorista en suelo francés, llegando a incluir a los suministros estratégicos franceses y la defensa de sus aliados entre los "intereses vitales" protegidos por la disuasión nuclear gala.

Por ahora, el cruce de declaraciones no ha pasado de ello, pues tratándose de armas de destrucción masiva, un probable enfrentamiento entre fuerzas nucleares traería consecuencias sin precedentes en la historia de la humanidad. Si bien es cierto que no es la primera vez que suceden roces entre países con esta capacidad de destrucción, lo cierto es que son cada vez más las naciones que justifican la posesión de instalaciones nucleares con fines dudosos. En esta situación, ya sea para disminuir aquella capacidad o como respuesta a un ataque preventivo, basta con que uno de estos países inicie la batalla para dar pie a otro conflicto, la denominada Tercera Guerra Mundial que, según analistas e historiadores, incluso ya estaría planificada.

Las “grandes guerras”

Dos miembros de la cúpula masónica de los Iluminados, Albert Pike y Giuseppe Mazzini, según correspondencia que se conserva en la biblioteca del Museo Británico en Londres, habrían sido los autores a fines del siglo XIX del diseño de las tres grandes guerras mundiales. En carta dirigida a Mazzini en agosto de 1871, Pike le comunica que la Primera Guerra Mundial se debía generar para permitir a los Iluminados derrocar el poder de los zares en Rusia, transformando a este país en la fortaleza del comunismo ateo. Las divergencias provocadas por los agentes de los Iluminados entre los imperios británico y alemán debían ser aprovechadas para fomentarla.

La Segunda Guerra Mundial debía fomentarse aprovechando las diferencias entre fascistas y sionistas políticos. La lucha se iniciaría entonces para destruir al nazismo e incrementar el sionismo político, con tal de permitir el establecimiento del Estado soberano de Israel en Palestina. Durante esta guerra también se daría vida a una Internacional Comunista lo suficientemente fuerte como para equipararse a todo el mundo cristiano.

En este terreno, la Tercera Guerra Mundial se fomentaría aprovechando las diferencias promovidas por los agentes de los Iluminados infiltrados en el sionismo político y entre los dirigentes del mundo musulmán. La guerra debe de orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político se destruyan mutuamente, mientras que otras naciones se verán obligadas a entrar en la lucha, hasta el punto de agotarse física, mental, espiritual y económicamente. Además, Pike le escribió a Mazzini que, al final de la Tercera Guerra Mundial, “quienes pretendan la completa dominación mundial provocarán el mayor cataclismo social jamás conocido”.

Más allá del intercambio de presagios entre estos Iluminados, que pertenecen a altos grados de la masonería, el mundo ya ha advertido un posible enfrentamiento armado entre diversas civilizaciones. Los conflictos que ocurren a diario en Oriente Medio y los atentados del 11 de septiembre del 2001 en los Estados Unidos son una muestra de ello.

Según Alexander Arbatov, vicepresidente del Comité de Defensa de Rusia, la estrategia para la nueva gran guerra, se inicia con la disgregación de Yugoslavia a fines del siglo pasado. Este conflicto de 1999 –que coincidió con la formación del GUUAM (una alianza entre Georgia, Ukrania, Uzbekistan, Azerbaijan y Moldavia) y con la ampliación de la OTAN hacia Europa del Este—marcó un importante punto de inflexión en las relaciones Este-Oeste. El estamento militar de Rusia, en aquel momento, expresó abiertamente su desconfianza con respecto a los Estados Unidos: "el bombardeo de Yugoslavia podría resultar ser, en un futuro cercano, un simple ensayo para efectuar ataques similares contra Rusia".

También es a partir de la guerra de Yugoslavia que la administración Clinton aumentó su apoyo militar a Taiwán contra China, provocando una considerable escalada armamentística en la región. Destructores Aegis de fabricación estadounidense equipados con misiles tierra- aire de última tecnología, misiles mar-mar y misiles de crucero Tomahawk fueron entregados a Taiwán para reforzar su capacidad naval. Por su lado, Pekín respondió a esta escalada armamentística recibiendo en el año 2000 su primer destructor de misiles de fabricación soviética, el Hangzhou, equipado con misiles antinavío SS-N-22 Sunburn, "capaces de penetrar las defensas tecnológicamente más avanzadas de un grupo de combate naval estadounidense o japonés".

Mientras tanto, en Washington, se estaba produciendo otra escalada al mismo nivel. El objetivo era alcanzar una posición de hegemonía militar a escala global: el gasto de defensa en el 2002 se incrementó en más de 320.000 millones de dólares, una cifra equivalente al PIB de la Federación Rusa (aproximadamente 325.000 millones de dólares). Pero aún mayor fue el incremento del gasto militar estadounidense que se puso en marcha a raíz del bombardeo de Afganistán en el 2002.

De ese presupuesto general de defensa, miles de millones de dólares han sido utilizados para "renovar el arsenal nuclear estadounidense". Se ha desarrollado una nueva generación de "misiles de fragmentación" dotados de cabezas nucleares múltiples, capaces de disparar desde una única plataforma de lanzamiento hasta diez cabezas nucleares dirigidas a diez ciudades diferentes. Actualmente, estos misiles apuntan a Rusia.

En este contexto, Washington se ha aferrado a lo que denomina como política de "golpear primero", concebida en principio para ser aplicada a los llamados países que integran el denominado "eje del mal", pero que de hecho está dirigida en gran medida hacia Rusia y China.

Garantía nuclear

Actualmente hay cinco países que se consideran "Estados Nuclearmente Armados" (NWS por Nuclear Weapon States, en inglés), estatus internacional otorgado por el Tratado de No Proliferación Nuclear.

El orden de posesión de armas nucleares está encabezado por Rusia (18.000), Estados Unidos (10.500), China (400), Francia (350) y Gran Bretaña (200), y desde que se firmó el tratado, otros dos países han realizado pruebas nucleares: India (90) y Pakistán (50).

Por su parte, Corea del Norte (18) ha declarado públicamente poseer armas nucleares pero todavía no ha llevado a cabo pruebas confirmadas y su estatus es desconocido. También hay amplias sospechas de que Israel, con el beneplácito de los Estados Unidos, posee un arsenal de más de 100 armas nucleares.

En su discurso sobre la doctrina nuclear francesa, el presidente Chirac afirmó que "frente a las inquietudes del presente y las incertidumbres del futuro, la disuasión nuclear sigue siendo la garantía fundamental de nuestra seguridad". Sobre el tema, Estados Unidos ya había anunciado que desarrolló una nueva generación de las llamadas "armas nucleares tácticas" o "mininukes" destinadas a ser empleadas en escenarios de guerra convencional. Durante la administración Clinton, el Pentágono reclamaba el uso de la bomba "nuclear" antibúnker B61-11, sugiriendo que ya que se trataba de un arma "subterránea", no provocaría lluvia nuclear que pudiera afectar a la población civil.

