08 abril, 2006

Catedrático brasilero defiende la masonería

Información General: El autor del libro 'Masonería: Verdades y Mentiras' que fue presentado en la Facultad de Derecho de la UNNE, explicó algunos de los principales mitos sobre la vida de estas organizaciones.

Borges Bueno es abogado, docente e integrante de una de las logias masónicas más numerosas de Brasil. Estuvo en la Facultad de Derecho de la UNNE para presentar su libro y brindar un seminario sobre el tema.

El profesional señaló que la intención de su obra fue acercar datos veraces sobre la masonería y poder derribar mitos. "Quería mostrar al público información coherente, limpia y correcta, porque justamente hubieron demasiadas mentiras sobre las logias".

"Se decía que había que matar a un hijo para poder ingresar, o que sólo podían hacerlo los que tenían dinero. Nada más errado.

La masonería es una organización filosófica, filantrópica y para lo sociedad tiene un objetivo muy claro: formar un hombre mejor, un ser humano mejor" dijo.

Sin embargo, señaló que aún muchas son conservadoras por cuanto restringen el ingreso de las mujeres. Las esposas de un masón tienen el acceso permitido. Y en algunas, las solteras también. "Hay casos de logias mixtas en Francia y Brasil. Hay logias enteramente femeninas que no están debidamente reconocidas por los sectores más tradicionales".

Indicó que para ingresar, el individuo debe poseer fundamentalmente "buenos antecedentes humanos" y requiere de una invitación.

En cuanto al financiamiento, las logias se mantienen mediante la mensualidad que aportan sus miembros. Los fondos, explicó, se destinan a la benevolencia y la filantropía. "Pero una filantropía que no aparece en los diarios, que no se da a conocer a la opinión pública. Las personas que son ayudadas reciben los recursos y no tienen idea de dónde provienen".

Sobre el carácter secreto de la masonería Borges Bueno añadió que si bien la información sobre estas organizaciones es pública y libre, " ningún masón revela una sola palabra de lo que ocurre de lo que sucede dentro de la logia".

La masonería está presente en todo el mundo. Tuvo su origen en Israel, en épocas del Rey Salomón. Fue muy perseguida durante las cruzadas y retomó su crecimiento a partir del siglo XVI en Europa, fundamentalmente en Francia e Inglaterra.



Fuente:
http://www.corrientesnoticias.com.ar/
interior.php?nid=30437

07 abril, 2006

Masones están aquí en cita continental

Atribución de poder es sólo un mito, dicen
Por: Ana Lucía Blas

Aunque la secretividad que les rodea ha originado gran cantidad de mitos, como manejo de poder político y económico o confrontación con las religiones, los masones de Latinoamérica reunidos en el país se definen como una organización que busca el bien común, la solidaridad y el cambio individual.

La palabra masón viene de francmasonería, que significa asociación secreta de personas que profesan principios de fraternidad mutua, usan emblemas y signos especiales y se agrupan en entidades llamadas logias.

Desde esta semana, Guatemala es la sede de la 20 asamblea de la Confederación Masónica Interamericana, en la que discutirán diversos temas de interés para el grupo.

“Somos una corriente de pensamiento” que busca la transformación del hombre, con base en principios de libertad, igualdad y fraternidad, afirmó José Cailladet, presidente de la Confederación Masónica Interamericana, luego de cambiar ayer la Rosa de la Paz, en el Palacio Nacional de la Cultura.

Édgar Hernández, gran maestro de la Gran Logia de Guatemala, aseguró que es un mito que tengan gran poder político y económico, o que confronten con las religiones.

“Lo único que buscamos es la superación de los individuos, para que redunde en beneficio de la comunidad”, sostuvo.

Abraham Baca, coordinador de prensa de la Gran Logia, indicó que importantes empresarios, políticos, militares e incluso sacerdotes son masones.

La masonería se inició a principios del siglo 17, en Francia e Inglaterra. En Centroamérica, en 1865, cuando se fundaron las primeras logias en Costa Rica, y unos años después, en Guatemala.

Hermetismo

La organización se caracteriza por la secretividad que rodea su pensamiento y sus ritos.

“Sólo se dice públicamente lo que es conveniente, muchas cosas no se pueden revelar”, dijo Baca. “Los masones realizan obras de caridad, ayudan a la sociedad, pero nunca lo divulgan”, agregó.

Para ingresar a la masonería se debe ser mayor de edad y contar con “independencia económica para sufragar las cuotas que se requieran”, refirió Hernández.

Los candidatos son propuestos por quienes ya integran la logia, debido a sus cualidades éticas y morales requeridas. Se investigan los antecedentes del aspirante, para proteger a la agrupación, explicó.

Las mujeres pueden formar parte de los grupos “paramasónicos”, que son independientes de las logias masculinas.

Personajes

Masones distinguidos:

Óscar Barrios Castillo, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia; Héctor Rosada, politólogo que participó en las negociaciones de la paz; Sergio Morales, procurador de los Derechos Humanos.

José Cecilio del Valle y Francisco Barrundia, próceres de la Independencia.

Justo Rufino Barrios, José María Reyna Barrios, Lázaro Chacón, Carlos Arana y Ramiro de León Carpio, ex presidentes de Guatemala



Fuente:
http://www.prensalibre.com/pl/
2006/abril/07/138813.html

EL CUENTO DE PINOCHO

La Masoneria Forestal y la Carboneria disfrazada en un cuento
La mayoría de los cuentos encierran mensajes ocultos, algunos de ellos que inclusive, no conocemos aún a cabalidad todas las implicaciones que encierran, sus enseñanzas si bien se encaminar a una moral, también implican enseñanzas psicológicas de transformación. El cuento de Pinocho no es la excepción, en este comunicado trataremos de decodificar muchos de sus rasgos de este cuento. Este cuento hoy es conocido por millones, y se ha adaptado fácilmente a casi todas las culturas. Y hoy esta impreso en la formación psicológica de muchos seres humanos que desconocen que Pinocho fue una creación Masónica.

Para entender el cuento Masónico de “Pinocho”, inmortalizado en el cine por Disney, debemos remontarnos a la Italia del siglo XIX y dedicar unas líneas a su autor, Collodi.

Carlo Collodi (Carlo Lorenzini) nació en Florencia en 1826. Influido por los ideales políticos de Giusseppe Mazzini, Collodi plasmó en sus obras la doctrina liberal de este gran líder de la Italia Unificada.

La influencia de Mazzini en los literatos era evidente, ya que este insistía que debían influir filosóficamente en sus lectores, creando conciencias y educando al pueblo.

Al igual que muchos literatos, Carlo Collodi ingresó a la Masonería a mediados del siglo XIX. Esta organización fue otra influencia importante en la obra de este autor, y en su obra más notable (“Pinocho”) encontramos interesantes simbolismos iniciaticos que son el objeto de estudio de este artículo.

La nueva Italia unificada al igual que el resto de Europa tenía una fuerte influencia masónica, dado que sus grandes líderes (Garibaldi y Mazzini Ademas de Carbonarios) pertenecían a esta fraternidad. El Papa por fin había sido arrinconado en un rinconcito de Italia, el Vaticano, que era lo poco que quedaba de los enormes Estados Pontificios. Sin embargo, aunque la Religión Católica estaba siendo atacada, el espíritu de Cristo seguía vigente y como bien dijo un francmasón italiano “en aquel tiempo de resurgimiento se sentía la necesidad de conciliar a Cristo y a la Masonería, la iglesia y la sociedad secreta”.

