17 noviembre, 2006

Un grupo de masones acude a la justicia para reclamar más democracia en la asociación

Cinco miembros del sector más progresista de la Gran Logia de España han acudido por primera vez a la justicia ordinaria para pedir que se democraticen sus estatutos y que se permita votar para la elección de su líder a todos los miembros de la asociación. Actualmente, sólo pueden hacerlo los Maestros Instalados, una condición vitalicia y honorífica. Los demandantes impugnan la asamblea del pasado marzo, en la que José Carretero fue elegido Gran Maestro de la Logia, desbancando al sector más progresista, encabezado por Josep Corominas.


La elección de Carretero, que defiende una corriente mucho más conservadora que Corominas es el origen de la discordia. Cinco miembros de la Gran Logia, la única obediencia regular en España reconocida, han presentado una demanda ante un juzgado de Barcelona para pedir que se anule el artículo 12 de los estatutos de la organización, que impide votar a los asociados con el grado de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, por considerarlo “antidemocrático”. A su entender, dicho artículo vulnera la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Asociación, aprobada en 2002.

La elección que enfrenta a los masones
Los demandantes han impugnado también la asamblea que se celebró el pasado 11 de marzo y en la que, resultó elegido como Gran Maestro de la Logia José Carretero, miembro del sector más conservador, frente a José Corominas, miembro del sector más progresista. Carretero fue escogido con tan sólo 17 votos de diferencia, en unas las elecciones en las que podían participar los 815 Maestros Instalados de España. Se da la circunstancia de que antes de perder la votación, Corominas presentó una propuesta para que el voto se extendiera también a los Maestros, aunque fue rechazada por la mayoría de los Maestros Instalados.

Argumentos aportados en el juicio
En el juicio celebrado el jueves, el letrado que representa a los demandantes, Antonio Magaldi, afirmó que “hay un grupo de personas que se han arrogado la jerarquía de los Grandes Maestros Instalados y que son los que deciden sobre las cuestiones importantes de la logia". Por su parte, la abogada de la parte demandada denunció que «la verdadera motivación» de esta demanda, es el desacuerdo con el resultado de las elecciones del pasado marzo.


Fuente: http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=8035

«La Unión Europea es una idea básicamente de la masonería»

Pepe Rodríguez, periodista y escritor

Con Masonería al descubierto se establece una radiografía necesaria sobre este grupo de personas que durante la historia de España han sido diana de una profunda leyenda negra. El periodista catalán, Pepe Rodríguez se ha empapado de legajos y testimonios de personas pertenecientes, o que han pertenecido, a diferentes logias, para tratar de ofrecer la primera imagen objetiva y complete de la masonería. En una distendida charla con Periodista Digital, el autor nos devela los ataques que la iglesia, el dictador Franco o algunos historiadores han vertido sobre este modo, sencillamente, de comprender el mundo. Rodríguez deja claro que el poder político y económico ha estado al margen de la masonería y es que “siempre le ha costado llegar a fin de mes”. Por el contrario, en su seno han estado las mejores reflexiones sobre las estructuras políticas o sociales.

¿Hay que ser un “tipo rao” para ser masón?

No, yo creo que no, aunque haya masones que son “tipos raros”. Igual que hay géneros nucleares que son “tipos raros”. Simplemente hay que tener alguna aspiración de ser mejor, de intentar ver las cosas desde otra perspectiva y de intentar hacer algo (aunque sea reflexionar) para que la sociedad funcione de otra manera.
¿A que responde ese celo que rodea a la masonería?
Fue necesidad hasta hace relativamente poco. El problema de la masonería es que, desde sus orígenes, era mucho más abierta y democrática que la sociedad que les rodeaba.

¿Por qué el enfrentamiento con la Iglesia?

La Iglesia no quiere coexistir con nadie. Es intolerante. Ella tiene la verdad absoluta y el resto no. La masonería cometió el pecado más grande que podía hacer: decir que en una logia caben todos.

¿Y qué ocurrió durante la dictadura?