Sin embargo, la evidencia científica en este terreno es inequívoca: el impacto sobre la población civil de la bomba de "baja radiación" B61-11 sería devastador, pues "dada la enorme cantidad de suciedad radiactiva que dispersaría la explosión, un arma de 5 kilotones generaría un área inmensa de lluvia radioactiva letal", según un estudio de la Universidad de Kent en Inglaterra.

A raíz del 11 de septiembre, la llamada "guerra contra el terrorismo" está siendo utilizada también por la Administración Bush para definir el presupuesto referido a la utilización del armamento nuclear. El nuevo planteamiento se hizo evidente cuando Los Angeles Times publicó algunos extractos de la 2002 Nuclear Posture Review. El informe filtrado explica que las armas nucleares "podrían ser empleadas en tres tipos de situaciones: contra objetivos capaces de resistir un ataque nuclear, como represalia a ataques desarrollados mediante armas nucleares, biológicas o químicas (...), o (...) en el caso de una evolución imprevista de los acontecimientos militares".

El documento asimismo declara que el Pentágono debería estar preparado para utilizar armas nucleares en el conflicto árabe-israelí, en una guerra entre China y Taiwán, o en caso de un ataque de Corea del Norte contra su vecino del sur.

Esas armas nucleares podrían ser también necesarias para defender a Israel en caso de que sufra un ataque. El informe indica que Rusia ha dejado de ser considerada oficialmente como "enemigo". Sin embargo, admite que el enorme arsenal ruso, que incluye cerca de 6.000 cabezas militares desplegadas y probablemente 10.000 armas nucleares más pequeñas listas para ser utilizadas en espacios reducidos, sigue siendo un motivo de preocupación.

Asimismo, la fisura entre los productores de armamento anglo-estadounidenses y franco- alemanes –incluyendo las existentes dentro de la alianza militar occidental-, parece haber favorecido una creciente cooperación militar entre Rusia, Francia y Alemania. Rusia también suscribió un "acuerdo militar de cooperación de larga duración" con India a finales de 1998, el cual fue seguido unos meses más tarde por un acuerdo defensivo entre India y Francia.

Este acuerdo franco-indio tiene unos efectos directos sobre las relaciones indo-paquistaníes. Igualmente, afecta a los intereses estratégicos estadounidenses en Asia Central y del Sur. Mientras que Washington se ha dedicado a brindar ayuda militar a Paquistán, la India estuvo recibiendo la ayuda de Francia y Rusia.

La política exterior estadounidense posterior a la era soviética ha clasificado al Asia Central y al Cáucaso como "área estratégica". Sin embargo, esta política no consiste ya en contener la "expansión del comunismo", sino más bien en impedir que Rusia y China adquieran capacidad para competir con los Estados Unidos. En este sentido, los Estados Unidos han aumentado su presencia militar desde Bosnia y Kosovo hasta las antiguas repúblicas soviéticas de Georgia, Azerbaiján, Turkmenistán y Uzbekistán, todas las cuales han suscrito con Washington acuerdos militares bilaterales.

En respuesta a la iniciativa estadounidense de la "Guerra de las Galaxias", Moscú desarrolló el "Escudo ruso contra misiles y armas nucleares". El gobierno ruso anunció en 1998 el desarrollo de una nueva generación de misiles balísticos intercontinentales conocidos como Topol-M (SS-27). Estos nuevos misiles de una sola cabeza nuclear se encuentran actualmente en estado de "plena disponibilidad de combate" contra cualquier "primer ataque preventivo" procedente de los Estados Unidos, ataque que constituye, a partir del 11-S, la hipótesis principal para el caso de una eventual guerra nuclear.

Chirac dijo que Francia puede causar "daños de todo tipo", además de asegurar que las opciones no se limitan a "la inacción y la aniquilación. Todas nuestras fuerzas nucleares han sido configuradas en este espíritu”.

Sus argumentos no difieren mucho de otros líderes de occidente. Pero tampoco de aquellos que ahora surgen como una nueva amenaza.


Fuente:
http://www.lostiempos.com/oh/26-02-06/26_02_06_actualidad1.php

22 febrero, 2006

ARQUITECTURA Y MASONERIA

La Masonería se halla estructurada como una ORDEN debido a que posee una regla que le otorga forma, esquema de organización, jerarquía, funcionalidad, principios y procedimientos; posee también una causa o sentido de misión y, finalmente, expresa una disposición simbólica que constituye su lenguaje y su método esencial de enseñanza y comunicación. Estos tres componentes (estructura, misión y simbolismo) son distintivos de las órdenes y la nuestra no escapa a ellos.

Respecto de su simbolismo, habrá que declarar que éste se ha tomado esencialmente de la arquitectura y, particularmente, de la tradición de los constructores de las catedrales góticas de le edad media europea. Desde la perspectiva de los tiempos actuales, sería una grata especulación intentar apreciar hasta qué grado los canteros medievales alcanzaban un determinado nivel de éxtasis o de vibración espiritual, -si es que lo experimentaban-, al ver fluir de sus manos las sublimes revelaciones en piedra levantadas a la Gloria de Dios. Si nuestros antepasados vivían o no de manera efectiva los celestiales sentimientos espirituales que su oficio debía reportarles, lo cierto es que la Orden Masónica recibió el marco esquemático de organización y de simbolismo de los albañiles o canteros medievales y, por supuesto, de sus arquitectos.

La Masonería contemporánea, necesariamente filosófica, aplica las reglas de la construcción al Templo o Edificio Espiritual, cuyo levantamiento exige de sus operarios un doble esfuerzo: la construcción personal en los terrenos de su propio «Yo Interno» y la construcción externa en los escenarios del mundo, de la sociedad y de la comunidad, estructurados sobre la base de los Principios masónicos: la tolerancia, el reconocimiento de la igualdad espiritual de los hombres y la posibilidad política de acceder a esquemas jurídicos que la garanticen, la libertad, la fraternidad entre todos los hombres sin distinción de credos, ideologías, razas, clases y orígenes sociales.

Si el trabajo de construcción del «Yo Interno» es un esfuerzo espiritual, es decir, iniciático, el quehacer de construcción social es un trabajo político. Hay pues una Arquitectura espiritual y una Arquitectura política y en consecuencia se tienen dos edificios: el personal o interno y el social o externo. La Masonería reconoce que ambos edificios son vitales para garantizar la plena realización de la vida humana; sin embargo, la Orden no se declara ni religiosa ni política, porque reconoce que los debates de este género contribuyen a enfrentamientos que anulan el deseo último de la Fraternidad Masónica: llegar a ser el «Centro de la Unión», como asentó James Anderson en The Ancient Charges o Antiguos Deberes de los Francmasones, consignados en el Libro de las Constituciones de 1723, documento que constituye la Carta Magna de la Masonería Filosófica Universal. ¿Cómo realiza entonces la Orden su trabajo externo? La clave de esta realización radica en la eficiencia con que su estructura simbólica e iniciática logra efectivamente transformar la visión del mundo de sus adeptos. Cuando sus educandos logran percibir la realidad sin la venda de la ignorancia, la superstición, el fanatismo y la ambición, cuando la Luz Masónica ha anidado en sus corazones, entonces las cosas aparecen ante sus ojos de otra manera y sus conductas personales y sociales se orientan ahora bajo otros principios, principios que convienen a todos y no afectan a nadie.