En este convulsionado contexto italiano, Collodi escribió “Le avventure de Pinocho”, publicado en 1882. Un análisis superficial de la obra nos revela una apología de la educación del pueblo y una denuncia del vicio y la holgazanería.

Gepetto había pasado toda su vida deseando un hijo (deseo real), y es por eso que al ver brillar en el cielo la Estrella Azul pidió con todo fervor que su deseo le fuera concedido(contactar con algo de nivel superior). Aquella noche, mientras Gepetto dormía, hizo su aparición el Hada Azul y dio la vida al muñeco advirtiéndole que debía portarse bien para llegar a ser un niño de verdad. Para que le aconsejase sobre su comportamiento nombró a Pepito Grillo conciencia de Pinocho.


El muñeco de madera (recordemos que Gepetto trabaja sobre la madera para hacer sus titeres) que cobraba vida era amoral, tonto y estupido, carecía de consciencia objetiva, y un personaje secundario (Pepe Grillo) intenta aconsejarlo y convertirse en la voz de su conciencia si bien externa. En la obra original, Pinocho se molesta con su compañero y lo aplasta y mata de un manotazo. Detrás de la historia de Pinocho hay “otra” historia, con un profundo contenido iniciatico y espiritual que Collodi –al igual que otros escritores de cuentos clásicos- supo manejar con maestría.

Simbolismos francmasónicos carbonarios del cuento
Sabemos que Pinocho fue la creación del Maestro carpintero Gepetto, quien elaboró a partir del leño (la materia prima) una obra de arte. El trabajo fue realizado con un amor tan profundo y que fue canalizado, logrando dar vida al muñeco de madera, un hombre de buena madera. La idea básica es independiente a si es piedra o madera. En el sentido alegórico la madera pertenece a un reino superior al mineral.

Pinocho tenía vida pero, sin embargo, carecía de libre albedrío pues estaba dormido. Desconocía el sendero de la virtud y la liberación, pues era un “muerto viviente”.

Lamentablemente, la mayoría de los seres humanos son como Pinocho. Siguen el camino más fácil y no saben que existe algo mejor, en este momento todos somos como Pinocho.

“La verdad es que hay sólo dos clases de hombres en todo el mundo: los pocos que se han dado ya cuenta del poderoso esquema divino, y la inmensa masa que todavía no lo conoce. Los últimos viven para ellos mismos, y están muy esclavizados por sus pasiones; los primeros viven para Dios y para la evolución, que es Su Voluntad, ya se llamen budistas o indos, musulmanes o cristianos, librepensadores o judíos”.

Pinocho es esclavo de sus “agregados psicológicos” o “yoes” y sus mentiras hacen que le crezca la nariz y más tarde orejas de burro. Es decir, la vida descarriada y la mentira lo lleva a un retroceso a lo involutivo, donde la nariz que crece representa las ataduras terrenales, la materialidad. (Un agregado facial)

Una y otra vez Pinocho recoge lo que siembra. Sus malas acciones lo llevan a una vida desgraciada, donde el muñeco paga con sufrimiento el karma generado. Cuando la vida de Pinocho no podía ser más insoportable, es tragado por una ballena. Este episodio nos recuerda a Jonás, que fue engullido por un pez gigantesco, morando en su interior tres días y tres noches.

El interior de la ballena representa la cámara de reflexiones masónica, el descenso al centro de la Tierra. VITRIOL Es importante recordar las palabras de Mateo 12:40: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. El Hijo del Hombre que también –al igual que Pinocho- era hijo de un MAESTRO carpintero.

LA MUERTE MÍSTICA. A luz de la vela, Pinocho medita sobre su suerte y decide cambiar, dejando atrás su pasado de inconsciencia. Finalmente el muñeco es expulsado por la ballena y sale al mar abierto, actuando el agua actúa como elemento purificador, limpiando interna y externamente a Pinocho. Sabemos que cuando alguien es sumergido en una corriente de agua, renace a una vida nueva. Esta costumbre es común a muchos cultos religiosos y sobrevive en nuestros países latinos en el sacramento católico del bautismo. (El mar de bronce.)

Pinocho no sobrevive a la furia del océano y finalmente se ahoga. Esta muerte del muñeco es la “muerte mística” del profano al ser iniciado. Este deceso se repite en otros cuentos infantiles (Blanca nieves, la Bella Durmiente, etc.) y es el prólogo de un renacimiento: el nacimiento segundo del cual habla Cristo en Juan 3:3-10: “De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios (...) el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. Al volver a la vida, Pinocho pasa a un estado superior, el mismo que podemos apreciar en el relato del “patito feo”. Como hemos notado, en el relato de Pinocho se narran las desventuras del Muñeco Profano que no puede controlar su destino pues es esclavo de sus pasiones y su renacimiento como Humano Iniciado, luego de la “muerte mística”. La labor de adaptación del cuento de Carlo Collodi al cine fue realizada magistralmente por otro masón: Walt Disney. Éste respetó la esencia del cuento, pero transformó a Pinocho en un muñeco más querible que el descrito por su autor en 1882.

Vale la pena volver a ver “Pinocho” y descubrir el maravilloso contenido espiritual de sus locas aventuras. “Muerto viviente” es el adjetivo que utilizan algunos esoteristas (H.P.Blavatsky, Gurdjieff, Ouspensky, Leadbeater, Judge, etc) para denominar a los profanos que parecen vivos pero, en realidad, están dormidos. : “El Credo Cristiano” Ver Jonás 1:17. Jonás significa “Paloma” o “Mensajero de Dios”. Sobre el simbolismo de la ballena de Jonás, dice H.P. Blavatsky en “Isis sin velo”: “A los animales que hoy los naturalistas llaman cetáceos los designaban los antiguos con el nombre genérico de Cetus, forma latinizada del griego Keto, equivalente a Dagon o Poseidón, cuyo elemento femenino era la Atargatis asiria, conocida también por Venus ascalonita o Astarté, cuya imagen llevaban los buques en el mascaron de proa. Los cabalistas dicen que Jonás era un sacerdote escapado del templo donde se veneraba la paloma, por haber intentado abolir la idolatría y establecer el culto monoteísta. Que sus perseguidores le prendieron cerca de Jaffa y lo encerraron en una celda carcelaria del templo de Dagon, cuya figura de hombre-pez dio origen a la leyenda”. Véase el evangelio apócrifo “Historia árabe de José el carpintero”. Esos “tres días y tres noches” son los que permaneció Cristo en el sepulcro y luego resucitó. “resucitar entre los muertos significa, pues, algunas veces simplemente reencarnar o recurrir, otras tomar la primera gran iniciación, según el rito Escocés, y otras tomar aquella iniciación aún más alta que permite al hombre escapar por completo de la fantasía, el samsara, como la llaman los budistas”.

La ballena, furiosa, se abalanzó sobre los fugitivos destrozando la balsa de un coletazo. Gepetto estaba demasiado fatigado para nadar, y pidió a Pinocho que se salvara él solo. El muñeco de madera llevó a su padre hasta la orilla, consiguiendo salvarle a cambio de su propia vida.

