03 junio, 2006

Conspiraciones

Breve historia de la conquista del mundo por los extraterrestres, los masones, la ONU, las elites financieras, el establishment, etc., de Julio Patán
por Naief Yehya

La reciente reunión de Bono, el Papa, George Soros, George Bush y Bill Gates con el grupo Bilderberg tan sólo puede indicar que los altos sacerdotes de la globalización han recibido por fin el llamado de los Grises. Las naves comenzarán a llegar a la tierra muy pronto y los únicos que se salvarán serán por supuesto los herederos de los Protocolos de los sabios de Sión.
Las conspiraciones son fascinantes porque nos permiten ser detectives o críticos de todo lo que nos rodea, nos invitan a leer, analizar e interpretar señales y símbolos que normalmente pasan inadvertidos a la mayoría y convierten la cotidianidad en un intrigante rally de pistas y misterios por resolver. Además, las conspiraciones se ofrecen como narrativas abiertas, febriles y apasionantes que fusionan datos comprobables con hipótesis, exageraciones y falsificaciones que a menudo despiertan la imaginación y las fantasías cinematográficas. En Estados Unidos, prácticamente no hay noche en que la televisión por cable no ofrezca por lo menos un programa sobre ovnis o el asesinato de Kennedy.
Conspiraciones, de Julio Patán, es una estupenda, divertida y mordaz reflexión en torno a las teorías que pretenden explicar la historia como resultado de vastos planes, complejos e intemporales, llevados a cabo con perfección extraordinaria para cometer actos atroces y hacerlos pasar como accidentes de la historia. Patán ha escrito un libro inteligente, colorido y en general formidablemente argumentado con el que desarma una variedad de fantasías, mitos, delirios paranoicos y fábulas urbanas: de las historias de extraterrestres que vienen a conquistar la tierra hasta las de los masones que quieren imponer el comunismo en todo el planeta.
Lo primero que hace el autor es separar las conspiraciones en dos grupos. Las primeras son las acciones falibles y limitadas, que involucran a grupos de individuos para cometer actos en contra de otras personas. El libro de Patán trata las otras, aquellas que son ilimitadas y universales en sus objetivos y alcances, pero su intención va más allá de llevarnos de la mano por el imaginario delirante e hilarante de seres marginales que han visto la verdad en tabloides sensacionalistas o gurús de dudosa reputación. La idea del libro es que las teorías más inanes y absurdas pueden convertirse en herramientas para cometer crímenes descomunales.
Gran parte de Conspiraciones está consagrado a la que considera la madre de todas las teorías paranoicas: la gran conspiración judía mundial, una idea que no se puede abordar superficialmente, ya que puso en evidencia las catastróficas consecuencias que puede tener el convertir una fantasía racista y xenofóbica en programa político. Para disecar esta conspiración, Julio Patán nos conduce desde el espurio libelo de los Protocolos de los sabios de Sión hasta el Holocausto, mostrando las diversas caras que ha tomado y sigue tomando el antisemitismo institucional. Otra sección del libro está dedicada a la conspiración que pondría a “los ricos” en el lugar de los megaconspiradores. Aquí Patán parece apresurado y sus argumentos más genéricos y menos afilados. Los globalofóbicos se presentan con gruesas brochadas y sus ideas son reducidas a collages confusos y paranoides. Aunque esta perspectiva probablemente sea acertada, se extraña la contundencia que Patán emplea en los capítulos anteriores. Habría resultado enriquecedor y más convincente profundizar en estas ideas y, por ejemplo, citar casos concretos de las referencias a materiales clasificados, secretos o redundantes que usa Chomsky como argumentos.
Un libro como éste, en el que se pasa revista a teorías conspiratorias ampliamente difundidas, siempre frustrará a algunos, ya que, como en toda colección de Greatest Hits, echaremos de menos alguna conspiración favorita (la mía: la tierra es hueca y en su interior vive una raza de nazis suizos gigantes). El caso de Conspiraciones no es la excepción, ya que, con su efectiva y brillante prosa, Julio Patán nos abre el apetito y despierta nuestra morbosidad por más teorías conspiratorias. En particular, si una conspiración podría caber dentro de los criterios que define Patán, no sólo por su carácter milenarista sino porque también tiene la singularidad de poder influir, con inminentes consecuencias nefastas en la toma de decisiones de hombres poderosos, es la fantasía apocalíptica que comparten la derecha fundamentalista cristiana estadounidense, de grupos como los de Jerry Falwell y Pat Robertson, y el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Estos devotos coinciden en soñar que el fin del mundo está próximo y que habrá de comenzar en Oriente Próximo. Las dos partes quieren precipitar el Armagedón y el Rapto (programado hasta nuevo aviso para el 06-06-06, lo cual resultaría inconveniente para quienes esperamos con ansiedad la Copa del Mundo de Alemania) por medio de la provocación y el conflicto para abrir las puertas del paraíso y, de paso, incinerar a los infieles, incluyendo a Patán, a quien esto escribe y quizás al incauto lector.

Fuente:
http://www.letraslibres.com/index.php?art=11243

02 junio, 2006

Dan Brown develará los enigmas de los masones

En medio del éxito editorial y cinematográfico de “El código Da Vinci”, se conocieron ahora los detalles de la nueva historia del escritor.
EXITOSO. Dan Brown sigue escribiendo sobre conspiraciones.