Es decir, para lograr las dos construcciones, el masón necesita reunir tres requisitos:

1. Conocimiento de sí mismo y conocimiento del mundo.

2. Dominio de sí mismo y su realización en el mundo.

3. Ennoblecimiento de sí mismo y aspiración a la dicha de la vida de la humanidad. [1]

Esta interpretación ética del trabajo masónico también se manifiesta en que el taller contiguo a la catedral, se halla convertido en Logia, y el templo en un lugar de devoción de especialísima índole en donde se sacraliza el trabajo. Entonces, la Logia se convierte en un «espacio sagrado de trabajo» dedicado a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, espacio en el que la fraternidad y la unión espiritual de los asistentes constituye la mejor garantía del desarrollo colectivo.

Las Logias bien organizadas y bien dirigidas, respetuosas de las formas masónicas dispuestas en los cahiers oficiales y seguidoras de la tradición del ritual y del simbolismo, son una prenda de efectividad transformadora de sus adeptos y se constituyen, de inmediato, en un centro de atracción en el que los integrantes asisten deseosos de participar activamente en el esfuerzo grupal de la Logia por lograr cuantos fines se propongan en su seno. Por lo contrario, las Logias dirigidas por hermanos que desconocen las reglas del Arte Real y los procedimientos básicos de la construcción masónica, las Logias que mezclan la frivolidad y la ligereza, se "profanan" en el sentido literal del término, pierden la vocación constructiva y se alejan de la arquitectura moral de la Orden. No nos sorprenda, por lo tanto, que las Logias abatidas sean precisamente las que se caracterizan por el desorden, el distanciamiento de la tradición iniciática, el involucramiento de la politiquería, el autoritarismo de sus dirigentes, la ausencia de respeto al albedrío de los obreros, la apatía de sus integrantes justamente decepcionados porque no encuentran lo que buscan, el abandono ritual, la desidia, la falta de motivación, etc, etc.

Un hermano de este Oriente, hace ya varios años, indicaba en sus peroratas la necesidad de que los asistentes a las Logias asumieran, de entrada, una disposición y una actitud espiritual religante, -no religiosa, sino meramente «re-ligante»-, de tal forma que la Tenida no se convirtiera en una simple "asamblea, junta o reunión", sino en un acto en el cual se celebrara la Logia . Ahora bien, "celebrar" la Logia significa VIVIR el ritual y el simbolismo y predisponer el ánimo y el espíritu para ser especialmente receptivos al mensaje de la apertura, del desarrollo y del cierre de los Trabajos. Pensar, como pensaba el gran poeta alemán Goethe, cuando observaba la Estrella Flamígera sobre el Ara y decía:

Para empezar y para concluir,

Compás, Plomo y Nivel.

Todo se entorpece y paraliza en las manos,

Si la estrella no ilumina el día.

En otra parte de uno de sus múltiples poemas dedicados a la Masonería, abunda Goethe en la belleza del simbolismo de las Tres Grandes Luces de la Masonería: el Libro de la Ley, la Escuadra y el Compás.

La Biblia, en su caso, es la Luz sobre nosotros no como autoridad dogmática, sino como expresión de fe en una ordenación moral del mundo; la Escuadra es la Luz en nosotros, porque es el símbolo del derecho y del deber que Dios grabó en la conciencia y que conduce moralmente a los hombres; el Compás es la Luz alrededor de nosotros, es el símbolo de la fraternidad y del servicio al prójimo. [2]

Los asistentes a la Tenida deberían tener en cuenta, además, otros elementos de la arquitectura masónica, es decir, de su simbolismo, justo cuando se colocan su mandil para dedicarse al Trabajo y para presenciar la apertura de la Logia. Cada herramienta, cada utensilio tiene su significado en el conjunto logial, como también lo tiene el peculiar lenguaje de apertura, el golpeteo de los malletes de las Luces del taller, la iluminación y la decoración del Templo, etc.

La Invocación de la Apertura de los Trabajos, que es una verdadera dedicación espiritual a la «Gloria del Gran Arquitecto del Universo» y que supone un «re-ligamiento» espiritual ascendente, la dedicación de los Trabajos a la «Confraternidad Universal», que es un «re-ligamiento» espiritual horizontal que apela al sentimiento de fraternidad entre los hombres, todo bajo los auspicios de una Simbólica Potencia que regulariza los Trabajos, todo esto es un monumento a la sublimación que debe disponer el ánimo de los asistentes hacia lo más elevado que la conciencia pueda percibir. Por otra parte, el reconocimiento de que la Logia se sostiene en tres columnas, colocadas en los tronos de cada una de las Tres Luces, -el Venerable y los dos Vigilantes-, nos da la sensación de fortaleza y la convicción de que la Logia se reúne bajo el amparo de leyes universales. Estas columnas respectivamente significan:

La Sabiduría o pensamiento que dirige.

La Fuerza o energía moral que la ejecuta.

La Belleza o armonía de las fuerzas mentales, la concordia entre el pensamiento y la acción .

Con estos elementos en mente ¿es posible no asumir una actitud espiritual capaz de matizar los Trabajos de la Logia con un aliento de construcción personal y colectiva orientada al cultivo del «Yo Interno» y del «Yo Colectivo»? ¿Es factible estropear los trabajos con vacuidades y liviandades más propias de sindicatos y de camarillas que de una Logia dedicada al Trabajo Espiritual e Intelectual?

Una de las razones de que la Arquitectura Masónica se disipe del seno de las Logias es el olvido de estos principios básicos de la construcción masónica; el abandono de las reglas básicas del Oficio y la atracción de motivaciones profanas de algunos hermanos que se aburren de la cotidianeidad masónica y que creen que el «Arte Real de Labrar la Piedra en Bruto» carece de sentido práctico en nuestras vidas y en nuestra sociedad. Estos hermanos permanentemente expresan que lo que se dice en la Logia es muy bonito, muy bello, muy poético, pero siempre rematan con la pregunta ¿cómo repercute en la sociedad? ¿qué hace la Masonería allá fuera? Y entonces parece que desconocen o que olvidan que la Masonería no tiene otra cosa que hacer más que hacer masones y que en éstos, los principios masónicos actúan de tal forma que en la vida profana las acciones de nuestros hermanos se van manifestando en sus obras, acciones y dichos y es así como destacan en sus trabajos, donde quiera que se encuentren y por modesto que éste sea.