Mientras Gepetto lloraba la muerte de Pinocho, se apareció el Hada Azul y recompensó el heroísmo del muñeco devolviéndole la vida y transformándolo en un niño de verdad.

Fuente:
Lista masonica Mandil

06 abril, 2006

Tribunal supremo británico falló a favor de la masonería

Agencias

El Tribunal Supremo de Gran Bretaña sentenció a favor de la logia masónica por su rol en la vida pública, y negó que los mecanismos secretos de ese grupo sean una influencia negativa para la sociedad.

Según informó hoy el periódico inglés The Times, el juez Timothy Newman determinó en una sentencia histórica que la Masonería no provoca colusión de poderes en la toma de decisiones. Para el magistrado británico, aquellas personas masónicas con cargos públicos no deben dejar de tomar decisiones cuando tratan casos con otros masones.

"La masonería no es una religión y aunque sus miembros se llaman entre ellos 'hermanos masones', están sujetos a las leyes y principios británicos", declaró Newman en su veredicto.

El caso judicial comenzó cuando la Alcaldía del norte de Dorset, en Inglaterra, acusó a la Sociedad Agricultural de Gillingham y Shaftesbury, por una disputa de tierras, afirmando que la segunda organización fue responsable de colusión de poderes por que dos de sus miembros masónicos actuaron bajo acuerdo secreto.


Fuente:
http://www.lanacion.cl/
prontus_noticias/site/artic/
20060406/pags/20060406092713.html

05 abril, 2006

La Masoneria es universal, pero sin egos

De: "Luis Bernardo Rojas Espinoza"


QQ:. HH:. Todos en sus diferentes grados:

Por que seguimos con la misma cantaleta de Regularidad o Irregularidad? No les parece una cosa absurda y que en nada ayuda a la exaltación del Ser?

Muchos HH:. Escriben, que ellos consideran hermanos a todos aquellos que sean libres y de buenas costumbres, otros que solo consideran a sus hermanos a los auténticos Masones, otros mas radicales solo a los M:. M:. Y otro tanto más solo a los de su misma Logia o a los de su mismo Rito al que pertenecen.

No entiendo por que seguimos sumergidos en un ego enorme que nos lleva a estar haciendo juicios de lo bueno y lo malo, en este caso acerca de la regularidad o irregularidad, en resumidas cuentas cada uno de nosotros trabaja en bien general de la orden, de la humanidad y de este taller (templo) en particular, es decir en lo personal, trabajamos en cada uno de nosotros, nadie mejora o empeora por otro, cada quien recorre su camino. Luego entonces que me importa si algún H:. Me reconoce o no como su H:. Por que no soy de su mismo rito o por que no soy de su mismo sexo, total hay quienes si me reconocen, pero lo mejor es que Yo me reconozco como un autentico Masón, ¿para que necesito que se me otorguen grados y mas grados, o para que necesito que la gente me reconozca lo que hago? No lo necesito por que simplemente "Soy el que soy, es y será" nada más. No somos mejores por que seamos Masones hay HH:. Que poseen el grado quince millones y medio y siguen discutiendo quienes son regulares y quienes no, ¿eso es avanzar? Por que si ese comportamiento es de un alto grado, prefiero quedarme sin un solo grado. Somos mejores por que queremos serlo, sin tratar de hacer juicios entre lo bueno y lo malo.

Fraternalmente
Luis Bernardo Rojas Espinoza
Con Grado de M:.M:., pero aprendiz por convicción.



Fuente:
Lista masonica Mandil

04 abril, 2006

Elites, Clases y Masonería

Seguro que la mayoría de los masones ha escuchado o leído en alguna ocasión que la Masonería es elitista. Generalmente es un comentario peyorativo lanzado por profanos con un evidente desconocimiento de la Orden aunque también opinan así algunos masones.

Sostienen que la Cofradía es una especie de club anticristiano formado por esnobs burgueses, por algún poderoso descuidado, por aburridos pedantes y algún que otro proletario confundido que se reúnen para diferenciarse y reconocerse como individuos superiores y que practican oscuros ritos protegidos por un secretismo de carácter conspirativo muy sospechoso. Sostienen que es un criadero de oportunistas, una meta-elite de “trepadores” que tratan de alcanzar la cúspide de la Pirámide Social donde muchos ascienden gracias al privilegio del corporativismo masónico.

Se entiende que la ofuscación antimasónica, la ignorancia profana, emitan estos juicios tan desbarrados, que califiquen de elitista a la Masonería blindando su argumentación por la notoriedad de muchos hermanos que participaron en importantes sucesos históricos y de personajes ilustres reconocidos como masones de un gran prestigio intelectual, artístico o político. El poder conspirativo en la sombra también es esgrimido por los enemigos de la Orden acusándola de ser una poderosa elite que pretende nada menos que el sometimiento de la humanidad.

Como humilde perteneciente a la membresía masónica, yo también opino que sí; que a la hermandad la conforma una elite, aunque situándome en el polo opuesto de la aseveración y de una forma muy diferente a la expuesta anteriormente, veamos porqué.

1. Si consideramos a la elite como una minoría que manifiesta preferencias diferentes u opuestas a las del común; entonces la Masonería es una elite.
2. Si suponemos que una elite es una selección de individuos que practican alguna actividad por afición o profesión con una pretensión de mejora, entonces, la Masonería es una elite, por que pretende una mejora moral en la sociedad y ética en el individuo.
3. Si se piensa que ésta elite la componen individuos diferenciados por sus fines de los de la gran mayoría, que además se aceptan distintos y que se reconocen entre sí por medio de palabras signos, señas y toques desconocidos por los ajenos a la Orden; entonces la Masonería es una elite.
4. Si se reconoce que sólo una minoría es heredera de una Tradición Primordial y Universal transmitida siglo a siglo a individuos aceptados y que son depositarios y trasmisores de la misma; entonces la Masonería es una elite.
5. Si estas personas fundamentan su hermandad en un compromiso de defensa de unos valores morales-filosóficos como imperativo de una determinada ética, entonces los masones componen una elite.

En el sitio web de la GLSE se opina de la misma manera y se reconoce muy claramente como elitista “Sin duda alguna” dice:
“No aceptamos fanáticos, integristas, racistas, xenófobos ni intolerantes de ninguna clase. En nuestro criterio de selección que, efectivamente, es estricto, no se contempla ni el poder económico ni el prestigio del aspirante. Sólo su coincidencia con los valores humanísticos que la masonería defiende y sostiene. Según está dicho, puede ingresar en Masonería toda persona "libre y de buenas costumbres".

Se es una elite por la valía del compromiso de trascendental mejora adquirido por cada uno de los individuos que la componen, y también por una especie de llamada ascética. Una elite que no pretende practicar ningún tipo de elitismo, al contrario, la Masonería es una elite no clasista y que por lo tanto no acepta una discriminación social en sus logias. El elitismo social esta desechado en la Masonería según se muestra a nivel simbólico en determinadas ceremonias que recuerdan la igualdad de todos los Francmasones, aun ostentando diferentes grados, pero se es una elite que se beneficia por la afinidad con una exclusiva hermandad masónica completa y universal en la que nadie sobra y en la que todos los valores se suman y se necesitan en la construcción y fomento del Templo.