Buenos Aires.- Mientras el filme inspirado en “El código Da Vinci” bate récords de taquilla en los cines, un libro de flamante aparición escrito por el periodista David Shugarts, rastrea los mitos y enigmas que abordará el escritor Dan Brown en su próxima novela que, según los pronósticos, se ocupará demostrar el origen masónico de figuras emblemáticas de la historia norteamericana como George Washington y Benjamin Franklin.

Como un juego de cajas chinas con infinitas derivaciones, el fenómeno generado por el best-seller -que a cuatro años de su aparición original se mantiene en los primeros puestos de los rankings de venta de todo el mundo-, no sólo ha permitido la sociabilización de cuestiones que hasta ahora circulaban con sigilo en la opinión pública, sino que ha extendido el clima de pesquisa sobre el propio Brown.

El escritor norteamericano, autor de otros best-seller que recién alcanzaron ese status tras el éxito obtenido por “El código Da Vinci”, logró sacar a la luz una serie de enigmas relacionados con la figura de María Magdalena, el Priorato de Sión o el contenido esotérico de las pinturas de Leonardo Da Vinci, a partir de una astuta formulación que combina arbitrariamente episodios históricos con elementos de ficción.

“Los secretos de la continuación del Código Da Vinci”, tal el nombre de la obra escrita por Shugarts, entrelaza distintas cuestiones elementales relacionadas con el nuevo trabajo de Brown: ¿en qué ciudad se ambientará la novela? ¿Cuáles serán las claves sobre las que girará su argumento? Entre los tiempos en que los egipcios construyeron las pirámides y los del surgimiento de Estados Unidos como nación, median infinidad de misterios, conspiraciones y herejías que aparentemente habría aprovechado Brown para moldear la trama con la que afrontará el arduo desafío de no quebrar el fanatismo que cosechó con “El código Da Vinci”. (TELAM)

31 mayo, 2006

LOS TEMPLARIOS Y EL NÚMERO SAGRADO O DE ORO

Fr Horacio A. Della Torre y Guillermo Amadeo Dixon

Es de suponer que Hugo de Payns o Paganis, un noble ya maduro originario de la Champaña francesa o de Cataluña –según últimas investigaciones-, cuando conjuntamente con Saint-Omer asume la fundación de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo en el corazón de Tierra Santa, Jerusalén, no hace más que llevar a la práctica un mandato de la mente más preclara de la Edad Media, Bernardo deClaraval. Tal vez, es cierto, en "dualidad" –figura luego tan típica del Temple- con Esteban de Harding. Se ha dicho de Bernardo que ha sido el último druida y que todo el conocimiento del santo conocimiento derivó de haber bebido tres gotas de leche de una Virgen Negra; hay un cuadro pintado por el artista Alonso Cano, que puede verse en el Museo del Prado de Madrid. Esta tradición puede ser tomada así literalmente o ser interpretada desde un punto de vista alquímico. En el vocabulario hermético de los alquimistas, la "leche de la Virgen" designa al agua mercurial, base indispensable para la obtención y fabricación de la piedra filosofal. Así el famoso alquimista Basile Valentín, dirá "Cuando la piedra está hecha y preparada con verdadera leche de la Virgen, toma una parte de ella y hace puro y excelente oro"[1]. Bajo esta nueva óptica podemos interpretar que el gran Santo había hecho al menos la excelsa preparación interior del alquimista que le había permitido lograr transformar su esencia en el más noble de los metales, el oro,entendiéndose todo ello en un sentido espiritual. Resulta además curioso que los Pobres Caballeros de Cristo reciban como dádiva por su pobreza el permiso para alojarse en las ruinas de lo que fuera el Templo de Salomón. ¿ Es que no había otro predio en mejores condiciones en el que se pudieran cobijar? ¿ O debemos mas bien pensar que por algo les fue dado y que entonces el rey Balduino II procedíade esa manera de acuerdo a un plan preestablecido? El hospedaje en elTemplo – del que deriva luego el nombre de templarios- permite a los nueve caballeros, durante nueve años, una prolija investigación y búsqueda arqueológica, poniendo al descubierto – entre las cosas sabidas- la enorme caballeriza de Salomón que podía alojar 2000 caballos o 1500 camellos. La búsqueda es incesante durante más de 3000 días, el tiempo que allí permanecen en soledad y absoluta posesión de las ruinas del Templo. No sabemos a ciencia si encontraron el Arca de la Alianza o las Tablas de la Ley – como pretenden algunos de los neotemplarios-, lo que sí podemos asociar es que otros nueve años después de su parcial regreso a Europa, el abate Suger – amigo entrañable de Bernardo-, en 1137 inicia la reconstrucción de la abadía de Saint-Denis, dando origen a un estilo arquitectónico desconocido hasta entonces, el estilo o arte gótico, que permitirá la elevación de los techos en Iglesias y Catedrales y paradójicamente el adelgazamiento de sus muros. ¿Qué es lo que han redescubierto, para nosotros, los templarios? Entendemosque se trata del "Número Sagrado o "Número de Oro", ya conocido por egipcios y pitagóricos, luego extraviado y recuperado por ellos y más tarde empleado por el gran Leonardo da Vinci al representar al hombre, como se verá más abajo. Antes de intentar su explicación, dejaremos en claro algunos equívocos. No nos referimos al Número áureo, entendiendo por tal al ciclo lunar de 19 años en el que las fases de la luna se vuelven a suceder en los mismos días del año. Descartamos asimismo alnúmero 1,666 dado como Número Sagrado por algunos autores [2]. ElNúmero Sagrado o de Oro es 1,618 y su derivado el Triángulo de Oro fue utilizado por los egipcios en la construcción de la pirámide de Keops o Cheops. Si hacemos una sección de la misma, si la base es =1, la hipotenusa es = 1,618 y la altura =1,272006 = raíz cuadrada de 1,618. Esa relación fue utilizada asimismo por las Compañías del Santo Deber, las compañías de constructores dependientes del Temple en las construcciones de Catedrales. Si hilamos un poco más fino podemos ver que la tangente del ángulo que tienen las caras de la pirámide deKeops, que es casi 52 grados, justamente es 1,273, con lo que podemos imaginar que los que construyeron las pirámides – y nuestros templarios- conocían las medidas de la Tierra. Podríamos ir aún má sallá y tratar de encontrar una relación terráquea. El diámetro de nuestra Tierra es aproximadamente de 12.720 Km., lo que dividido por 10.000 nos da 1,272, que como dijimos es la raíz cuadrada del Número Sagrado. Casualidad o no, la altura del Montsalvage, de triste historia en la Cruzada contra los Cátaros u donde se dice estaba guardado el santo Grial, es precisamente de 1.272 m. El Número Sagrado es además la relación entre la superficie del círculo y la superficie de un cuadrado cuyo lado sea igual al diámetro del círculo.También es el que corresponde a la relación entre el lado de un pentágono y una diagonal cualquiera. Por otro lado si multiplicamos la raíz del Número de Oro por 2 nos da exactamente la medida de la pulgada en centímetros. En el ámbito de las dimensiones y proporciones humanas; la altura total dividida por la distancia del ombligo al suelo o también el largo total del brazo hasta la punta del dedo medio dividido por el largo de antebrazo hasta la punta del dedo medio arroja similares resultados ( = 1,6), equivalentes al Número de Oro. Algún tiempo después de la presencia en descubierta de los templarios, un matemático de nombre FIBONACCI – e ignoramos si era templario encubierto- elaboró una serie de números: 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34,55, 89, 144, 233, 377, 610, 987, etc. La serie surge de la suma de dos números, obteniendo así el tercero; por ej.: 1+2=3; 233+377=610, etc. Ahora bien, si nosotros a esa suma de dos números así obtenidos, lo dividimos por el último número sumado, nos da otro número que en la medida que aumentemos en la serie tiende cada vez más a acercarse al 1,618. Parece ser que un productor de conejos hizo una proyección de cual sería su producción partiendo de una yunta y el resultado coincide con la serie. En el Capítulo LOS TEMPLARIOS EN AMÉRICA, hemos comentado el que hemos llamdo número de Posnansky, que habría sido utilizado por los indígenas americanos en la construcción de los monumentos de Tiahuanacu y cuyo valor sería 1,6151, muy próximo al 1,618 y como decimos en ese lugar, con despreciable diferencia estadística, P <>. Todas estas relaciones en nada extrañarán a los iniciados en los conocimientos pero entendemos que serán útiles para aquellos que se encuentran en un momento psico-espiritual receptivo, en que sus ojos se abren y sus oidos están dispuestos a escuchar. Refirman, en todo caso, la vieja divisa del Temple: Non Nobis Domine, Non Nobis, Sed Nomine Tuo da Gloriam.