Ciertamente, toda Logia corre el riesgo de caer en una burocratización del trabajo y todos los masones pueden hacer de la sistematización de su asistencia a la Logia un patrón estéril de creatividad, de innovación y de motivación. Evitarlo dependerá del talento grupal de la Logia y de proporcionar a los Trabajos un atractivo siempre renovador.

La Orden Masónica, luego de tantos años de existencia formal, ha resistido persecuciones, excomuniones tan ingenuas como infructuosas de pontífices fanatizados y necios, incomprensiones y denostaciones de toda clase y orígenes; sin embargo, y a pesar de todo, siempre ha salido fortalecida y renovada sin abandonar sus Principios esenciales que le dan forma y contenido y que definen su naturaleza iniciática. La Orden Masónica no está llamada a ser una sociedad de masas, sino una agrupación selecta y selectiva que escoge a sus adeptos sobre la base de requisitos que cualquier hombre de bien y de honor puede efectivamente cumplir. Aún así, tal vez sus peores enemigos, aquéllos que más contribuyen a su destrucción, lejos de hallarse fuera de sus filas y de sus templos se encuentren justamente dentro de ellos. En efecto, muchas veces los elementos más nocivos para la Orden Masónica solemos ser nosotros mismos, pues nuestra ignorancia de lo que ella es verdaderamente, el desconocimiento que tenemos de su historia, de su naturaleza, de sus fines, métodos, principios, y sobre todo la ignorancia que manifestamos de sus límites, nos predispone en su contra, queriendo que ella, la Orden, sea como nosotros queremos que sea, que actúe como suponemos que debe hacerlo y queremos, encima de todo, transformarla al tono de los tiempos, como si la Institución no fuera, en sí misma, eternamente contemporánea.

Y quiénes son éstos? Son aquéllos que la frivolizan queriéndola despojar de sus atributos esenciales; son aquéllos que con su actitud profanizante alejan a los hermanos de las Logias, estropean el logro de las metas formativas de sus Templos y terminan por destruir lo que no comprenden. El olvido de que la Orden tiene como objetivo disipar la ignorancia, combatir los vicios y las pasiones que deshonran al hombre haciéndole tan desgraciado e inspirar el amor a la humanidad, y que sus métodos son la educación iniciática y espiritual de sus miembros, produce miopía en los hermanos, les impide ver más allá de las "formas" y les produce gran confusión.

De esta manera, podemos concluir que el simbolismo de la Orden se halla cifrado por medio de los recursos de la Arquitectura, al punto que Arquitectura y Masonería se encuentran indefectiblemente unidas. Aprendamos a ver en los símbolos masónicos la pureza de su mensaje y asumamos la voluntad de estudiar y compenetrarnos más y mejor de sus profundos significados.



[1] Lennhoff, Eugen, Los Masones ante la Historia, Traducción de Federico Climent Terrer, Edit. Diana, 1983, p. 29.

[2] Por supuesto, el simbolismo de la Escuadra y el Compás apela también a otros significados. Tradicionalmente, en los cahiers oficiales de la Gran Logia Unida Mexicana del Gran Oriente de Veracruz, se postula que la Escuadra alude a la materia y el compás al espíritu, y este esquema permite explicar las diferentes posiciones que ambos instrumentos adoptan sobre la Biblia según el grado que se trabaje.


Cuauhtémoc D. Molina García



Fuente:
Lista masonica Mandil

21 febrero, 2006

Ritos y grados en la Masonería

Ritos y grados en la Masonería

(José A. FERRER BENIMELI)


La palabra rito en Masonería tiene dos sentidos diferentes, según se escriba con mayúscula o minúscula. Se designa Rito a una rama particular de la Francmasonería, de la misma forma que dentro de la Iglesia hay diversos Ritos, como el Rito Maronita, el Rito Copto, el Rito Latino..., etc. De esta forma se podría definir el Rito como una presentación particular de la Francmasonería cuyo carácter se distingue del de los otros Ritos por la forma. Entre los muchos Ritos que existen en Masonería se pueden señalar el Rito Escocés Rectificado, el Rito de Emulación, el Rito de Perfección, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el Rito de Misraim, el Rito de York, el Rito Francés, el Rito Sueco, etc., etc. Tagón ha recopilado hasta 52 Ritos diferentes. Sin embargo, el número de Ritos es mucho mayor, ya que solamente en el Diccionario Universal de la Francmasonería, de Daniel Ligou, hay recogidos nada menos que 154 Ritos masónicos.

Se denomina rito (con minúscula) los diversos actos ceremoniales de iniciación (como el rito de despojar de metales al iniciado) o de desarrollo de los trabajos dentro de la Logia, cuyo formalismo está regulado según su finalidad iniciática.

A su vez se llaman grados en Masonería la sucesión de iniciaciones que enseñan la doctrina y fines de la Orden. El número de grados varía según los Ritos. La masonería simbólica, llamada también Azul, está compuesta de tres grados; el Rito Escocés Rectificado tiene 7; el Rito de Memphis y Misraim llega hasta 99; el Rito Escocés Antiguo y Aceptado --uno de los más generalizados-- consta de 33 grados. En este Rito los tres primeros grados se llaman simbólicos, dogmáticos o fundamentales, y constituyen la masonería azul. Los grados "capitulares" abarcan del cuatro al diez y ocho, y constituyen la masonería roja. Los grados "filosóficos" comprenden del diez y nueve al treinta, y forman la masonería negra. Los tres últimos grados, llamados "sublimes, consistoriales o administrativos", agrupan a los que integran la masonería blanca.

Suelen conferirse solamente los siguientes grados: Uno, dos y tres (simbólicos); diez y ocho (último de los capitulares); treinta (último de los filosóficos); treinta y uno, treinta y dos y treinta y tres (sublimes).

Los grados de cada Rito se dividen, pues, en series u órdenes, y las series en clases. Cada grado lleva consigo sus ritos de iniciación particulares, su catecismo, su juramento, sus símbolos y modos de reconocimiento especiales. Los grados tradicionales --que constituyen la base o esencia de la masonería-- los tienen todos los ritos.

Estos son los tres primeros, llamados también simbólicos o fundamentales, a saber: el aprendiz, albañil u obrero; el compañero, oficial o constructor; y el maestro, patrón o arquitecto.