Se entiende entonces que un profano sin una clara visión de la Francmasonería confunda Elite con Elitismo. Es comprensible debido a que el asunto es algo complicado de dilucidad si no se tiene suficientemente clara la diferencia entre elite y elitismo, aunque lo que es verdaderamente inaceptable para cualquier masón, es que se confunda elite con clase o clasismo, entendiéndolo como la imposición de una diferenciación favorecedora, tanto en la vida profana como masónica entre unos excelentes o ilustrados y otros escasos o ignorantes.

Dentro de nuestra Orden, ese categorismo paternalista es la roña de los que dan por sentado que la masonería es una escuela “buenista” en la que unos educan, desde una supuesta superioridad adquirida en la vida profana, a otros que necesitan de sus pedagogías y a los que se les cede graciosamente algún cargo, no por derecho o convicción, sino por pura pantomima democrática. Si hay algún masón que piense que por ser poderoso o favorecido fuera del templo tiene derecho a serlo dentro también, creo que se equivoca de cabo a rabo. Me es muy difícil de respetar esas iniciaciones en las que se entregaron hasta el último de todos los honores de una vez, a esas carreras masónicas poco trabajadas, muy cortas, pero con muchos grados y muy poca asistencia.

Si hay agravios comparativos, si se impone el predominio de una minoría rectora y selecta de ese poder clasista, también aquí, a cubierto, entonces dudo que haya escaño nivelado en el que se pueda sentar la fraternidad y, sospecho, que puede ser ésta la fatídica y principal metástasis disgregadora, basada en méritos y deméritos, con la que profanos con mandil provocaron el abatimiento de columnas y la desilusión de muchos hermanos.

La fraternidad exige el reconocimiento del otro. El privilegio de una buena cuna, de una exquisita educación o de un buen lugar al sol, no faculta para tener un mejor miramiento ni más potencia, ni tampoco para considerar una cualidad superior a otras. El valor diferenciador se procurará más que por el título o rango profano, por el trato fraterno, por la inspiración en altos ideales, por la práctica de la tolerancia, por la perseverancia en el pulimento, por la disposición de aprender lo que otros enseñan y por la disposición de enseñar a los que quieran aprender. Yo lo creo así, así siento yo la Masonería. En la báscula masónica, bien equilibrada, siempre pesará más la sencilla pluma de la verdad que todo el oropel de los honores profanos.

Irrefutable razón la del refrán que dice: “Un sabio y un tonto saben más que un sabio sólo”. Como sabemos, se necesitan distintas herramientas y materiales para la construcción del templo, así como el conocimiento de distintas artes y ciencias. Para el trabajo todo es válido y necesario en su diferencia y desemejanza. Todos los hermanos somos maestros y aprendices de otros hermanos, y tanto vale y es tan necesario un conocimiento como una actitud. Facilitemos nuestro crecimiento dando a cada uno de los hermanos las posibilidades de desarrollar al máximo sus potencialidades. Así, nuestro trabajo individual se proyectará positivamente en nuestro entorno practicando fuera los conocimientos y los buenos ejemplos que nos han sido infundidos en la Logia llegando a nuestros semejantes con nuestra conducta virtuosa, con esa feliz influencia de nuestra Antigua Institución, y no al revés, que un disimulado y disgregador vicio profano ejerza fuerza y poder en nuestro Templo.

Entre nosotros, la cualidad de elite nos la define el convencimiento de pertenecer a una fratría progresiva que avanza en el trabajo de construcción del Templo Universal, desarrollando su sabiduría y bonhomía según se apreciará en nuestras planchas trazadas con nuestra verdad y libre opinión, que es la más sagrada de las libertades.

Trabajemos para lograr la igualdad en la dignidad, y para que nuestra elitista tolerancia, legitime nuestra bendita diversidad.



VMM

03 abril, 2006

Del Juárez masón a Guillermo Tell

Roberto Ponce
México, D.F., 3 de abril (apro)

Guillermo Tell fue el alias seleccionado por Benito Juárez cuando se inició en la secta de los masones el 15 de enero de 1847, en el taller Independencia número dos del Rito Nacional Mexicano, cuyo gran maestro era José María del Río, diputado por el Distrito Federal.

¿Por qué Juárez, a punto de ser gobernador de Oaxaca y entonces diputado por su entidad, elegiría como seudónimo precisamente el de Guillermo Tell, un legendario héroe suizo del siglo XIII, opositor a la opresión austriaca de los Habsburgo? Para las creencias masónicas, nada ocurre por casualidad; ¿Tendría Juárez alguna premonición, un acto de clarividencia, acaso presintió su sino patriótico de libertador?

La catedrática María Eugenia Vázquez Semadeni, del Colegio de Michoacán, comienza con aquella anécdota Juárez/Tell su ensayo Juárez y la Masonería, del número especial de la revista Metapolítica en circulación dedicado al “Juárez desconocido. Bicentenario del Benemérito”.

Si bien ella no regresa más a la cuestión del apodo, debemos conformarnos con su cita (apuntada ya por Andrés Clemente Vázquez “Oración fúnebre” en El Siglo Diez y Nueve, tomo LIV, número 10097, agosto 30 de 1872):

“La ceremonia de iniciación, en la que Juárez adoptó el nombre simbólico de Guillermo Tell, tuvo lugar en el Senado de la República, habilitado como templo masónico en el Palacio Nacional. A ella asistieron el vicepresidente Valentín Gómez Farías, Miguel Lerdo de Tejada, Manuel Crescencio Rejón, así como varios diputados, ministros, gobernadores, militares y escritores. En febrero del mismo año se realizaron las elecciones de los dirigentes de la Gran Logia de la ciudad de México, denominada La Luz, en las que Juárez fue nombrado vicepresidente.”

Asimismo, en dicho ejemplar de Metapolítica, número 46, el tema es tratado de paso en Mitos y verdades en torno a Juárez, con una entrevista de Conrado Hernández López al inglés Brian Hamnett, profesor del Departamento de Historia en la Universidad de Essex y autor de Juárez (Biblioteca Nueva, 2006), quien afirma:

“En la masonería, Juárez adoptó el nombre de Guillermo Tell, el patriota suizo del siglo XIII… Lucas Alamán, fundador del Partido Conservador en 1849 y el archiduque Maximiliano también eran masones… El fusilamiento de Maximiliano representó un reto y una advertencia a las potencias europeas, como también a los Estados Unidos, para que no se metieran nunca en los asuntos internos del país.”

Desde luego, causa asombro tal identificación de Juárez con Tell, pues más allá del origen humilde de ambos, su destino patriótico fue igual: liberarse de un enemigo común: el imperio austriaco, el mismo que sojuzgara Suiza en tiempos de Tell y que, en el México de 1867, personificaba el archiduque Maximiliano de Habsburgo, emperador de Austria (versiones atestiguaron que realmente Juárez no lo fusiló). Vázquez Semadeni opina:

“La pertenencia de Juárez y Maximiliano a la orden masónica ha dado lugar a especulaciones, pues se supone que por ello Juárez debía haber evitado que Maximiliano fuera fusilado, dada la obligación de los masones de protegerse entre sí. Difícil parece que Juárez haya indultado a Maximiliano, aun a pesar de la intervención masónica.”