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[1] Cit. por Sède, Gerard de. Los Templarios están entre nosotros,Sirio, 1985, Málaga, pág. 177


[2] Guinguand, Maurice. El Oro de los Templarios. Apóstrofe, 1996,Barcelona, pág. 19. Cuaderno templario marzo 2003.


Lista masonica Mandil


.·.

¿Qué es el Deísmo?

En la definición de mi postura expongo mi posición como deísta, pero usando indistintamente la palabra teísta, aunque estableciendo matices y una especie de gradiente... pero, ¿qué es el DEÍSMO?

El Deísmo es la creencia en Dios creador del Universo y de sus procesos naturales a través de los cuales funciona (leyes) . Se basa en la observación y el análisis racional de la naturaleza. Así pues, el Deísmo es una creencia racional en Dios, pero sin aceptar los credos, dogmas o libros sagrados de una religión particular.

Esta sería un esquema general de las creencias comunes de los deístas. A partir de aquí y teniendo en cuenta que la versión occidental se enraíza en el racionalismo, el librepensamiento y la Ilustración, las diferencias de opiniones y creencias acerca de Dios y temas relacionados, pueden variar bastante.

La manera en que cada deísta percibe la idea de Dios es personal y subjetiva. Algunos ven a Dios como la suprema o última Realidad. Otros ven a Dios como un Ser perfecto en poder, sabiduría y bondad que es adorado como creador del Universo. Otros conciben a Dios como una Mente infinita o un principio divino incorpóreo que está por encima de todo y lo fundamenta. Otros como un Primer Motor más o menos impersonal y que se mantiene al margen. Sea como fuere que los deístas concretos entiendan a Dios, la característica común de ellos que es que DIOS EXISTE. Como no hay un credo específico, cada deísta explora estas cuestiones acerca de la naturaleza de Dios a través de su raciocinio y el debate racional con otros.

Como he comentado antes, algunos deístas creen que Dios creo el Universo, pero que se mantiene al margen de él. Sin embargo, otros deístas creen que Dios puede intervenir de algún modo en los asuntos humanos. Por ejemplo, George Washington tenía que elegir entre una arriesgada evacuación de las tropas americanas de Long Island o rendirse, y eligió la evacuación que era más arriesgada. Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de ser aniquilados, respondió que era lo mejor que podía hacer y que lo demás dependía de la Providencia.