Para poder ingresar en la masonería hace falta tener una determinada edad. Sin embargo la edad se entiende en la masonería de dos maneras. La primera, es la edad de admisión. La regla es que nadie puede ser recibido masón antes de haber alcanzado la "edad de hombre", exigencia que actualmente se interpreta como la edad de mayoría civil, que varía según los países: 21 años, 18 años, etc. La dispensa de edad puede ser concedida por el Gran Maestre, aunque es raramente otorgada, a no ser que se trate de hijos de masones. La segunda, es la edad simbólica. En algunos Ritos, especialmente en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, corresponde una edad a cada grado:
CUADRO DE GRADOS Y EDADES DEL RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO Grado Nombres Edad
1º Aprendiz 3 años
2º Compañero 5 años
3º Maestro 7 años y más
4º Maestro secreto 3 veces 27 años cumplidos
5º Maestro perfecto 1 año para abrir los Trabajos
7 años para cerrar los Trabajos
6º Secretario íntimo 10 años; el doble de 5
7º Preboste y Juez 14 años; el doble de 7
8º Intendente de Fábrica 3 veces 9 años
9º Maestro Elegido de los Nueve 21 años cumplidos; el triple de 7
10º llustre Elegido de los Quince 25 años cumplidos; 5 veces 5
11º Sublime Caballero Elegido 27 años
12º Gran Maestro Arquitecto 45 años, 5 veces el cuadrado de 3
13º Real Arco 63 años cumplidos; 7 veces el cuadrado de 3
14º Gran Elegido Perfecto y Sublime masón 27 años cumplidos
15º Caballero de Oriente o de la Espada 70 años
16º Principe de Jerusalén 25 años cumplidos
17º Caballero de Oriente y Occidente Sin edad
18º Caballero Rosa Cruz 33 años
19º Gran Pontifice o Sublime Escocés Sin edad
20º Venerable Gran Maestre de todas las Logias Regulares Sin edad
21º Patriarca Noachita Sin edad
22º Caballero de la Real Hacha Sin edad
23º Jefe del Tabernáculo Sin edad
24º Príncipe del Tabernáculo Sin edad
25º Caballero de Airain o de laSerpiente de Bronce Sin edad
26º Príncipe de la Merced o Escocés Trinitario 81 años
27º Gran Comendador del Templo Sin edad
28º Caballero del Sol Sin edad
29º Gran Escocés de San Andrés 81 años
30º Gran Elegido Caballero Kadosch Un siglo y más
31º Gran Inspector Inquisidor Comendador Sin edad
32º Sublime y Valiente Príncipe del Real Secreto Sin edad
33º Soberano Gran Inspector General 33 años cumplidos

Muchos de estos grados ya no se practican, pero la explicación de estas edades simbólicas, cualesquiera que sean, permanece la misma. Informarse de "la edad" de un masón, equivale a preguntarle su grado, y en la Masonería escocesa, a cada grado corresponde un Número cuya explicación pertenece al Hermetismo. Así, el Aprendiz tiene tres años porque ha sido iniciado en los misterios de los números 1, 2 y 3. (Al Índice.)
Aprendiz

Es el primer grado de la Francmasonería. El "período de ensayo" en las antiguas corporaciones duraba varios años, y sólo después de haber hecho sus pruebas era agregado o incorporado; de ahí el nombre de Entered Apprentíce que la Francmasonería inglesa ha conservado, y que se podría traducir por "Aprendiz registrado".

El delantal del Aprendiz está hecho con piel de cordero, blanca, símbolo de inocencia, y debe llevar el reborde levantado --pues no sabe todavía trabajar-- a fin de protegerse.

Desde el día de su iniciación comienza "a trabajar la piedra bruta"; lo que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado simboliza poniéndolo en la mano el mallete para que golpee simbólicamente los primeros golpes destinados a desbastarla.

Los útiles que la Masonería le confía son la regla de 24 pulgadas, el mallete y el cincel. Cada uno de estos útiles comporta una utilidad constructiva propia, pero la Masonería moderna al no construir ya edificios materiales, le aplica un segundo sentido, que es esotérico. Cada útil tiene una significación moral que le es explicada en el rito de la "presentación de los útiles".

En la Logia los Aprendices se sitúan al lado de la columna del Norte, frente a la del Sur La Regla engendra la línea recta, dirección de nuestra conducta.

El Cincel simboliza las ventajas de la educación. Sostenido con la mano izquierda debe ser aplicado sobre la piedra bruta a fin de trabajarla. Pero para que este trabajo sea eficaz es idispensable que el útil complementario, el mallete, sostenido con la mano derecha, golpee la cabeza del cincel de forma correcta. Caso contrario el mallete sólo no sería otra cosa que un instrumento de destrucción, impropio, sin el cincel para transformar la piedra bruta en piedra cúbica.

La significación alegórica y moral de lo que precede es: el trabajo del hombre sobre sí mismo para realizar su propia perfección, trabajo difícil y duro, pero que la Francmasonería tiene por fin facilitar poniendo en las manos del que quiere intentar sinceramente este accésit los "útiles", es decir, las enseñanzas y los ejemplos necesarios. (Al Índice.)
Compañero

El grado de Compañero es el segundo de la Francmasonería simbólica. El Compañero, se podría decir alegóricamente que es el obrero cualificado. Mientras el Aprendiz trabaja con el reborde de su delantal levantado, pues todavía está en fase de aprender el oficio, el Compañero lleva un delantal cuyo reborde está bajo (sin levantar).

Sus útiles, en el Rito Emulación son la escuadra, el nivel y la plomada. En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el cincel, el mallete, la regla, la palanca y la escuadra. Estas variantes de un Rito a otro son de hecho sin importancia ya que para repartir los útiles entre los tres grados, los ritualistas no han seguido un orden estricto.

La escuadra es la segunda de las tres Cirandes Luces que iluminan la logia. La 1. a es el Volumen de la Santa Ley [la Biblia], y la 3.a el Compás. La escuadra simboliza la rectitud moral, razón por la que sus brazos son rígidos [De ahí la expresión: Vivir según la Escuadra]. Numerosas tumbas de arquitectos de la Edad Media representan la escuadra y el compás asociados, pero con un sentido puramente operativo. Fuera de la Masonería, se encuentra este símbolo en otras partes, como en la filosofía china, con la misma significación.

El nivel simboliza la igualdad. La palanca no figura en todos los ritos masónicos. Alude al poder irresistible inteligentemente aplicado. La plomada simboliza la Vertical jerárquica, y en inseparable del nivel equivalente de la igualdad. (Al Índice.)
Maestro

Como todas las corporaciones medievales, la de los masones estaba integrada por Maestros, Compañeros y Aprendices. El Maestro masón significa un maestro de obras que tiene compañeros y aprendices bajo sus órdenes. Este concepto operativo no corresponde exactamente al del tercer grado de la masonería especulativa, sino más bien al del Venerable Maestro que es el que preside la logia y es elegido por un ano, teniendo como emblema o atributo de autoridad un gran mallete. El grado de maestros correspondería más bien a un conjunto de "patronos". Es una noción propia de la masonería especulativa que representa una clase de Maestros iguales entre sí y que constituye una categoría colocada también ella, bajo la dirección del Venerable. el emblema más representativo del Maestro es el compás.