El fascismo de Franco asesinó a miles de masones. Los asesinaron porque la mayoría de los masones muertos tras el alzamiento del 36 no pasaron por juicio previo. Cuando entraban las tropas nacionales en una ciudad, una de las primeras cosas que hacían era ver si había un templo masónico. Buscaban los archivos y todos los nombres de aquellos que se hubiesen registrado eran fusilados y punto.

¿Hacían algún tipo de apología política?

No, en absoluto. Ni durante el franquismo ni antes tampoco. Durante la II República es cierto que hubo un buen porcentaje de diputados masones pero es que había más diputados católicos. Y digo yo. Puestos a fusilar, fusilemos a la mayoría. Si no, no fusilemos a nadie ni miremos mal a nadie.

Franco sufría pura paranoia con la masonería
¿Tenía algún problema personal Franco con los masones?

Franco era un tipo bastante paraniode y, además, ultra católico. Como tal se aprendió el catecismo, por eso odiaba a la masonería. Hay muchas bulas vaticanas, de diferentes papas, proscribiendo la masonería. Pero del mismo modo fue un tremendo hipócrita porque sus dos hermanos eran masones y los utilizó para su benéfico. Sobre todo utilizó a su hermano Nicolás a través de sus contactos masones de políticos portugueses e ingleses. Franco estaba obsesionado. Cada día del año durante toda su vida, leía revistas de masones y perseguía masones. Si no los había, se los inventaba. Era pura paranoia con la masonería.

¿Había motivos económicos en la persecución a la masonería?

Para nada. Los masones nunca han tenido donde caerse muertos. A lo largo de la Historia ha habido masones de clase media (la mayoría) y de clase alta... Pero a la masonería como tal, siempre le ha costado llegar a fin de mes. En España hay una panda de indocumentados de extrema derecha que dicen que la masonería manipula, que son ricos, políticos... Y la realidad es que no llegan a final de mes.

ENTRE LA UTOPÍA Y LA REALIDAD
¿Es utopía lo que persigue la masonería?

Los masones son conscientes de que es utópico pero todos tenemos derechos a soñar.

¿Con que sueñan los masones?

Todos los modelos de unión política se debatieron en su día en las logias. Esta idea de la unión de los Estados, la Unión Europea, es una idea básicamente masónica. La unión de mercados, la unión de países latinoamericanos, también. No digo que estas uniones estén controladas por masones, pero la idea es propia de la masonería. Esa idea de la unidad durante mucho tiempo era inviable por la sociedad totalitaria que rodeaba a la masonería.

¿Son muy duros con algún tipo de disciplina?

En la masonería jamás te dirán lo que tienes que creer. En una logia se hace un trabajo en grupo. No hay conclusión, cada uno sacará de esas reflexiones y debates lo que le venga en gana. No hay nadie que tenga poder sobre los masones. Son libres de irse cuando quieran y no le pueden obligar a nada. La masonería no es el Opus Dei o los Legionarios de Cristo donde si hay una estructura piramidal o férrea. Por eso desde el Opus o desde los Legionarios se puede conspirar y hacer negocios. Desde la masonería no, aunque quieran. La realidad es muy simple.



Fuente:
http://www.periodistadigital.com/periodismo/object.php?o=505116

14 noviembre, 2006

El Egregor o Egrégora masónica

“Egregor” [Del griego Egregoroi] significa velar. Egrégora también proviene del mismo término y designa la fuerza generada por la sumatoria de las energías físicas, emocionales y mentales de dos o más personas cuando se reúnen con cualquier finalidad.

A los Egregores Eliphas Levi, el escritor ocultista francés, los denomina príncipes de las almas. Rizardo da Camino en su Diccionario Masónico, dice que es un “Cuerpo Místico que se forma con sus propias peculiaridades, después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos se unen con las mentes para el acto de crear”. Al Egregor se le supone un centro de conciencia dévico, entendiendo por dévico a las reacciones del Espacio por cualquiera de los estados de conciencia humanos.