Las raíces del deísmo están en los antiguos filósofos griegos y en la filosofía aristotélica de la Primera Causa. El Deísmo floreció durante el Renacimiento con el soporte de científicos ingleses e italianos como Galileo y Newton; pero sobre todo durante la Ilustración, en el siglo XVII, a partir de los escritos de autores ingleses y franceses como Thomas Hobbes, John Locke, David Hume, Jean-Jacques Rousseau y Voltaire. Al mismo tiempo con los escritos de norteamericanos como John Quincy Adams, Ethan Allen, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson, James Madison, George Washington y , sobre todo, Thomas Paine. Concretamente los principios deístas tuvieron un efecto en las estructuras políticas y religiosas de U.S.A., como son la separación entre Iglesia y Estado y la libertad religiosa.

Como era previsible, estas ideas generaron duros enfrentamientos con las religiones establecidas, más que con el ateísmo, a pesar de que la filosofía deísta tiene puntos en común con los teístas de las religiones reveladas. Sin embargo, en la actualidad esta situación me parece más difusa en virtud de las tendencias más liberales de las diferentes iglesias o, al menos, una mayor mentalidad democrática y de tolerancia.

He de añadir que, al hablar de las raíces históricas del Deísmo, me he saltado toda la filosofía medieval, cristiana o no. Esto es lógico si nos centramos en las bases históricas del Deísmo en un sentido restrictivo, pero al compartir la creencia en Dios con estos monoteísmos, es lógico que haya habido influencia. En ese sentido, he de nombrar la influencia de todos esos filósofos y teólogos medievales y , concretamente, de Santo Tomás de Aquino, del cual "plagio" mucha de la argumentación a favor de Dios. Y, por supuesto, uso muchas ideas prestadas de filósofos cristianos.

Aunque muchos piensen que el Deísmo es suficiente, algunos prefieren combinar las ideas deístas acerca de Dios con la ética de otras religiones, encontrándose personas que se autodenominan confucionistas deístas, cristianos deístas...

El Dalai Lama dijo: " Vivimos todos muy cerca. Así pues, nuestro principal propósito en esta vida es ayudar a los demás. Y si usted no puede ayudarles, al menos no los lastime. Ésta es mi simple religión: no hay necesidad de templos; ninguna necesidad de complicadas filosofías. Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón es nuestro templo; la filosofía es la amabilidad".

Ante las personas que sufren dificultades frente a una idea de Dios muy ligada a dogmas y credos, pero les repugna el ateísmo, les propongo una cita cristiana para hacerles ver que , pase lo que pase, se puede seguir confiando en Dios y su Providencia:

"Mr. Coleridge solía insistir muy a menudo en la diferencia entre creencia y fe. Cierta vez me dijo muy en serio que, si en aquel momento el convencieran de que el Nuevo Testamento era una falsificación desde el principio hasta el fin -y ésta era una convicción cuya posibilidad no podía hacerse cargo- por grande que fuera la desolación que sentiría, no disminuiría ni jota su fe en el poder y la misericordia de Dios por alguna manifestación de su ser hacia el hombre, ya sea en el pasado, en el futuro, o en los abismos ocultos en los que no hay tiempo ni espacio."


Galo de Santelmo Hernández Sánchez

Fuente:
http://www.glrbv.org.ve/trabajos%20y%20trazados%20masonicos/
Trazados%20de%20Otras%20Logias/Que%20es%20el%20Deismo.htm

30 mayo, 2006

CEREMONIAS

Los masones trabajamos con Rituales, pese a lo cual también tratamos algunas de nuestras reuniones como Ceremonias. Pongo a consideración una diferencia filosófica.

La Ceremonia es una figura práctica teleológica constituida por secuencias efímeras de operaciones humanas, que está delimitada sobre un «fondo procesual» por una apertura y una clausura identificables. Tiene las dimensiones del día terrestre (minutos, horas, pero no segundos; semanas, pero no años o siglos). Son ceremonias: un funeral, una boda, un desfile militar, un paseo solitario por el campo, la visita a un museo, la declamación de un discurso político, la tarea normalizada de reparar el generador de un automóvil, cocinar un plato según recetas, la caza cooperativa, al acoso, de una fiera. No son ceremonias: la muerte de un individuo, el matrimonio, una batalla; ni la senda, las cerámicas o los cráneos que descansan en las vitrinas, el tumulto que pueda resultar del discurso político, el motor de explosión, los alimentos cocinados o la pieza cobrada.

Se trata de figuras del hacer humano sujetas a normas y que suponen secuencias operatorias de carácter transitorio que se cierran internamente desde su propia configuración. La ceremonia es un rasgo clave para delimitar antropología/etología, cultura/naturaleza, hombre/animal, pues aunque las ceremonias humanas presentan cierta similitud con los rituales animales existen grandes diferencias entre ambas y, desde luego, su forma es distinta. En su estructura general se distinguen cuatro dimensiones o momentos en una ceremonia: constitutivo, distintivo, variacional y contextual, a partir de los cuales se configuran los diversos tipos de ceremonia, que se clasifican según distintos criterios, siendo decisiva aquella clasificación que, en su momento constitutivo, y atendiendo a los ejes del espacio antropológico, habla de ceremonias circulares, radial es y angulares.