Como sea, ciertamente la figura de Guillermo Tell perduró a través de los siglos como “símbolo impresionante de la libertad de los pueblos” (J. R. de Sallys). Y es posible que Juárez se haya animado a llamarse así para el rito masón no sólo influenciado por la imagen y la leyenda histórica del cazador suizo, sino además, probablemente y si de especular se trata, por la ópera Guillaume Tell producida en París hacia 1829 cuando el Benemérito de las Américas contaba apenas con 23 años de edad; una obra que compuso el músico italiano Gioachino Rossini (1792-1868) con libreto de Jovy y H. L. E. Bis, basado en un drama teatral anterior del poeta alemán Friedrich von Schiller (1759-1805) con Johann Wolfang von Goethe (1749-1832).

Dejemos dos segundos a Juárez y vayamos con su alter ego...

Fulano de Tell

La escena ocurre la fría tarde del 1 de febrero de 2001, en el edificio del número uno de la calle Giacomettistrasse en Berna, Suiza, sede de Radio Suiza Internacional.

Mi colega periodista Roberto Perea y quien escribe este “canto rodado” somos recibidos en un estudio de la estación por el sudamericano Walter Acosta, productor de la serie de 12 programas Suizos ilustres que iniciaba el de Guillermo Tell, así:

“Había una vez en el cantón de Uri un cazador famoso llamado Guillermo Tell, quien vivía feliz con su mujer y su hijo Walter en las montañas. Pero su país estaba ahora en manos de crueles gobernadores a la orden del emperador de Austria. Un día cargó al hombro su ballesta, tomó al niño de la mano y descendió al valle de Altdorf. Al llegar a la aldea, se topó a dos guardias con sus largas alabardas que estaban allí para arrestar a toda persona que no se descubriera frente a un sombrero de amplios penachos con los colores de Austria, colocado en lo alto de un mástil en la plaza desierta. Tell iba con la cabeza erguida, por lo que se abalanzaron sobre él, y en ese momento apareció el alcalde Gessler, dueño del sombrero y un tirano harto temido por la población.

“--Si quieres que te perdone la vida, te ordeno que atravieses con una flecha una manzana sobre su cabeza, a 100 pasos de distancia. ¡Atrévete!

“Tell saca dos flechas, esconde una debajo de su túnica y coloca otra en la ballesta. El arco se tensa y un instante más tarde, la flecha parte en dos la manzana, sin tocar al niño. Cuando se aprestan a seguir su camino, Gessler les sale al paso.

“--Un momento, insolente. ¿Por qué has ocultado la segunda flecha?

“--Era para vos, monseñor, si yo hubiera matado a mi hijo.

“Gessler ordena lo apresen por intentar asesinarlo. La mazmorra queda al otro lado de lago y en la embarcación que lleva al prisionero viaja también el despótico alcalde. De pronto, se desata un violento huracán. Gessler manda quitarle las cadenas a Tell y otra vez le ofrece perdonar su vida si logra evitar el naufragio. Con habilidad, Tell dirige la barcaza a un peñón cerca de la costa y, de un vigoroso salto, se pone a salvo de sus captores. La tormenta amaina y Gessler desembarca horas después. Tell le está aguardando, saca la segunda flecha y mata al tirano.”

Esta es básicamente la historia de Guillermo Tell; relato, leyenda y mito que ha producido en el mundo entero una iconografía vastísima en torno a un tema de atractivo universal: la libertad y la lucha contra la opresión. Como en el caso de los ingleses y Robin Hood, otro gran cazador al servicio de la justicia, nadie discute el valor de Tell en la búsqueda independentista de los pueblos helvéticos a partir del siglo XIV, nos dice Walter Acosta:

“El sombrero, símbolo del poder extranjero; la terrible prueba de la manzana, expresión de una perversa maldad; el llamado ‘salto de la libertad’ en la tormenta y la muerte del cruel alcalde con la segunda flecha, son todas imágenes de gran fuerza dramática que han contribuido a popularizar la saga y transformarla en verdadero objeto de culto.”

La primera vez que se mencionan en Suiza las aventuras de Guillermo Tell es por el año 1470, al publicarse nueve estrofas del romance en el llamado Libro Blanco de Sarnen, tras 163 años del encuentro entre Tell y Gessler. La representación gráfica más antigua del personaje, según consta en la Biblioteca Nacional Suiza de Berna, se encuentra en la crónica del historiador de Lucerna, Petermann Etterlin, escrita entre 1505 y 1507 (http://histoire-suisse.geschichte-sweiz.ch/guillaume-tell.html). Se trata de un conmovedor grabado que muestra al cazador a punto de disparar su flecha sobre la manzana en la cabeza de su hijo maniatado y descalzo junto al árbol.

Dos siglos después, Voltaire reconoce entusiasmado las cualidades dramáticas del asunto, pero su rival literario, Lemière, se le adelanta en 1766 con un drama que resulta todo un éxito en París. En cambio, fue un gran fracaso la primera ópera inspirada en el tema y compuesta por el músico francés André-Ernest-Modest Grétry (1741-1813). Su representación en Ginebra, en 1791, exacerbó a tal punto las pasiones políticas del momento que fue prohibida por el consejo gobernante.

La historia del famoso cazador fue aclamada en la Nueva Inglaterra por los padres peregrinos, así como por los jacobinos en tiempos de la Revolución Francesa y los republicanos durante la Guerra Civil Española. Sin embargo, fue considerada subversiva y condenada por el régimen de Adolf Hitler. En 1941, año en que Alemania ataca a la Unión Soviética, el jefe de la cancillería del Reich, Hans Heinrich Lammers (1879-1962) redacta en el cuartel general el siguiente mensaje secreto:

“Según expresos deseos del Fürher, el tema de Guillermo Tell no debe tratarse más en las escuelas. Por razones técnicas, el Führer no piensa que sea posible suprimir inmediatamente los fragmentos que figuran en los textos de lectura y de historia todavía existentes en las bibliotecas, pero tales extractos no deberán incluirse más en futuras reimpresiones.”

El responsable indirecto e inocente de semejante decisión había muerto 136 años antes: Friedrich von Schiller. Autor a la famosa Oda a la Alegría que Beethoven inmortalizara en su Novena sinfonía, Schiller recibió una carta de Goethe en octubre de 1797, sobre un reciente descubrimiento hecho durante en su tercera visita a Suiza:

“Entre muchos asuntos prosaicos, encontré un tema poético que sobresale como una vedette y que me inspira enorme confianza. Estoy completamente convencido de que la fábula de Guillermo Tell se adaptaría muy bien a un tratamiento épico.”

Cinco años más tarde, Schiller lee atentamente la Crónica Helvética y decide abocarse a la tarea. El drama poético Wilhelm Tell quedó terminado en febrero de 1804. Se estrenó el 17 de marzo en Weimar con puesta en escena del propio Goethe. En el marco de la resistencia alemana al avance de Napoleón, la obra tuvo éxito inmediato. Acosta:

“El argumento combina tres eventos que se alimentan de la tradición, la historia y la leyenda: el incidente entre Tell y Gessler, la conspiración campesina contra la hegemonía austriaca, y un conflicto de lealtades patrióticas y personales entre un barón, su sobrino y una rica heredera. La primera edición, de siete mil ejemplares, es indicio elocuente de la resonancia popular del drama de Schiller.