Se le conceptúa esotéricamente como un ente primordial formado por una agrupación de almas en un todo de sustancia mental o psíquica. Los antiguos consideraban a la Egrégora un ser vivo con fuerza y voluntad propias generadas a partir de sus creadores o alimentadores pero independiente de las de cada uno de ellos.

En el plano racional a los Egregores se les entiende como formas psíquicas que tienen que ver con estados de conciencia humanos. Es un 'ser psíquico' de carácter colectivo; un campo de influencia común, es un fluir sutil, invisible y elástico que ocupa espacios y que transmite energías creadas por un modo de pensar, de sentir o de actuar de los seres humanos. Es un “ente” real, sensible y actuante, aunque imponderable, que permite tener a los corazones sintonizados.

Es un alma grupal, un arquetipo que dirige el destino de la comunidad. Es innegable su poder por la consolidación de lazos entre el individuo y el grupo integrando al primero a un registro del inconciente colectivo. Si algunas personas se reúnen y emiten vibraciones fuertes e idénticas por pensamientos de la misma naturaleza, formarán uno por energía positiva o negativa, según sea el genero de los pensamientos emitidos, el Egregor creado con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y de acuerdo a ellos, reaccionará sobre nosotros. Es decir; todo impulso vital o substancial que surge de individuos o de comunidades produce una reacción en el espacio que provoca la forma psíquica de un Egregor, que se establece alrededor de las personas, de los hogares, de templos, de instituciones, etc, y por el que se puede percibir las condiciones y carácter de los mismos.

La Egrégora se realimenta de las mismas emociones que la crearon, y a quienes la engendraron, se les induce a producir repetidamente las mismas emociones. Los hay efímeros y permanentes. Los primeros obedecen a impulsos psíquicos o estados de conciencia esporádicos y sin fuerza aglutinante; los segundos son el resultado de la acumulación de materia psíquica realizada de manera constante y permanente por efecto de los estados de conciencia habituales, ya sea de los individuos o de los grupos. Por ejemplo: Una persona pesimista producirá un tipo de energía que por ley de afinidad se fijará a su alrededor y se ligará con personas y sitios que tengan su misma vibración.

Vibración que puede ser uno de los siete principios herméticos, el que dice: "Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra"

Si consideramos que hay tres planos de existencia: el plano físico o material, el plano mental o metafísico y el plano espiritual, también existen tres tipos de vibraciones, la más baja la del plano material y la más alta que corresponde al plano espiritual. Obviamente así como en el plano físico no todo lo que existe posee la misma vibración, en los demás planos también hay diferencia vibracional. En el Universo entero no hay nada que esté inmóvil y quieto sino que en realidad está todo continuamente vibrando y en movimiento. Cualquier pensamiento (positivo o negativo) es energía que sale de nosotros hacia el mundo exterior para dar forma a lo que hemos pensado. En su camino se une con pensamientos similares de otras personas y se fortifica, una vez que es lo suficientemente fuerte, regresa a quien lo creó. Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás.

Tres axiomas herméticos:
«Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad vuestra vibración.»
«Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrese a la atención en el polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se elimina cambiando su polaridad.»
«La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.»

El Egregor formado por el poder de los ritos, de las ceremonias litúrgicas y de meditaciones llevadas a cabo regularmente por las distintas religiones, sociedades y escuelas esotéricas de entrenamiento espiritual del mundo determinan estados psíquicos con gran influencia que afectan el ambiente particular de tales comunidades y también sobre otras conciencias generando un fenómeno psicológico vivenciado como un despertar espiritual. Así, se aprecia una elevación o dignificación de la conciencia. Estos Egregores son deseables, necesarios, y es lícito pretenderlos como cohesión iluminada. Por el contrario, existen otros negativos que son generados por actos de egoísmo, por la incapacidad de aceptación del bien y de rechazar al mal. Estos Egregores son los más numerosos y los que frecuentemente nos encontraremos cruzados en el camino hacia la máxima elevación espiritual en donde se busca la paz, la serenidad y la comprensión.