El Compás es la tercera de las tres Grandes Luces que iluminan la logia. Considerado como símbolo en general, el Compás ha sido utilizado por numerosas escuelas del pensamiento, no sólo en Occidente, sino incluso en la Antigua China. En la Edad Media los imagineros representaron con frecuencia al Creador teniendo el compás y trazando los límites del universo; de ahí que los francmasones le reconocen como el Gran Arquitecto del Universo. La Francmasonería operativa también representó en numerosas ocasiones a sus maestros teniendo el compás en sus manos.

Como todo símbolo, el del compás, tiene diversos sentidos, y esta diversidad no implica ninguna contradicción, pues en simbolismo no hay significaciones oficiales. En el Rito Emulación, el Compás significa los justos límites en los que el masón debe mantenerse en sus relaciones con sus semejantes y en especial con sus Hermanos masones. Considerado, no como la tercera Gran luz sino como útil de trabajo del grado de Maestro, simboliza la imparcialidad y la infalibilidad de la justicia del Todo-Poderoso, pues fijó los límites del bien y del mal para la instrucción de los hombres, que "recompensará o castigará según hayan obedecido o transgredido a sus divinos mandamientos".

En el Rito Rectificado, el Compás es uno de los "muebles emblemáticos" de la logia; sirve para "trazar planos con justas proporciones".

En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, asociado con la Escuadra concurre al encuadre de la letra G. Simboliza a veces la rectitud de las concepciones teóricas, razón por la cual los mejores trazados se obtienen al no separar demasiado, ni insuficientemente las ramas. Igualmente está asociado a la regla, el símbolo de lo relativo, no en el tiempo sino en el espacio, pues circunscribe la línea derecha en un espacio limitado.

Para acceder a estos grados había y hay que pasar por la "iniciación" correspondiente. Y de la misma manera que fuera de la masonería tiene cada iniciación sus formas particulares, la iniciación masónica, derivada de las iniciaciones gremiales operativas y de las de los Compañeros todavía hoy existentes en Francia, se refiere, por una parte, el arte de la construcción y, por otra, a ciertos misterios- o tradiciones antiguas, relacionadas con el mito de Hiram.

La Masonería se propone el "Arte de construir" el Templo ideal. Este Templo es el Hombre en primer lugar, y la Sociedad después. En la iniciación masónica, el profano, al "recibir la luz" se convierte en aprendiz masón; su trabajo esencial consiste en "desbastar la piedra bruta" y para ello le son suficientes dos instrumentos: el cincel y el martillo. Cuando su habilidad se haya desarrollado se transformará en compañero y aprenderá el uso de nuevos instrumentos de trabajo. Más tarde accederá a la maestría que le dará el derecho y el deber de enseñar la ciencia masónica a los aprendices y a los compañeros.

En los dos primeros grados el masón trabaja sobre sí mismo: de "Piedra bruta" debe llegar a "Piedra cúbica", y entonces se puede integrar en su lugar en el edificio, o si se prefiere en el Templo ideal. Este trabajo es más o menos largo de conseguir; algunos tal vez jamás llegan a "desbastar la Piedra bruta", no por falta de capacidad, sino porque no sienten la necesidad.

En la ceremonia de iniciación masónica en el grado de aprendiz el profano es introducido en el templo con los ojos vendados, símbolo de la ignorancia y del no-conocimiento, desprovisto de metales pues la logia es lugar de paz y concordia, y bajo la forma de un mendigo, con el pecho y pie izquierdos descubiertos, en señal de pobreza y humildad; así sufre las pruebas de la tierra, el aire, el agua y el fuego. Solamente entonces, según el rito, se le quita la venda, y simbólicamente, se manifiesta ante sus ojos la luz del conocimiento.

La segunda iniciación masónica, la del compañero, evoca simbólicamente el viaje de la tradición de los compañeros; una larga peregrinación en la que el nuevo obrero se ponía en camino para adquirir aquí y allá nuevos conocimientos. Es el grado de la búsqueda del saber y del descubrimiento del mundo. El texto del ritual exige de los compañeros firmeza para caminar por el sendero de la prudencia, y valor para acercarse a la verdadera luz: "Sólo el hombre audaz podrá llegar a la triple Luz". El simbolismo del 2º grado de la masonería es el viaje y la revelación de la estrella flamígera, el centro de donde parte la verdadera luz. Pues la estrella flamígera representa la luz iluminando el discípulo de los maestros, al obrero capaz de servirlos útilmente; es, pues, el signo de la Inteligencia y de la Ciencia.

El grado de maestro está centrado en la idea de la muerte y de la resurrección. Desarrolla la leyenda de Hiram, personaje del que se ocupa la Biblia. En el libro I de los Reyes [5, 15-32; 9, 10-14 y 22-23] se habla extensamente de Hiram, rey de Tiro, a quien acudió Salomón a fin de que le proporcionara cedros del Líbano para la construcción del Templo de Jerusalén. Pero el Hiram del que se trata en los rituales masones no es, ni mucho menos, el rey de Tiro. Era un obrero cualificado en la manipulación de los metales, en especial el oro, plata y cobre. Su descripción nos la hace también el autor del primer libro de los Reyes [7, 13-48]. Hijo de un tirio, obrero del bronce, y de una viuda de la tribu de Nephtalé. "Poseía gran habilidad, destreza y sabiduría para ejecutar toda clase de trabajos del bronce". Salomón le hizo venir de Tiro para trabajar en la ornamentación del Templo y ejecutó todos sus trabajos. En el primer libro de los Reyes se puede apreciar el detalle de las obras que hizo para el embellecimiento del templo de Jerusalén. Entre otras obras se mencionan en la Sagrada Escritura dos columnas de cobre que tenían cada una diez y ocho codos de altura, rematadas por unos capiteles en forma de flores. Hiram colocó las columnas delante del vestíbulo del santuario y a la de la derecha le puso por nombre Yakin y a la de la izquierda Boaz [1, Reyes, 7, 21-22]. Según la leyenda el arquitecto Hiram tenía a sus órdenes numerosos obreros que los distribuyó en tres clases, cada una de las cuales recibía el salario proporcionado el grado de habilidad que le distinguía. Estas tres clases eran las de aprendiz, compañero y maestro, tenían cada una sus misterios especiales, y se reconocían entre sí por medio de palabras, signos y gestos que les eran peculiares. El hecho de su asesinato, obra de tres de sus discípulos a quienes no quiso darles a conocer su secreto de maestro, sirvió a la masonería ritual y simbólica para la ceremonia de iniciación del grado de maestro.

Desesperados de haber cometido un crimen inútil escondieron su cuerpo de noche, lejos de la ciudad, en un pequeño bosque y plantaron sobre su tumba una acacia. Los maestros constructores, después de manifestar su dolor, salieron en número de nueve en su búsqueda, divididos en grupos sucesivos de tres. Habiendo descubierto la acacia recién plantada, la arrancaron, abrieron la tumba y el maestro Hiram entonces resucitó.