CEREMONIAS VS. RITOS

La tendencia a tratar a las ceremonias como si fueran «rituales», acaso más complejos, tiene una amplia base objetiva. Con frecuencia —y esto ya no nos parece legítimo— los términos de «ritual» y «ceremonia» se aplican indiferentemente a secuencias animales o humanas. No cabe invocar el criterio de la herencia genética y la herencia cultural, por aprendizaje. También las rutinas (o rituales) animales son resultado de procesos de aprendizaje. Del concepto de ceremonia no se infiere que su contenido (su «finalidad biológica») haya de ser diferente del contenido o finalidad de los ritos zoológicos, como si los rituales tuviesen un cometido biológico-material distinto del de las ceremonias, a las que les correspondería un contenido simbólico, espiritual. La espiritualidad de las ceremonias no reside en su contenido, tanto como en su forma. Durante los primeros siglos del Imperio romano, a los gladiadores moribundos se les remataba como rematan las rapaces a la oveja malherida por el lobo. Pero el rematar del gladiador era realizado espiritualmente, ceremoniosamente: un funcionario, vestido de Mercurio, le atravesaba con una vara dorada. No sabemos de ningún buitre que se disfrace de halcón divino para rematar a la oveja. Los elefantes africanos desarrollan, a falta de agua, un ritual de «abluciones sustitutivas» con arena y este proceso ha sido comparado con las abluciones ceremoniales de los musulmanes, a quienes también les está permitido realizar sus abluciones canónicas con arena cuando no disponen de agua. La semejanza es impresionante pero la diferencia de esencia subsiste: las abluciones musulmanas, con agua o arena, se desencadenan en virtud de un precepto del Corán. ¿Dónde está el Corán de los elefantes africanos? Los rituales, en tanto son también figuras secuenciales, tendrán los cuatro momentos que hemos distinguido en las ceremonias, lo que quiere decir que las diferencias aparecerán en cada una de estas dimensiones. En su momento constitutivo, la ablución de arena de los elefantes no es normativa y su teleología también es diferente (las abluciones musulmanas no tienen como finalidad refrescarse el cuerpo, sino purificar el alma). En su momento distintivo, los criterios de apertura y clausura también son diferentes: al elefante se las marca el termómetro, al musulmán el reloj. Según su momento variacional: las variedades en la ablución ritual son de otro orden (aleatorias, individuales), que las variedades ceremoniales, según estilos ligados a otras costumbres, a normas prohibitivas, &c.; según el momento contextual, las abluciones del elefante tienen un componente fijo de contexto: la temperatura ambiente por encima de los 30º, mientras que el contexto de las abluciones ceremoniales está en cierto modo independizado del medio ambiente y su radio es mucho más grande (miles de kilómetros, por ejemplo la distancia a La Meca).

Las ceremonias son más complejas (constan de un número mayor de operaciones) que los rituales. Las ceremonias estarían en la escala del día, los rituales podrían darse a escala de minutos. La ceremonia, frente al ritual, se propaga por transmisión cultural, por imitación o por tradición y no puede ser adecuadamente comprendida sin la referencia a las coordenadas culturales de las que brota.

Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo en compartirlo

Fraternalmente

Jorge:.


Fuente:http://www.glrbv.org.ve/trabajos%20y%20trazados%20masonicos/Trazados%20de%20Otras%20Logias/Ceremonia.htm

28 mayo, 2006

Los masones argentinos y su proyección hacia el siglo XXI

Hoy se conmemora la emacipación del pueblo argentino de la monarquía española con la revolución de mayo de 1810. En esta nota presentamos cuál fue el trabajo de los masones por lograr esa libertad y proyectamos su compromiso hacia el siglo XXI

De las publicaciones anteriores queda claro que el eje de la acción masónica es el hombre, y su objetivo la formación de hombres mejores. Pues la masonería comprende y sostiene que la sociedad es el reflejo de los individuos que la componen y que en la medida que estos hombres se convierten en virtuosos la sociedad toda se beneficia.

Esta semana termine de leer el ameno libro de Lucía Galvez ¿Cómo Dios manda? Que en su momento lo presentamos en este blog. Esta licenciada en Historia por la revolución de mayo en Argentina, aquellos que se encontraban en Europa se dispusieron a agruparse a la revolución y en enero de 1812 ese grupo se embarcó en la Fragata George Canning con destino al Río de la Plata. Así la participación de esos masones fue determinante en la creación de la república.

Pasados los días de las batallas por la independencia, era necesario sacar a la Argentina del desorden de las guerras civiles y crear una constitución más realista que las anteriores. Una nueva generación de masones se preparara para ello desde las aulas de la Universidad de Córdoba y de Buenos Aires explica en su última obra cuáles eran los ideales, pensamientos y dogmas de los hombres que participaron en la organización de la República Argentina.

Las acciones y las ideas de quienes lograron independizar ese país y fundar la república pueden comprenderse a la luz de la influencia y de las nuevas ideas liberales provenientes de Europa. Hacia 1808 en la libre, abierta, cosmopolita, comercial y portuaria ciudad de Cádiz (España) hervía de nuevas ideas, en ella se había cobrado un nuevo tipo de sociabilidad que vendría hacia esta parte de América.

Cuando estalló la revolución de Mayo en Argentina, aquellos que se encontraban en Europa se dispusieron a agruparse a la revolución y en enero de 1812 ese grupo se embarcó en la Fragata George Canning con destino al Río de la Plata. Así la participación de esos masones fue determinante en la creación de la república.

Pasados los días de las batallas por la independencia, era necesario sacar a la Argentina del desorden de las guerras civiles y crear una constitución más realista que las anteriores. Una nueva generación de masones se preparara para ello desde las aulas de la Universidad de Córdoba y de Buenos Aires. Esa constitución aseguró la importancia de la libertad de conciencia y de culto, la inmigración libre, la libertad de comercio y las industrias sin trabas.