“A Rossini la política no le interesaba en particular, pero el tema de Guillermo Tell se adecuaba espléndidamente a la visión romántica del compositor, quien la estrenó como ópera en París, hacia 1829. Los dos libretistas de Rossini, Etienne de Jouy e Hippolyte L. E. Bis, inspirándose en la obra de Schiller conservaron mucho de la línea argumental del drama. Y mientras el tratamiento de los problemas políticos y humanos tiene en Schiller un marcado acento revolucionario, en cambio, la ópera de Rossini, como en el Rey Lear, de Shakespeare, adjudica un rol fundamental en el desarrollo de la acción a las fuerzas de la naturaleza, para complementar la psicología o el estado emocional de los personajes. Rossini y sus libretistas reconocieron la proverbial influencia de la naturaleza en la formación del carácter de la nación helvética.”

Otra diferencia importante es que en la ópera de Rossini, Guillermo Tell aparece siempre como un rebelde y como el primer instigador del juramento de alianza de tres cantones para luchar contra el dominio austriaco. Schiller, por su parte, muestra un verdadero proceso democrático en la toma de decisiones, creando así la imagen de toda una nación en lucha contra el opresor extranjero.

Acosta musicaliza su programa con el final del segundo acto cuando, al despuntar el día en el bosque de Grütli, las victimas de Gessler alentadas por Guillermo Tell juran liberar a la patria y tomar las armas. Para terminar su ópera y comulgando con el aliento épico de Schiller, Rossini compone un maravilloso Himno a la libertad, precursor del Fidelio de Beethoven:

¡Libertad, vuelve a descender de los cielos y que tu reino comience!

Antihéroes

Walter Acosta nos acompaña al Palacio Federal Bellevue, donde una comida suculenta llega con escalopas de salmón ahumado. Mi colega Roberto Perea, responsable de aquel viaje a Suiza por la embajada helvética, mientras bebemos un Cure d’Attalens 1999, de Vevey, le comenta:

--Esta historia de Guillermo Tell por Schiller y Rossini me recuerda algo similar que hizo George Bernard Shaw con Juana de Arco, pues su existencia y martirio están perfectamente documentados, pero también recurrió a episodios derivados de la leyenda de La doncella de Orleáns...

Acosta consiente:

--Lo digo en mi programa de Suizos Ilustres, eso mismo ocurrió con Schiller y Rossini en la ópera Guillaume Tell. Son ejemplos sobresalientes, aunque no los únicos de una voluntaria utilización de elementos mitológicos e históricos. Ustedes, en México, tienen sus héroes históricos, y no faltan hazañas inventadas para engrandecerlos como dioses: Villa, Zapata, Juárez…

Sirven pechuga de pollo a la mantequilla con papas y zanahorias. En buen talante, le digo:

--No, che, si todo es verdad allá en México: Pancho Villa invadió Estados Unidos, Zapata vive y Juárez es indestructible. Que se les critique, es otra cosa. Acá también han desmitificado a Guillermo Tell, supongo…

--Como contrapartida de todas las apologías en honor de Guillermo Tell, el episodio de la segunda flecha ha despertado muchas críticas. Su actitud esquiva y solapada a la espera de Gessler luego de la tormenta pone de manifiesto una actitud éticamente reprochable, habida cuenta de que Gessler ignora el peligro que le acecha y por tanto, no puede defenderse.

Así, el escritor suizo Max Frisch en Wilhelm Tell Für Die Schule (1971) considera a Guillermo Tell un antihéroe, cuya conducta podría compararse a la de un terrorista en nuestros días. Perea saborea el pastelito Parmentier:

--Es una lástima que la Obertura Guillermo Tell de Rossini, como pieza selecta de conciertos sinfónicos se hizo trivial por su abuso en anuncios y series televisivas gringas de Hollywood en los años 60, específicamente la de El llanero solitario y su cabalgata “¡Ayo, Silver!”, Bonanza…

Acosta pregunta si conocemos al conjunto The Turtles y respondo:

--¿Las Tortugas? Sí, claro. Fue un grupo de rock californiano que logró éxito con Happy Together (“Juntos y felices”), allá por 1967.

Acosta llena las copas con vino de Obrist y, mirándonos sospechosamente, come queso blanco, pide café y murmura casi en secreto:

--¡Pues The Turtles cometieron la osadía de llevar a ritmo de surfin’ la Obertura de Guillermo Tell…!

Roberto Perea y yo reímos de lo que seguramente es una broma y nos despedimos, pues ya el juez suizo Paul Parrauldin que incauta los dólares de El hermano incómodo espera para entrevistarlo en el foyer de Le Vieux Bellevue... Pero, a comienzos de este año, mi tocayo recibió una carta desde Berna:

“Estimados Robertos, ¿recuerdan nuestra conversación en Bellevue hace cinco años sobre Guillermo Tell? Los recordé, pues, aquella noche. Hablamos de que su Benito Juárez había escogido ese nombre cuando se inició como masón y como este año él cumple 200, quiero me envíen una buena biografía de México y la cita suya de ‘el respeto al derecho ajeno’...

“Para compensar su gentileza, disiparé toda duda acerca de la versión surf de la Obertura de Rossini y aquí les envío el DVD Happy Together: The History of The Turtles (Rhino Records, 1991), donde encontrarán al grupo que después se convertiría en Las Tortugas, interpretando esta pieza que intitularon Bala de plata, en imágenes de 1963. Verán que The Crossfires era un conjunto más que nada instrumental, con dos saxofones en la melodía de Rossini, dos bajos eléctricos, la guitarra, un baterista y un pandero. En eso terminó la Obertura Guillermo Tell gracias a la serie televisiva El llanero solitario en Hollywood. ¡Ayo, Silver...!”

En el portal El Masón. Espacio de información y opinión dedicado a masones y profanos (elmason.blogspot.com) leemos que el historiador Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva rastreó la presencia de Guillermo Tell en las ideas de Juárez en un ensayo que ofreciera para la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) en 1905:

“Al parecer, no adoptó el nombre del arquero por mera conveniencia con el rito de la corporación. Su figura se había filtrado mucho antes en sus discursos políticos ofrecidos en su tierra natal ‘como el héroe popular defensor de su pueblo y de la patria’… Estaba familiarizado con las obras de Rossini… Lo más seguro es que Juárez haya conocido de Tell por la vía literaria, pues Juárez, además del zapoteco, leía y escribía el español, el latín y el francés.”

Ya terminamos y es con Metapolítica 46, “la mirada limpia de la política”, revista que le envía Roberto Perea a Walter Acosta con las líneas de Daniel Cossío Villegas del artículo Porqué admiro a Juárez (Crítica del poder, 1997):

“De su famoso manifiesto del 15 de julio de 1867 sólo ha pasado a la posteridad la última sentencia del primer párrafo, pero recordemos que el párrafo completo dice así: ‘No ha querido, ni ha debido antes el gobierno, y menos debiera en la hora del triunfo completo de la República, dejarse inspirar por ningún sentimiento de pasión contra los que lo han combatido… Encaminemos ahora todos nuestros esfuerzos a obtener y a consolidar los beneficios de la paz…’

“Y aquí, solamente aquí, entra la celebrada frase: ‘que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos, pues entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’. Admiro a Juárez porque en su tiempo poco o nada significaba, pero que en los nuestros parece asombrosa, de hecho increíble una honestidad personal tan natural, tan congénita que en su época ni siquiera fue tema de conversación y mucho menos de alabanza.”