El compañero que va a convertirse en maestro debe reproducir simbólicamente en su iniciación la muerte y la resurrección espiritual de Hiram, constructor del templo de Salomón. Condenado a muerte por la ignorancia, el fanatismo y la ambición, es devuelto a la vida por el saber, la tolerancia y la generosidad. Al mismo tiempo, golpeado tres veces, muere para los aspectos "material, psíquico y mental" del "hombre antiguo", y renace a una vida nueva y en cierto sentido espiritualizada. El sentimiento que anima esta iniciación es la voluntad de convertirse en un hombre nuevo para ayudar a construir mejor el Templo, es decir: trabajar para transformar la humanidad y hacerla más fraternal. (Al Índice.)
Calendarios y números masónicos

Se llama Calendario Masónico el modo de computar el tiempo, usado entre los masones; es decir, la manera de expresar las fechas de un modo que no sea la empleada por los iniciados en la masonería.

La introducción del Cómputo masónico de tiempo, se debe a los Altos Grados de diversos Ritos. En 1875, algunos acordaron suprimirle, adoptando el calendario usual.

Los principales Calendarios masónicos son siete:

1º El del RITO SIMBÓLICO (el más usado en masonería).
La era masónica se obtiene añadiendo 4.000 al año en curso. Así 1989 es igual a 5989. El año masónico va del 1º de marzo (primer mes) al 28 de febrero (ó 29 si es bisiesto) del año siguiente. Febrero es, pues, el deudécimo mes. La datación masónica se obtiene según el ejemplo siguiente: 22 diciembre 1989 = 22º día del 10º mes 5989. Los doce meses de este año masónico reciben los nombres siguientes: Nissam = Marzo; Ijar = Abril; Sivan = Mayo; Thamuz = Junio; Ab = Julio; Eliul = Agosto; Tishri = Septiembre; Heshvan = Octubre; Kislev = Noviembre; Theved = Diciembre; Schevat = Enero; Adar = Febrero.
2º El del RITO ESCOCÉS.
Es el calendario hebreo puro. El año principia en septiembre; su numeración se obtiene agregando 3760 a la era vulgar, de manera que 1989 más 3760 = 5749. Los nombres y los días se designan por sus nombres hebráicos.
3º El del RITO DE MISRAIM.
Se reduce a agregar 4004 a la era vulgar, y por lo tanto a escribir 5993 en vez de 1989.
4º El del RITO TEMPLARIO.
Cuentan como año primero el de la fundación de la Orden, que fue el 1118 de la era vulgar, y escriben como año la diferencia entre la era vulgar y 1118, o sea 1989 - 1118 = 871, en vez de 1989.
5º El del RITO DE LA ESTRICTA OBSERVANCIA.
Toma como año primero el de la destrucción de la Orden de los Templarios, que fue el de 1314, y escriben la diferencia entre la era vulgar y 1314, o sea 1989 - 1314 = 675 en vez de 1989.
6º El de la ORDEN DE REALES ARCOS.
Consideran como año primero el de la fundación del segundo Templo de Jerusalén por Zorobabel en 530, antes de Cristo, y escriben la fecha añadiendo 530 a la era vulgar, o sea 1989 más 530 = 2519, en vez de 1989.
7º El de la ORDEN DE REALES Y SELECTOS MAESTROS.
Fechan desde 1.000 años antes de Cristo en que quedó terminado el Templo de Salomón, y añaden por lo tanto 1.000 a la era vulgar, escribiendo 2989 en vez de 1989.

Las siglas utilizadas en cada caso suelen ser las siguientes:

A.L.
= Anno lucis. Año de la Luz. En algunos casos A.D.V.L. Año de la verdadera Luz. Es utilizado en los ritos Simbólico, Escocés y de Misraim.
A.O.
= Año de la Orden. En los ritos Templario y de Estricta Observancia.
A.I.
= Año de la invención. En el rito de la Orden de los Reales Arcos.
A.T.
= Año del Templo. En el rito de la Orden de Reales y Selectos Maestros.

Por lo que respecta a los números, los masones los dividen en "femeninos" (los pares) y "masculinos" (los impares). El número 1 presenta a la divinidad; el 2, las tinieblas; el 3, es el número perfecto e indica la armonía; el 4, es el número divino; el 5, indica la luz, el matrimonio y la naturaleza, siendo definido como número hermafrodita, al estar compuesto del 3 (masculino) y del 2 (femenino); el 6, indica salud y justicia; el 7 es el número venerable; el 8, representa la amistad indicando el primer cubo: 2 + 2 + 2 + 2 = 8; el 9, es el número considerado finito; el 10, finalmente, indica el cielo porque conserva todas las relaciones armónicas: 1 (masculino) + 2 (femenino) + 3 (armonía) + 4 (número divino).

20 febrero, 2006

Casanova

Casanova, el gran maestro veneciano del arte de la seducción

Nacido en 1725, su madre se empeñó en que siguiera la carrera eclesiástica. Pero sus amoríos y su presunta participación en un secuestro acabaron con las aspiraciones maternas. El amante por excelencia fue mucho más que eso: filósofo, espía, matemático, médico, vividor...

Por Juan Antonio Cebrián

Truhán, pendenciero, conquistador de damas y buscavidas en general. Este galán del siglo XVIII no reparó en embustes y tretas que le procuraran una vida desahogada, mientras viajaba por la Europa ilustrada visitando cortes y alcobas.

Nació el 2 de abril de 1725 en Venecia. Era hijo de la reconocida actriz Zanetta Farussi y de Gaetano Casanova, quien asumió la paternidad de Giacomo, así como de sus tres hermanos menores, aunque nunca quedó claro, a decir de la madre, que él fuera el auténtico padre de la prole.

El futuro seductor tuvo una infancia difícil, pues pronto quedó huérfano de padre, mientras que su madre se embarcaba en constantes giras teatrales, dejando el cuidado de sus hijos en manos de la abuela materna. Casanova fue un niño precoz dotado para la cultura. De frágil constitución, aprendió muy pronto a escribir y leer en italiano, francés y latín.

Según su propio testimonio, perdió la virginidad con sólo 11 años, cuando se encontraba en Padua recibiendo las clases del doctor Grozzi. Al ser un adolescente de mente clara y despierta, su madre intentó que siguiera la carrera eclesiástica. En 1740 fue tonsurado, para un año más tarde recibir las órdenes menores y el doctorado en leyes. Pero era evidente que el joven no había sido llamado para el camino religioso. Aunque entró al servicio del cardenal Acquaviva, sus constantes escarceos amorosos y una presunta implicación en el secuestro de una dama acabaron con su incipiente proyección eclesiástica, con lo que dio inicio a su trasiego viajero por Europa.