Hasta esa fecha los esfuerzos en la construcción de la república vinieron de manos, en su mayoría, de los masones, pero hasta 1856 estos no estaban organizados en torno a lo que hoy conocemos como una Gran Logia. Desde ese año comienza el segundo periodo de la Masonería argentina.

El proceso de modernización comenzó entonces con la gran inmigración, las nuevas fuentes de riqueza que irían transformando a Buenos Aires en una de las más importantes metrópolis de América del Sur. Pocas veces fue tan firme un sistema de convicciones en el seno de una elite y pocas lograron influir tan profundamente en la realidad como lo hicieron aquellos masones.

Prueba de esta interacción pueden encontrase en el hecho que 14 Presidentes de la República pertenecieron a nuestra institución al igual que innumerables Legisladores, Ministros, Jueces, investigadores, intelectuales y, principalmente formadores de opinión que con su trabajo constante y silencioso, logaron forjar parte importante de los logros y beneficios de la sociedad que hoy les cobija. La acción de cada uno de estos prohombres insertos en la comunidad, trabajando en las áreas de sus incumbencias por el bien de sus semejantes, reconoce un denominador común en la institución masónica que les permitió desarrollar y entregar a la sociedad acciones tales que, en la historia institucional argentina se puede considerar trascendentes.

Así pasaron los años y durante casi cien años que nos separan de la Argentina del bicentenario, el panorama político, económico y educativo sufrió las más variadas fluctuaciones, pero los masones continuaron trabajando desde sus logias.

En los albores del siglo XXI se inicia la tercera etapa de la Masonería argentina, como claramente lo expuso su actual Gran Maestro Sergio Nunes en la última Feria del Libro de Buenos Aires. La Masonería tiene para sí, como uno de los baluartes fundamentales la idea del progreso, debemos destacar que desde los albores de la nacionalidad, éste ha constituido una constante que, impulsada y sostenida con los principios y la sangre de los masones, actuó como estimulante de la actividad política e incentivo psicológico personal y social para las grandes acciones de la sociedad.

Podemos decir que en la actualidad la Masonería Argentina abordará desde el interior de sus templos e intentará derramar sus acciones hacia la sociedad, en los siguientes temas:

Marginación
La masonería nació como consecuencia de la agrupación de hombres dedicados al trabajo y no es la primera vez que la humanidad enfrenta cambios sociales de envergadura. La diferencia queda claramente establecida en este factor de velocidad que la vuelve selectiva: Algunos logran integrarse al proceso, mientras que grandes mayorías padecen la marginación creciente de sus posibilidades de desarrollo.

Consideran que la reconstrucción de una cultura del trabajo resulta imperiosa en el marco de la recuperación de la dignidad del ser humano.

Protección del medio ambiente, particularmente del agua y desarrollo sustentable
Desde hace muchos años escuchamos las advertencias de científicos, pensadores e intelectuales de los más diversos signos acerca del creciente deterioro del medio ambiente y de los peligros que se ciernen como consecuencia de la alteración de los ecosistemas.

La Masonería Argentina considera, como uno de sus objetivos inmediatos, establecer en la conciencia nacional la necesidad de proteger los recursos naturales, en particular el agua. Por ser uno de los países con mayores reservas de agua dulce del planeta por habitante, la Argentina ocupa un lugar de privilegio con relación a un elemento que en poco tiempo se volverá tan crítico que incidirá notoriamente en la geopolítica.

Para ello, el gobierno de la Gran Logia de la Argentina se encuentra trabajando en el análisis de importantes proyectos que podrán significar, en el futuro inmediato, aportes sustanciales a la problemática expuesta y de los cuales informaremos oportunamente.

Refundación de la República
Creen necesario volver a cimentar los principios fundamentales que constituyeron la génesis de su país, teniendo preeminencia el respeto a los derechos y libertades inalienables de los individuos.

Para comenzar esta tarea están comprometidos en analizar un proyecto educativo que abarque a todos por igual y evite los huérfanos intelectuales que en estos días nos muestran las asimetrías más desagradables y las injusticias más flagrantes respecto a nuestros conciudadanos.

Respeto de relaciones bilaterales con los Hermanos Latinoamericanos
Ven con preocupación el nivel de enfrentamiento que se ha llegado con nuestros Hermanos Uruguayos por el conocido tema de las Papeleras.

En su concepto, la solución de este tema es primordial para el futuro de la región y la salud del MERCOSUR como bloque regional. Se debe evitar por sobre todas las cosas la contaminación del Río Uruguay, pero también el deterioro de las relaciones bilaterales. Una y otra cosa son peligrosas.


Los masones somos plenamente concientes de la responsabilidad que nos cabe. Semanalmente, miles de masones argentinos, se reúnen en numerosas logias a lo largo y ancho del país para buscar, afanosamente, soluciones y alternativas para sus comunidades. La Orden, más activa que nunca, se ha convertido nuevamente, como en aquellas etapas fundacionales de la República, en vórtice de ideas, foro de civilidad y ámbito eficaz para la acción solidaria.

Christian Gadea Saguier.



Fuente:
http://www.totalnews.com.ar/detalle_noticia.asp?cod_noticia=10161

Grandes hermanos

LA MASONERIA EN LA ARGENTINA, EN MEDIO DE LA POLEMICA POR “EL CODIGO DA VINCI”

Caballeros Templarios, logias, secretos. La película sobre el libro de Dan Brown reavivó el misterio en torno de los masones. Hubo algunos que se sentaron al debate con representantes de la Iglesia Católica. Hubo otros que protestaron en el anonimato. Quiénes son, qué hacen y a qué se dedica la masonería en la Argentina.