Los distintos tipos de Egregores cualifican la vida de individuos y de los grupos que los produjeron por efecto de sus ordinarios y habituales trabajos y estados de conciencia. Los hay que provenientes del pasado aun pululan en ritos y ceremonias y continúan proyectando energías. Otros, de carácter reciente generan un poder muy notorio en la vida actual determinando los aspectos sociales, políticos, culturales, de las distintas naciones.

Ente mágico y etéreo, fruto de sinergismo de personas reunidas en la práctica de un ritual, como energía psíquica se dota de una forma objetiva en el plano donde se manifiesta. Esta forma se adapta a las expresiones de la personalidad cuando se experimentan estados de conciencia como el odio, la envidia, el miedo o la desesperación o, por el contrario, la benevolencia, el afecto, la compasión, la decisión o el valor. La acumulación de las energías psíquicas exigiendo una forma haya en los distintos espacios cualificados la respuesta adecuada. La actividad en distintos niveles de expresión psíquica, produce y determina aquellas formas y una vez creadas se introducen en las mismas constituyendo lo que podríamos denominar esotéricamente un centro de conciencia grupal.

El Egregor, siendo básicamente una creación mental -ya sea en un sentido positivo o negativo- ofrece la particularidad de estar dotado de una conciencia embrionaria con capacidades de acción y de reacción, así como de un alto espíritu de supervivencia. Tiene capacidad de absorción de las energías y también de expansión de las mismas, oponiendo resistencia a las fuerzas que tratan de destruirle. Los Egregores influyen muy directamente en la historia humana estructurando ambientes psíquicos que determinan el grado de civilización y cultura. Jesús formó el Egregor del cristianismo Hitler el del nazismo.

El masónico aparece en las logias durante el trabajo, por ello, sería aconsejable que el lugar esté exclusivamente dedicado para el oficio masónico y que la tenida se lleve a cabo tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones personales en completa armonía. La Egrégora masónica atribuye a los trabajos un carácter místico, diferenciándolos de otros tipos de reuniones, por tanto, al ingresar en el Templo, los miembros deberían dejar todo pensamiento y actitud profana fuera. Los Aprendices, Compañeros y Maestros, superando el papel de simples espectadores, deberían estar dispuestos a realizar aportes de actitud y opinión constructiva que producirán una especie de vibración involucrada que constituirá un Egregor particular al que nos conectaremos mental o emocionalmente, alimentándolo, al mismo tiempo que nos alimenta a nosotros en un constante equilibrio.

Si nuestro trabajo en el Taller se limita al simple ejercicio mímico del Rito, si evidenciamos una actitud desapegada y sin sentido ceremonioso, si nuestra intervención es una simple exposición de palabras vacuas, una logomaquia sin sentido, si nuestro pensamiento se enroca perezosamente en la rutina y desprecia aspiraciones elevadas; entonces estaremos contribuyendo a la formación de un Egregor que sumado a otros con igual actitud aumentará su fuerza y provocará el fracaso de los trabajos.

Cuando un hermano realiza su honesto aporte masónico puede generar una vibración poderosa que se propagará libremente por el silencio de algún alma opacada estimulando su reflexión. Imaginemos a la totalidad de hermanos trabajando con similar disposición y será fácil augurar un futuro provechoso para ése templo.

Hay logias en las que sus características peculiares perduran a pesar de los individuos que entran y salen de ella, el taller tiene su alma, su Egregor, formado por todos los que participaron en las Tenidas, también por su embellecimiento y cuidado, que deben ser permanentes. Así, el Templo puede ser sencillo pero debe estar escrupulosamente limpio, decorado con buen gusto para estimular la emoción artística, porque el arte y la belleza son fundamentales para la evolución del Egregor de la Logia. Deberían evitarse la murmuración, los gestos poco fraternales. Sería deseable por parte de todos los hermanos que sus trabajos estén regidos por los pensamientos más elevados y con las palabras más respetuosas y afectuosas. Convendría que las tenidas fueran constantes y regulares con asistentes sinceros y entusiastas con los trabajos de la Logia.

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VMM