Se dice que sostuvo no menos de 122 romances con prostitutas, doncellas y damas de alta alcurnia. En sus periplos viajeros cubrió más de 65.000 kilómetros, visitando las principales capitales de Europa en las que desempeñó, dada la gran cultura que poseía, diversos oficios: violinista, médico, matemático, poeta, novelista, filósofo, historiador...

Asimismo, desarrolló una capacidad innata para las prácticas esotéricas. Fue un consumado cabalista, lo que le abrió las puertas de algunos de los salones más privados de Venecia y puso en alerta a la Santa Inquisición, motivo por el cual Casanova se vio forzado a emprender la fuga.

Lo cierto es que frecuentó la cárcel con inquietante asiduidad, ya que en su biografía no faltan escándalos sexuales, quiebras económicas, fraudes y engaños de todo calado y condición. En Francia se codeó con Luis XV, Madame Pompadour y el propio Voltaire, de quien Casanova expresó su admiración diciendo que el día en que conoció a este enciclopedista fue, sin duda, el más feliz de su vida. Todo lo contrario le sucedió con Rousseau, filósofo del que el italiano se llevó una terrible impresión.

Durante su estancia en el país galo, nuestro seductor fue uno de los artífices de la lotería nacional. En esas fechas comenzó a utilizar el falso título aristocrático de caballero de Seingalt, en un intento de soterrar su difícil pasado. Tampoco tuvo reparo en emplearse como espía de los franceses o de los venecianos, según soplaran los vientos.

Visitó España, donde propuso a Carlos III la creación de una colonia germanosuiza en Sierra Morena, aunque en Barcelona su espíritu de conquistador le condujo a cortejar a la esposa del capitán general de la plaza, motivo por el que fue a prisión 42 días.

Pícaro consumado, narcisista y sibarita, extrajo de las mujeres cuantos recursos materiales pudo aprovechar para su interés. Siendo ya maduro, optó por encaminar sus pasos hacia la literatura y la traducción de obras clásicas, como la "Ilíada", de la que realizó un hermoso trabajo.

Más tarde escribió algunas novelas difamatorias sobre personajes de la época que le acarrearon un forzoso exilio de Venecia. A partir de ese momento, decidió redactar todos sus textos en francés. En 1787 conoció a Mozart con quien, al parecer, colaboró en la ópera Don Giovanni. Paradójicamente, esta obra presentaba a un seductor donjuán con un comportamiento similar al del veneciano.

Cansado de tanto exilio, recaló, con 59 años, en Viena para recibir la protección del conde Waldstein, un masón como él muy aficionado al ocultismo. El noble le ofreció trabajo como bibliotecario en uno de sus palacios y, allí, decidió emplear sus últimos años en la confección monumental de su autobiografía. La obra, Memorias, quedó inacabada a pesar de las más de 3.700 páginas escritas en las que Casanova reflejó sus primeros 46 años de existencia.

Falleció el 4 de junio de 1798 dejando atrás un sinfín de peripecias transgresoras y emocionantes de las que el célebre vitalista jamás se arrepintió.

La película "Casanova" se ha estrenado en España este fin de semana.

Fuente:
http://www.elmundo.es/suplementos/
magazine/2006/334/1140166152.html

19 febrero, 2006

Archivo de Salamanca

La masonería cree que sus papeles deben estar en el Archivo de Salamanca
Josep Corominas, Gran Maestro de la Logia, presidió
los actos conmemorativos del XXV
aniversario de la agrupación en Valladolid

MARIAN HIDALGO

«Lo más importante es que la documentación masónica esté ubicada en un mismo espacio para poder analizarla y estudiarla, ya que, de lo contrario, perderíamos nuestra propia Historia». Con esta explicación, Josep Corominas i Busqueta, Gran Maestro de la Gran Logia de España, expresó su deseo, en nombre de la masonería española, de no reclamar los documentos masónicos del Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca.

Corominas, que presidió ayer en Valladolid los actos conmemorativos del XXV aniversario de la masonería en la ciudad, continuó explicando que «la devolución de la información incautada sólo llevaría a la pérdida de la historia de las gentes, de las raíces, y, por ende, de la identidad».

En cambio, no opinó de igual forma respecto a la devolución de los papeles de Cataluña, ya que, a su entender, son «temas distintos», porque «los papeles de la Generalitat conforman toda una documentación propia de una parte de los documentos oficiales de los archivos de esta institución, que conforman una unidad en sí mismos, tales como los decretos y el Estatuto del año 1932».



Fuente:
http://www.eldiadevalladolid.com/
secciones.cfm?secc=Vivir&id=266416

Carta de Mozart

Entregan a museo de Viena una carta de Mozart

El manuscrito muestra una grafía nerviosa, con multitud de palabras tachadas y una gran profusión de anotaciones de pensamientos e ideas reescritas por el músico

EFE
El Universal
Sábado 18 de febrero de 2006

Una carta del compositor Wolfgang Amadeus Mozart en la que suplica ayuda financiera a un compañero de logia fue entregada hoy por el tenor estadounidense Neil Shicoff al museo de artes gráficas vienés Albertina.

La misiva, de puño y letra de Mozart (1756-1791) , es de gran rareza, ya que es una de las pocas en las que se muestra con toda crudeza la falta de liquidez monetaria del compositor.

Shicoff entregó la carta “ para compartirla con la gente ” , aunque sólo de forma temporal, para que acuda a una gran exposición sobre Mozart que la Albertina inaugurará en marzo, declaró el cantante lírico al semanario Formaten su edición de este viernes.

En la carta fechada el 17 de junio de 1788, el músico implora a su amigo masón Michael Puchberg que le deje “ mil o 2 mil florines ” para poder seguir componiendo con libertad.

“ Lo que me fascina es esa relación llena de tensión, cómo un enorme genio es completamente incapaz de controlar su situación financiera ” , asegura el tenor al semanario.

“ Mozart era genial pero vivió, compuso y controló sus finanzas de forma caótica ” , agregó.

El manuscrito muestra una grafía nerviosa, con multitud de palabras tachadas y una gran profusión de anotaciones de pensamientos e ideas reescritas, asegura Shicoff.

“ Mozart quería mil o 2 mil florines. Lo que hoy es una suma de unos 45 mil euros. Puchberg le entregó doscientos florines. Para mí, esta carta refleja la vulnerabilidad del genio ” , precisó.

El prestigioso Museo Albertina de Viena abre el 17 de marzo una muestra centrada en la vida y obra del genio musical, sus viajes y sus contemporáneos, bajo el título “ Mozart-Experimento de la Ilustración ” .

Austria celebra todo este año los 250 años del nacimiento de Mozart con un sinfín de actos culturales, conciertos y exhibiciones, repartidos entre la ciudad que lo vio nacer, Salzburgo, y Viena, en la que murió con sólo 35 años.



Fuente:
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/
impreso/noticia.html?id_
nota=47698&tabla=cultura