Por Horacio Cecchi

Parecen ser lo que no son y parecen querer ser lo que jamás querrían. Los masones parecen una sociedad secreta, pero conforman una asociación civil pública, tanto que tiene personería jurídica. Y pretenden ser igualitarios aunque si sos masón mejor y si sos varón, ni qué hablar. Así de crípticos y secretos, como de públicos y en boca de todos. Después del agitado paso de la novela y película El Código Da Vinci y su orden de Caballeros Templarios, la pregunta viene a cuento: ¿y los masones, quiénes son? ¿Qué hacen? ¿A qué se dedican? ¿Por qué son secretos? ¿Por qué dicen que no lo son? “Para hacer la nota tiene que hablar con el Gran Secretario”, respondió al teléfono la secretaria hermana Equis Equis. “Para hacer la nota tiene que hablar con el Gran Maestre” –dijo el Gran Secretario de la Gran Logia Luis Acebal, después de que la secretaria hermana le pasara el teléfono–. “Pero el Gran Maestre (Sergio Nunes) está ocupado y cuando se desocupe debe viajar.” Y el Gran Maestre viajó o aún no se desocupó y si el G. M. no lo autoriza...

“Lo que dijo la película sobre los Templarios está todo mal. Son patrañas”, dijo un hermano maestro que prefirió permanecer en el anonimato, después de que la secretaria hermana Equis Equis pasara la comunicación pero antes de que atendiera el G. S. Acebal. “La Orden de los Caballeros Templarios es una logia masónica, y lo que dijo la película es tal cual la realidad”, confió otro masón que también prefirió mantenerse en el anonimato. De los extremos posibles, de una respuesta a la otra, un mundo de posibilidades. Y todos bajo el mismo nombre: masonería.

Aprendiz grado 1º

“El fin último de los masones son la libertad, la igualdad y la fraternidad”, recitan casi en protocolo su casete todos y cada uno de los masones. Supuestos porque difícilmente lo acepten en público, o silenciosos, porque cuando lo aceptan jamás se los oirá hablar sobre la masonería, salvo que “el Gran Maestre lo autorice”.

–¿Hablo con la casa de los masones?

–La Gran Logia de la Argentina de Aceptados y Masones –dijo la telefonista de la casa de la G.L.A.A.M.–. ¿Qué desea?

–Hacer una nota sobre los masones.

–Para eso va a tener que hablar con el Gran Secretario. En este momento está ocupado. Déjeme su teléfono que lo vamos a llamar.

Compañero grado 2º

Qué es la Gran Logia Argentina. Desde la perspectiva de un lego en la materia, cuatro de la tarde de un día cualquiera laborable. “Para entrar tenés que pasar por tres aplomes”, dice el maestro anónimo y masón, sentado en un bar del barrio de Flores. “Aplomes son entrevistas –aclara después de ver que el rostro de su interlocutor parece querer descifrar sánscrito–. Son tres aplomes y en cada uno se juega una cosa diferente.”

No queda claro. Cómo es que uno llega a conectarse, porque si todos son anónimos - ocultos, cómo se hace para llenar el formulario de ingreso. Después se irá comprendiendo que los masones no son ni tan ocultos, ni tan anónimos como el mito y la superstición popular dice que son; ni tan públicos ni tan abiertos como un periodista quisiera que lo fueran.

“Yo me fui conectando –dice el maestro anónimo y masón, comprendiendo que la incógnita no se despejaba– porque tengo un pariente masón y él me conectó. Pero hay otros que se pueden conectar por sus actividades. Una charla, una serie de encuentros de cualquier tema organizado por masones pero sin aparecer como tales. Los últimos años la Gran Logia decidió abrirse a la sociedad y diferenciarse de lo que es ser una logia secreta para pasar a ser una logia discreta.”

Maestro grado 3º

–Hola, sí, habla el Gran Secretario. ¿Qué es lo que necesita?

–Hacer una nota sobre los masones...

–Para eso va a tener que dar la autorización el Gran Maestre, y ahora está ocupado...

–¿Espero o vuelvo a llamar...?

–Yo me encargo. Le pregunto y seguro que no va a haber ningún problema. Pero ahora no lo puedo interrumpir. Le pregunto cuando termine. Llámeme mañana a la mañana y le damos la entrevista a las 19. Le doy mi celular.

Maestro secreto grado 4º

Como en todo grupo humano, en la masonería hay diferencias internas: muchos dicen que la masonería empezó en Egipto arcaico, otros que fue en torno del gran Salomón, o que fue la orden de los Templarios, la de los Rosacruces, que los fenicios la trasladaron por todo el Mediterráneo, que fue Pitágoras quien creó la orden de Crotona y que emigraron más tarde a Francia y de allí, siglos después, sus descendientes viajaban a Inglaterra.

Santísimo triángulo. Digan lo que digan, que por algo los masones se imprimen el don de la tolerancia (los acólitos del defenestrado Patti no deberían pasar el examen), en el seno masónico coexisten tantas versiones como se pueda fundamentar, pero el origen oficial y más consensuado es el que dice que nacieron del gremio de los constructores. La palabra masonería deriva del francés maçon, albañil. En la Edad Media, los obreros de la construcción, que levantaban los grandes castillos y catedrales, estaban obligados a vivir en comunidades bastante sufridas. Como protección y ayuda mutua trasmitían sus artes y conocimientos a compañeros de confianza a través de códigos y símbolos sólo comprensibles por ellos. Esas asociaciones se denominaron hutten, en alemán, logias. Debían responder a cartas constitucionales y ordenanzas, y al entrar juraban ante ellas no revelar jamás esos conocimientos.