Fuente:
http://www.proceso.com.mx/
columna.html?cid=39099&cat=3

02 abril, 2006

El primer masón de España

La Gran Logia elige gran maestro a José Carretero, el miembro más antiguo de la institución tras la muerte de Franco

JUAN G. BEDOYA - Madrid
EL PAÍS - Sociedad - 02-04-2006

Madrid fue ayer una aglomeración de masones, llegados de toda España para la instalación de un empresario catalán retirado, José Carretero, como nuevo gran maestro de la Gran Logia de España. El rito iba a celebrarse en el templo en Madrid de la Gran Logia, en la calle de Juan Ramón Jiménez, con capacidad para 100 personas. Demasiado pequeño para acoger a los más de cuatrocientos maestros instalados -grado máximo en esta orden iniciática- que se presentaron en la capital de España sin anunciarse. La organización, previsora, encontró pronto una alternativa, medio apalabrada de antemano: el salón Roma del hotel Eurobuilding, al lado del templo masón. Entre los reunidos, el gran maestro saliente, el socialista Josep Corominas, psiquiatra, también de Barcelona.

"No somos una sociedad secreta, pero sí somos una sociedad discreta", explica el nuevo máximo dirigente de la masonería española. José Carretero tiene 64 años y es masón desde los 30, cuando aún vivía el dictador Franco y pertenecer a una logia era jugarse la vida o la libertad. El famoso contubernio judeo-masónico-comunista.

Sin que los historiadores hayan encontrado una causa razonable, lo cierto es que el general Franco fue un perseguidor implacable, criminal, de esta orden iniciática universal. He aquí un dato extravagante, si no fuera trágico: Pese a no haber en tiempos de la II República, entre 1931 y 1936, más de 5.000 asociados a la masonería, a lo sumo 6.000, la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo, de marzo de 1940, dio paso a casi 18.000 procesos y expedientes, culminados muchos de ellos en el pelotón de fusilamiento, en años de cárcel o en un larguísimo exilio exterior o interior.

¿Cómo se decidió Carretero a entrar en la masonería en plena dictadura, con Franco vivo y una clandestinidad que hacía prácticamente imposible encontrar un masón dispuesto a reconocer que lo era? La respuesta tiene que ver, como casi siempre, "con los ideales, con la Ideología, en mayúscula". Dice el nuevo gran maestro: "Tenía amigos que eran masones y me parecía que sus ideas eran importantes. Yo era un idealista, claro. Había habido en la masonería personas importantes a las que yo admiraba, así que me decidí y me fui a Italia en 1974".

¿Por qué en Italia? "Me dijeron que si iba a Francia, donde era más fácil, más cerca, Franco se iba a enterar y me la jugaba, con la policía en mi casa inmediatamente. Así que me fui a Italia por seguridad. Viajé a Milán y allí se celebró mi iniciación. A efectos de la persecución de la dictadura, yo era un señor que vivía en Milán y que se llamaba Pepe, o Yusepe". Todo ello "sin antecedentes familiares en la masonería, por el ideal de pertenecer a una asociación ilegal en España, pero famosa y respetada en todo el mundo".

Carretero, empresario de la construcción y la obra civil, también del mundo de la informática, ya retirado, es un pionero familiar, como tantos jóvenes salidos del apagón cultural, político o ideológico del franquismo. Muchos miles pasaron de hijos de la burguesía e, incluso, de la aristocracia, a dirigentes o militantes de partidos o sindicatos revolucionarios, socialistas o comunistas.

¡Masones! Eran todos los partidos y sindicatos legales, e incluso se habían celebrado ya las primeras elecciones de la predemocracia, el 15 de junio de 1977, prólogo de la Constitución del 6 de diciembre de 1978, y el Gobierno de entonces aún seguía oponiéndose a la legalización de la masonería. Tuvo que intervenir la Audiencia Nacional, que en sentencia de mayo de 1979 desautorizó los recelos franquistas del Ministerio del Interior, obligándole a aceptar la Gran Logia en el registro de asociaciones.

Los objetivos de la asociación siguen siendo los clásicos, que tanto miedo han dado a los dictadores: "Pretendemos acoger a hombres buenos que quieren ser mejores. Aquí no caben personas malas para hacerlas buenas. Ésa no es nuestra filosofía. Aquí entran hombres buenos que en la masonería se convierten en mejores, o lo pretenden. Queremos transformar la sociedad: que sea más justa, que haya mejores relaciones entre personas".

Está, además, la libertad. Esa palabra tan peligrosa explica la saña con que los persiguió Franco, opina Carretero. "Pretender explicar por qué Franco o cualquier persona hace algo así es una presunción vana. Pero hay un dato universal. La masonería ha estado perseguida en todos los regímenes totalitarios. Nosotros somos hombres libres, hombres que hablamos de libertad. A Franco, como a tantos otros dictadores, eso le tenía que molestar, y el no poder controlarnos".

Se ha dicho que dos tercios de los diputados en las Cortes republicanas eran masones. Carretero sonríe. "Un tercio sí serían, pero tantos como dicen, no creo". ¿Cuántos hay ahora? "No sé. Pocos".

Entre los proyectos del nuevo gran maestro está uno poco común en el medio político, pero que él subraya como principal, santo y seña de la asociación que le toca dirigir. "Lo prioritario que debe hacer la masonería es ser consecuente consigo misma. Cumplir los compromisos que se toman. Vivirlos. No basta con decir: 'Oye, seremos muy buenos', e ir a casa y olvidarlo, y hacer lo contrario de lo que se compromete uno a hacer. Para ser masón hay que cumplir".

250 logias y mucho joven

Pese a tener sólo 64 años, José Carretero es el más antiguo miembro de la masonería española: "El número 12, con los once anteriores ya muertos", supone. Es la consecuencia -la historia- de un país sumido durante 40 años en el totalitarismo, donde sólo por ser masonas fueron represaliadas 18.000 personas (el triple de las que realmente lo eran). Así que la lenta restauración de las logias, desde su legalización en 1979 -ya suman 250 logias y 2.500 asociados-, tiene una característica que las distingue de sus hermanas europeas: la media de edad de los masones españoles no supera los 42 años, muy por debajo del resto de las organizaciones sociales.

Hay logias en todas las regiones, sobre todo en Cataluña, Comunidad Valenciana y en el Sur. Muchos son extranjeros, el 30%. Se trata de ingleses o alemanes que viven su jubilación en España, fijos o por temporadas, por el clima o porque "antiguamente todo era aquí más barato", dice Carretero. Antes que este empresario catalán han dirigido la Gran Logia Luis Salat i Gusils y Josep Coromina i Busqueta, también catalanes, y el gallego Tomás Sarobe Piñeiro.

Sobre la catarata de libros que se publican ahora sobre la masonería, el gran maestro dice: "Despertamos gran curiosidad, pero la mayoría están escritos por gente desinformada, que busca ganar dinero con un tema que interesa mucho a la sociedad". El jesuita José Antonio Ferrer Benimelli es, según Carretero, el gran historiador, el más objetivo y erudito.


Fuente:
http://www.elpais.es/articulo/
elpporsoc/20060402elpepisoc_13/
Tes/sociedad/primer/mason/Espana

«Un republicano no es antimonárquico, sino demócrata»

(Firma: Suso Varela | Lugar: lugo)

Entrevista | Andrés Páramo

El Ateneo Republicano prepara para este mes unas jornadas con destacados politólogos españoles y una exposición sobre Azaña

Andrés Páramo Casas, directivo del Ateneo Republicano, es el coordinador de unas jornadas que sobre la II República se celebrarán entre abril y mayo y en las que participarán destacados politólogos españoles. El Ateneo Republicano nació en 1998 y se definen como un colectivo sin adscripciones a ningún partido ni religión.