“Aunque se hable de igualdad, no es igual para todos –describe el maestro masón anónimo, en el bar de Flores–. Para entrar, lo más fácil es que seas pariente de otro masón, porque necesitás un maestro que te presente. Si no tenés un maestro pariente, todo es más difícil. En los tres aplomes te exprimen como si fueras una naranja. Y si no venís del lado que les interesa, te rebotan.”

El primer aplome es una reunión en un lugar específico donde el maestro presenta al aspirante la logia y todas sus características. El segundo es al revés, y el aspirante es el que dice por qué pretende entrar, y dice todo lo que es él. “En la tercera te dan la ficha o te rebotan. Que te den la ficha quiere decir que te dicen quién pasás a ser desde ese momento, qué se espera de vos, te dan tu nueva personalidad con un nombre simbólico que no podés revelar a nadie pero que es con el que te conocen adentro. Viene entonces el rito iniciático. Ese rito varía según el distrito de la logia, o sea, de la Gran Logia que depende, como en el cristianismo está la iglesia católica romana, la ortodoxa griega, la evangélica.”

El rito de iniciación es para los masones la representación de la muerte del que se era y el nacimiento de una nueva persona asociada a la nueva manera de pensar, vivir y hablar: “No es como se imagina la gente que la iniciación es una orgía ni nada de eso, que te vendan los ojos, te fumás un porro y tocás una teta, pero puede haber algo de eso”.

El lugar del ritual es una habitación de paredes negras o cubiertas de telas oscuras cubiertas de simbología a la que son tan afectos los masones: esqueletos, calaveras, guadaña, relojes de arena, gallos. Como únicos muebles, una mesa y una banqueta, un trozo de pan y una jarra con agua. El aspirante se debe despojar del vil metal, lo que sea que lleve encima, simbolizando que se quita lo que brilla engañosamente.

Maestro de los doce grado 11º

Cuando se entra la idea es no salir. Al menos, la obediencia férrea y vertical parecen indicarlo. “Por favor no menciones mi nombre”, dijo el maestro masón anónimo en el bar de Flores. ¿Por qué? “El juramento masón es no revelar nada sobre la masonería. Todo lo que se pueda decir lo dice el Gran Maestre. Cualquiera puede decir de sí mismo que es masón, pero no puede revelar a sus hermanos masones.” ¿Qué pasa si no se cumple y alguien revela esos secretos? “Cualquiera puede hablar sobre la masonería pero no como masón. Yo no puedo decir soy masón y la masonería es así. Si yo cuento cómo es, no soy masón y la masonería no me va a reconocer como tal. Si rompo el secreto, pierdo los derechos de todo masón.”

¿Cuáles son esos derechos? El maestro masón anónimo no respondió. Giró la cabeza, alguien había entrado al bar y por un segundo enmudeció. Luego volteó de frente. Quizás el giro de cabeza fue sólo un impulso de su curiosidad; quizás, además de masón alguien lo siga por algún otro motivo más mundano. Es posible, pero siendo masón el misterio es su apellido.

El maestro masón anónimo, de todos modos, niega que se priorice el secreto. “Desde hace unos años que la Gran Logia está decidida a abrirse a la sociedad. Reconozco que no es algo abierto, pero es pública, es como una asociación cualquiera, tiene presidente, que es el Gran Maestro; tiene vicepresidente, tiene tesorero, secretario. Las autoridades son electivas y se cambian cada cuatro años. Son elegidas en una asamblea en la que están representadas todas las logias que integran la Gran Logia.”

Claro, el maestro masón anónimo aceptó que una asociación cualquiera no anda repartiendo sus miembros aquí y allá y no se relaciona como se relaciona a la masonería con la idea de inserción en el poder. Lo que puede ser tan cierto como falso. Masones fueron San Martín y Belgrano, Moreno y Bolívar, Miranda pero también Washington, Sarmiento y Mitre, pero también Alfredo Palacios y el sufrido Alfredo Bravo, pero también el execrable Massera, Licio Gelli y los contactos con la logia más explosiva del mundo, la P-Due. Como algunos vinculan a la logia de los Rosacruces, habría que agregar al poderoso sargento de policía López Rega.

En el poder y en la lucha contra el poder, masones hubo por doquier. “Yrigoyen fue el último presidente que tuvo la masonería en Argentina –reconoce otro maestro masón anónimo–. Pero no es que está usando el cargo público para sacar provecho para la masonería. Ellos en ese momento pasan a ensueño. A ensueño –repite–, o sea el ser masón pasa a un estado de latencia. Sigue siendo masón pero no lo ejerce porque se contradice con el cargo que ejerce, está en suspenso y cuando deja el cargo, vuelve. Claro que a veces no se cumple. Como a veces no se cumple tampoco el juramento de jamás agredir a un hermano masón. Pinochet era masón hasta que lo expulsaron porque dio el salvaje golpe que además terminó con la vida de otro masón, Allende. Massera fue expulsado por el golpe y por lo que fue la dictadura y cómo se persiguió a muchos masones. Esa expulsión dicen que está en un acta que dicen que existe, pero que nunca muestran. Es muy discutido por adentro lo que quiere decir la igualdad y la fraternidad. Yo no me explico si no lo que pasó el 24 de marzo pasado. No hubo ni una sola carta dirigida a aborrecer el golpe. Si los masones estamos con la idea de liberar al hombre, no se puede ser neutral en esto.”



Fuente:
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-67453-2006-05-28.html