-¿Es la primera vez que el Ateneo organiza actividades en Lugo?

-Hemos hecho conferencias y presentaciones de libros con la ayuda de Sargadelos. También en la provincia hemos participado con los concellos en diferentes actos. Ahora, por primera vez, hemos organizado algo con la Asociación Manuel Azaña y con la Delegación de Cultura. Queremos dar a conocer la historia de la II República a través de la educación, el ámbito militar, el estado autonómico, etcétera. Al mismo tiempo se inaugurará una exposición sobre la vida y la obra de Azaña. Creo que es un periodo de nuestra historia muy desconocido y que lamentablemente se sigue asociando a la Guerra Civil.

-¿Están contentos con el monumento a la República de Lugo?

-Sin entrar en valoraciones estéticas y de ubicación, el monumento de la plaza de A Soedade estimo que quiere más que simbolizar un homenaje a la República, pretende simbolizar un homenaje a la memoria de las víctimas del franquismo. Es un ejemplo digno de la ciudad. Por eso no entiendo que se cuestione por algún partido local.

-¿En qué consiste hoy se republicano?

-Ser republicano no es ser antimonárquico como se suele decir, sino ser demócrata. Un monárquico o un juancarlista podrá ser más o menos liberal, pero un verdadero demócrata. El republicano tiene una máxima: fomentar la ciudadanía libre y más participativa.

-¿Son masones?

-La masonería es una institución apolítica y que estuviese relacionado con la República fue accidental. Comparten principios, pero creo que se le supuso una fuerza que no llegó a tener.




Fuente:
http://www.lavozdegalicia.es/
ed_lemos/noticia.jsp?CAT=119&TEXTO=4653611

Arcoiris de noticias masónicas

04/02/2006

Colombia:Este país es uno en los que más se ha luchando en contra de nuestra institución, pero aunque el VH Simón Bolívar y su Gran Colombia fueron muchas veces condenados en esa época por los mismos masones, y viceversa, la Francmasonería Colombiana también tiene su trayectoria.
En Colombia se introdujo la Masonería por los años de 1820, y en 1833 se fundó el Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino en la ciudad de Cartagena. Más tarde surgió el cisma promovido por la creación en Bogotá de un Gran Oriente de Colombia. El primero de dichos cuerpos nació reconocido por la Gran Logia de Nueva York y el 14 de agosta de 1851 fue reconocido como ‘Potencia Regular’, por el Gran Oriente de Francia. Ambos cuerpos funcionan contando con gran número de Logias en que se reúnen lo más importante de todas las clases de los Estados Unidos Colombianos.

Ahora se esta creando un sistema anti-masónico cibernético, que quiere convertir el cambio de ideas, el choque de ideas no de hermanos, el concepto fraternal/político, que emana de los primeros tres grados de nuestra orden, en maquinarias centrífugas, tratando de eliminar “por la falta de tiempo”, la entrega y el cambio de opinión, y los procesos revolucionarios, que dieron fuerza en la historia del mundo (incluyendo a esta gran nación donde entre sus fundadores estaba el VH George Washington, y estamos ahora palpitando a los nuevos Washingtons con su propia agenda, y principalmente tratando de dejar de recoger el juramento jerárquico que ellos prestaron. No crecerán y no serán parte jamás de nuestra divina providencia.)

Una de las pocas instituciones fraternales, donde juega un papel importante el crecimiento humano/político es la Masonería.

La Gran Logia Cervantina le da bienvenida a tres nuevas columnas los HH: Medina, Intriago, al VH: Benedit. Que el G:A:D:U: los ilumine.

Para más información referente a la masonería, nos puede llamar al 917-687-4106 o escribir a Gran Logia Cervantina c/o Arturo Fortun, P.O. Box 40571, Glenoaks, NY 11004



Fuente:
http://www.eldiariony.com/
noticias/detail.aspx?section=
130&desc=Religi%C3%B3n&id=1361017

Masones consideran a Miranda como el hijo mayor de Venezuela

Por: Corresponsalia Ciudad Bolivar
02 de Abril de 2006


Miembros de esa confraternidad universal conmemoran el Día de la Masonería el 28 de marzo, fecha del nacimiento de Don Francisco de Miranda, a quien consideran el padre de la masonería hispanoamericana

Pablo Thomas Rodríguez Ayer sábado la confraternidad masónica de Ciudad Bolívar conmemoró los 256 años del nacimiento de Francisco de Miranda, a quien consideran como el hijo mayor de Venezuela y padre de la masonería hispanoamericana. El acto se llevó a cabo en la plaza Miranda, donde colocaron una corona de flores naturales ante la estatua del Generalísimo, para luego dar paso al licenciado José Antonio Lanz Malavé, ex Venerable Maestro de la Respetable Logia Congreso de Angostura número 224, quien fue el Orador de Orden. Como se sabe Francisco de Miranda, en su peregrinar por el mundo vivió en la masonería, en su sistema humanista, en el secreto de reuniones en las palabras signos y tocamientos, un sistema eficaz para trabajar por la Emancipación de América, por la libertad y la justicia de los pueblos. Por lo que el Orador de Orden dijo que Miranda significó, significa y significará en la conciencia de América, entre los masones, ejemplo vivo de dignidad ciudadana y del más fiel cumplimiento de una de sus promesas primarias y cotidianas, los trabajos en la Logia: “eterna hostilidad y repudio hacia cualquier forma de tiranía y tiranos sobre la mente del hombre”. Lanz Malavé en su intervención presentó un semblante de la vida y obra de Sebastian Francisco de Miranda, desde el inicio de su carrera militar, sus peregrinaje por el mundo, como Cuba, Marruecos, Islas Británicas, Bahamas, Estados Unidos, Jamaica, Asia Menor, Rusia y Francia, donde toma participación en la Revolución Francesa, donde fue nombrado Mariscal de Campo y segundo Jefe del Norte. “Es necesario comprender y admirar a Francisco de Miranda, analizar su vida y sus obras con más sentido de responsabilidad histórica. Es propicia la ocasión para reafirmar una vez más nuestra voluntad de recoger la inmensa herencia moral que ha dejado en cada uno de nosotros, es nuestra imperativa obligación continuar los ideales de libertad, fraternidad e igualdad, profesando el amor fraternal entre hermanos y como hermanos”, sentenció el Orador de Orden. Sobre la interrogante que siempre se hacen las personas que no conocen la misión de la masonería, recalcó que la misma es una sociedad de hombres libres de buenas costumbres, unidos con un fin, la defensa de la inteligencia del hombre, pues la misma es una asociación de hombres de todas las condiciones económicas y de todos los grados de cultura a quienes les une el deseo de alcanzar un desarrollo, una evolución más allá de sus personalidades internas, un dominio más perfecto de si mismo. Una afirmación de sus condiciones, una ubicación más sutil que sus facultades intelectuales y un sembrado espíritu de admiración de servicio hacia sus semejantes.


Fuente:
http://www.nuevaprensa.com.ve/
ver_art.php?cod=42561